DETRÁS DEL BIOMBO

Por Alfredo Bielma Villanueva



“Si quieres saber quien es tu padre métete a la política”, dice un conocido refrán que pinta subrayadamente el cieno que suele esparcirse entre quienes practican ese añejo arte del hombre, que por cierto le es consustancial a su ser social. La base de ése aforismo la podemos encontrar en los tiempos de la dictadura porfirista, en los “románticos” años del nacimiento del siglo XX, cuando el ya anciano presidente de México a pesar de esa condición biológica se resistía a reinstalar la figura de la vicepresidencia, tan solo para no acentuar la tentación de ser eliminado. Por su edad, las presiones políticas procedían sobre todo del grupo de los científicos que avizoraban en el panorama social fuertes nubarrones de inconformidad. Atendiendo al acoso, muy a su pesar, el ya casi octogenario gobernante ofreció la Vicepresidencia a su ministro de Hacienda, José Ives Limantour, la cabeza de aquel poderoso grupo; solo que acompañó la invitación con una intensa campaña de desprestigio en contra de su perfumado colaborador.


Por esa campaña de desdoro de la imagen publica del prestigiado secretario de hacienda se confirmó lo que era un secreto a voces acerca de que Limantour era hijo adoptivo y que su padre biológico fue Luís Jecker (hermano del agiotista suizo que fundamentó los “argumentos” financieros para la invasión francesa de 1862), y de una mujer galante amiga de los padres, el biológico y el putativo. Fue un escándalo que distrajo a la opinión pública por algunos días y que dio como resultado el desistimiento de Limantour, dejando al dictador en libertad para nombrar un vicepresidente más a modo, que no le provocara recelo alguno.


Muchos otros casos pudieran reseñarse para ejemplificar la manera en cómo las guerras de lodo no son privativas de la actualidad pues, como la aquí referida, demuestran que los turbios procedimientos de la política de hogaño no quedan a la zaga de los de antaño.


De allí que con harta frecuencia se escuche que la política se ensucia cada vez más, pero bastaría con hurgar en la historia para comprobar que en mayor o menor medida casi siempre ha sido como ahora. Mucho de ello hay en el espacio nacional, pero para nuestra mejor información nada hay como lo mas cercano para acabar de entenderlo; el escenario político veracruzano es rico en casos que demuestran la manera en cómo se sigue pervirtiendo la política, al grado de rozar los límites de lo meretricio, oscilando entre lo burdo a lo burlesco. En ése diagrama es posible observar cómo se ha venido corrompiendo a diversos actores con el propósito de exhibirlos y así nulificarlos o bien para agregarlos al proyecto del grupo instalado en el poder.


Nada hay oculto, todo está a la vista. Desde las acciones de enamoramiento a que se sometió a algunos diputados “de oposición” en el Congreso local incrustando, como un grano de frijol entre el arroz, a un personero del gobierno que convivió cercanamente con ese sector tentándolos como lucifer a Adán, algunos no resistieron la incitación y sacaron provecho de las circunstancias. Con recursos financieros a su alcance y no escasa habilidad el comisionado logró copar (lo que en este caso pudiera ser sinónimo de comprar) la voluntad de algunos de ellos. Así se reflejó en determinadas votaciones y en relevantes episodios, la bursatilización, relevante muestra.


La forma en cómo se han venido negociando las candidaturas plurinominales en el PRD es un caso que en la enseñanza política debía ocupar un lugar sobresaliente. Desde ahora, tal cual debe de ser en un sistema de democracia corrompida, ya se está negociando la conformación de la siguiente legislatura amarrando compromisos con la futura “oposición” al favorecer a ciertos “políticos” de “izquierda” para que accedan al Congreso local por la vía de la representación proporcional. Bien o mal, a eso se llama pericia política. ¿Qué en donde están los órganos electorales creados para evitarlo? Esos navegan en aguas igual de pecaminosas, más que turbias por la desconfianza que suscitan.


De allí que se concluya que el acontecer de estos comicios no será de rutina; en el mejor de los escenarios seguramente se decidirá en los tribunales, ya por la mínima diferencia, ya por el enorme cúmulo de irregularidades que se irán presentando. Aquí no ganará el de mayores virtudes cívicas sino aquel que supere en mañas al adversario. No está de más recordar que la actual es una elección de Estado en la que participan dos fuerzas políticas, entre las que prevalece un recíproco e irreconciliable sentimiento de animadversión.


Desde la cúpula del gobierno estatal se acusa al gobierno federal de tener metida las manos en este proceso, pero hay voluntario olvido acerca de quién realmente está al frente de la campaña priísta, una realidad que cualquiera de los aspirantes a alcalde o diputado pudiera certificar, cuanto más el candidato al gobierno. Nada que espante, pero produce urticaria el que se pretenda simular sobre un asunto en el que la evidencia está a ras de piso y ni siquiera se ha tenido el cuidado de disfrazar.


En la habilidosa y hasta desesperada manipulación política algunas caretas han caído y exhiben el verdadero rostro de los autores. Destacadamente la de aquellos que al renunciar a su partido, argumentando que "parece que lo importante para el PAN solo es ganar elecciones”, ahora, sin ningún recato pretenden vender cara su adhesión a sus nuevos socios sin importar torcer estatutos al imponer candidatos “neo priistas” con las siglas de un partido al que todavía hace un mes supuestamente aborrecían. Ganan en ese intento un merecido rechazo moral y político al situarse en la posición de prófugos ideológicos, confirmando que lo único que les importa es hacer perder a su ex partido, a cambio de desempeñar el triste papel de parásitos del presupuesto. ¿Perversión política o política meretricia?


alfredobielmav@hotmal.com


Marzo 2010

PRESIDENCIABLES

Por Alfredo Bielma Villanueva



Hasta ahora, por lo menos dos gobernadores en funciones han registrado sus respectivas aspiraciones para la presidencia de la república. Uno, Enrique Peña Nieto, del Estado de México, quien figura desde hace rato como la punta de lanza priísta en la carrera hacia Los Pinos; otro, Fidel Herrera Beltrán, del Estado de Veracruz, quien se ha venido incorporando a esa competencia, aunque se ignora si detrás suyo existe algún grupo político que lo sostenga y confíe en él, tal y como parece que sí sucede con el mexiquense.


Al margen de las probabilidades que uno y otro pudieran tener para alcanzar su pretensión, bueno sería que, sin menoscabo de las apreciaciones de opinión pública respecto de cada quien, se realizara un estudio de los méritos que dicen tener para aspirar, (aunque está visto que Peña Nieto le lleva a Fidel una delantera de muchos copetes). No necesariamente de los cargos que han desempeñado en su trayectoria política, pues al final eso no dice más que o han sido políticos logreros o que las condiciones se les han acomodado para su beneficio personal.


En este caso no es para menos, pues de lo que se trata es de gobernar a todo un país, luego entonces, bueno sería que se analizaran sus alcances como administradores de la cosa pública y el resultado que en ese tenor han bridado a sus coterráneos. Qué hicieron por sus respectivos gobernados, de cuánto dinero dispusieron para su ejercicio, el grado de eficiencia y honestidad con la que administraron el recurso público, de esa manera se podrían evaluar los resultados de su gestión en un comparativo del costo-beneficio, al margen de trucos publicitarios. Obviamente, la base del análisis tendría que partir de la premisa que lo informado por ellos es fidedigno, verificable, fácilmente ubicable, y a quienes y a cuántos beneficiaron.


La asimetría presupuestal entre uno y otro Estado introducen variantes en el análisis, de allí que no se podrían comparar con el mismo rasero las obras colosales en aquella entidad con las que aquí encontramos. En esa dimensión no pudiéramos presumir, por ejemplo, el “moderno” puente en la avenida Lázaro Cárdenas en Xalapa (cuya tardanza en finalizarlo quizá se deba a exigencias de especificaciones técnicas muy sofisticadas, que los neófitos en la materia desconocemos), en comparación, por decir lo menos, con el puente de “la Concordia”, construido en combinación entre el gobierno mexiquense y el gobierno del DF. Qué decir de las autopistas estatales de allá con las que difícilmente pudiéramos competir, que no fuera con la de Santa Fe a Paso del Toro. O la obra cuatripartita del puente El Remolino cuya construcción empujó Xochilt Gálvez en 2005 en acto en el totonacapan presidido por Fox para que el gobierno del estado le entrara con un 25%, completado en partes iguales por PEMEX, la SCT y la dependencia que aquella presidía. Acaso el túnel sumergido bajo el Río Coatzacoalcos pudiera darnos alguna significación en el sector de obras, desafortunadamente se atascó y ya no será de Fidel Herrera, pues habiendo iniciado el proyecto con Miguel Alemán el actual gobierno no logró su conclusión.


Así sería la comparación, rubro por rubro, en el campo, en la industria, en salud, en educación, en seguridad pública, guardando las debidas proporciones. No quién dice mejor los discursos, sino quien cumplió a cabalidad. No quién está mejor posesionado en la opinión pública pues de entrada se percibe que Peña Nieto lleva delantera, sino quién merecería por sus resultados como gobernante dirigir a éste país que ya no ve la suya. No quién está más capacitado electoralmente para ganar una elección, sino quien está calificado por la suma de los logros entregados a su pueblo y que así pudiera hacerlo para toda la nación mexicana. No quien se acerca más a la gente, eso no da de comer a la población, sino quién le resuelve realmente sus problemas en el campo, en la industria, en el comercio, en la salud, en educación, seguridad, etc.


En la utopía, con estas variables podríamos acaso concluir cuál de los gobernadores que hasta ahora registran su aspiración merece llegar al máximo cargo político de México. Sin embargo, la lista no se agota con estos dos pretendientes. También están Manlio Fabio Beltrones y Beatriz Paredes, ambos ex gobernadores; estarán, hablamos del PRI, otras figuras relevantes que poco a poco irán surgiendo. Con todos ellos debería seguirse un análisis de sus resultados como servidores públicos.


En cuanto a pecados cometidos, sería interesante saber quien tira la primera piedra. No se olvida aún la penosa exhibición pública que sus adversarios propinaron a Arturo Montiel para cerrarle el paso a su candidatura por el PRI. Este es un factor que indudablemente pesará en la revista minuciosa de las acciones que en el decurso de su trayectoria política hayan realizado estos actores, quienes están sometidos al crisol público difícilmente estarán libres de ese riesgo.


Para evitar sustos, ya en el Estado de México advierten señales, tal como se refleja en el reciente discurso del Secretario de Gobierno de aquella entidad, al decir ante el monumento a Juárez que el gobernador Enrique Peña Nieto es “Un actor que rompe estereotipos, un político de nueva generación que se rige con los altos valores del esfuerzo, de la responsabilidad…. Sin embargo, algunos actores en el escenario de competencia, ven a la política como una ecuación de suma cero; de tal forma que cifran la fortaleza de su adversario como el riesgo y la debilidad propia. Por esta razón se intensifican los embates contra el Ejecutivo Estatal. Por eso es previsible un incremento en la lluvia de piedras de lodo que después se esconden en hoyos de avestruz”.


Para cuando llegue el momento de analizar prospectos presidenciales, acerca de Fidel Herrera y de Peña Nieto seguramente ya se habrán esculcado de manera exhaustiva sus antecedentes, pues si alguno malo hubiera qué mejor ocasión para exhibirlos que en la sucesión de sus gobiernos. De Fidel Herrera ya se han esbozado insinuantes comentarios, ninguno comprobado; el ha precisado que tiene “amigos -nacos- no narcos. Si algún expediente existiera en este sentido, o en cualquier otro, seguramente saldrá a la opinión pública en los momentos que a la estrategia electoral del adversario convenga, como dice el gallego, sino, no; por lo menos en ése ramo Fidel habría pasado la prueba de fuego, que incluye entregar el gobierno de Veracruz a un correligionario. Sin estas últimas condiciones, difícilmente podría competir para ser un futuro presidente del PRI.

alfredobielmav@hotmail.com
Marzo 2010



¿HIPOCONDRÍA SOCIAL O TERCA REALIDAD?

Por Alfredo Bielma Villanueva



En los hechos, quien sea el que vaya a tomar el relevo del actual gobernador se encontrará con un Veracruz cuyo portafolio de necesidades rebasa con mucho la disponibilidad financiera de que pudiera echarse mano para resolver en lo inmediato los ingentes problemas que agobian a la población veracruzana.


Un campo en problemas, una industria incipiente y un sector de servicios plagado de ineficiencias y de corrupción es el panorama más que palmario que encontrará el nuevo gobierno veracruzano a partir del 1 de diciembre del presente año. Con sus correspondientes enfoques, quienes aspiran a gobernar Veracruz conocen la problemática estatal y sin duda saben lo que encontrarán.


Dante Delgado, porque ya fue gobernador del Estado, es senador de la república y se ha mantenido en permanente contacto con la realidad veracruzana y sus gentes; Miguel Ángel Yunes Linares, al igual que Dante, mantiene permanente contacto con la problemática estatal, pues prácticamente no se ha ido de Veracruz; ambos han convivido con la realidad veracruzana, han formado parte de equipos de gobierno y han gobernado, Dante de manera directa y Miguel Ángel operando una buena diversidad de acciones en tiempos de Chirinos. Javier Duarte, está en el noviciado, a diferencia de sus contrincantes su experiencia se limita al actual gobierno, aunque fue quien realmente operó las acciones en el ramo de finanzas y presupuesto. Cada cual tendrá su propio observatorio que le irá conformando la visión necesaria para arrostrar la problemática que en el puebleo de campaña irán recogiendo.


En el campo encontrarán que arroceros, piñeros, cañeros, vainilleros, tabacaleros, cafetaleros, citricultores, ganaderos, etc., penan por colocar sus productos y encontrar los canales de comercialización más adecuados para obtener mejores ganancias. Los ganaderos se han mantenido en el atraso porque sus prácticas pertenecen al más rancio estilo de una ganadería extensiva, caduca y carente de competitividad. En nuestra principal industria, la azucarera, es difícil ignorar la irresoluta problemática de los ingenios porque el precio del azúcar pende de las famosas cuotas de importación y está sujeto al mercado exterior. Nadie ignora que Ingenios como La Concepción y el San Miguelito, por ejemplo, sobreviven por el apoyo gubernamental y que muchas factorías funcionan con cascarones. Tampoco es posible soslayar el drama cotidiano que vive la inmensa mayoría de los jubilados azucareros, a quienes el Sindicato Nacional por obra de prestidigitación desapareció el fideicomiso que les garantizaba regularidad en el pago de sus pensiones.


En turismo se ha hecho verdadero esfuerzo por mantener viva la vocación turística de Veracruz. Festividades como la de El Tajin, iniciada con gran visión por Miguel Alemán Velasco ha tenido aceptable continuación; pero el carnaval de Veracruz mantiene su nivel de años atrás y no crece al ritmo de otros, del de Mazatlán, por ejemplo. La instalación hotelera se concentra en la conurbación Veracruz- Boca del Río, el incremento en número de cuartos en seis años ha sido pírrico y el turismo que nos visita sigue siendo mayoritariamente el de horchata y jícama, una realidad inocultable.
El relevo gubernamental encontrará el enorme reto de cargar con el primer lugar de obesos, con casi un millón de diabéticos, con elevado número de enfermos de sida, con preeminencia del cáncer de mama y cérvico uterino, con una infraestructura hospitalaria cuyo crecimiento cualitativo no se continuó, pues es poco lo avanzado de 2004 a la fecha; para comprobarlo, basta con visitar los hospitales de Oluta, Soteapan, Zongolica y el recién construido en Las Choapas, entre otros.


La infraestructura carretera está para llorar, cualquiera que viaje a los estados vecinos podrá comprobarlo tan sólo al ingresar a territorio veracruzano. El norte del Estado sigue clamando debido al olvido oficial, sus carreteras vecinales hacen fila entre las peores de la república. Las reiteradamente anunciadas autopistas México-Tuxpan, Tampico-Tuxpan, el Túnel sumergido de Coatzacoalcos, son pendientes importantes; la culpa de ello ahora que no se han concluido la tendrá, por supuesto, el gobierno federal.
Para acabarla de fastidiar, el Estado de Veracruz ha perdido capacidad de crédito, que es uno de los motivos por los que la bursatilización de las participaciones no ha prosperado; la deuda al IPE debiera preocupar a su Consejo Directivo; la deuda pública heredada será de antología y, adicionalmente, como nunca antes, los municipios dejarán deprimidos sus presupuestos con deudas que dificultarán la operación financiera-administrativa de los ayuntamientos por venir, muchos de ellos no podrán siquiera acudir a nuevos créditos.


En estas condiciones es ingenuo pensar que podamos parar la fuerte emigración de nuestras capas más menesterosas de la población. Más aún, lejos estamos siquiera de pensar que los que están afuera, a su regreso, encuentren un Veracruz en condiciones de procurarles ocupación. Los “juarochos” que se apuntan para regresar, aparte de que no encontrarán trabajo, por lo mismo, serán materia codiciada del deseo electoral.


En el colmo del acabóse, ya ni siquiera circo, pues los “Tiburones” por una pésima dirección se convirtieron en charales y los “Halcones”, tan sobrevaluados, vuelan a ras de piso.


Parece un cuento de terror, desafortunadamente no es lirismo ni paranoia; agradaría que esta fuera una visión equivocada, producto de una acentuada hipocondría social. Pero la realidad es terca y se empecina en aparecer con andrajos, destruyendo apariencias que difícilmente podrían disfrazar la verdad. Una realidad que se aferra a sustentarse en cifras que si bien son susceptibles de retocar, no es posible ocultar.


Ese es el Veracruz de hoy, el que en su peregrinar encontrarán los aspirantes al gobierno de esta ínsula que se niega a ser presa del interés egoísta de la insensible clase política. ¿Quién obtendrá el favor ciudadano? El corto lapso que nos separa del 5 de julio próximo recomienda paciencia para no pretender adivinar lo que a poco sabremos.


alfredobielmav@hotmail.com
Marzo 2010






ACCIÓN Y REACCIÓN

Por Alfredo Bielma Villanueva





Corría el año de 1892, Porfirio Díaz iniciaba su cuarta reelección y enfrentaba brotes de protesta pública en el sector estudiantil y en la prensa independiente de su tiempo. Los Directores de El Monitor, Vicente García Torres, de El Hijo del Ahuizote, Daniel Cabrera y del Diario del Hogar, Filomeno Mata, debatían la situación política, social y económica del país casi rutinariamente desde la cárcel de Belén, mientras en El Siglo XIX, un Diario en el que Francisco Bulnes, Justo Sierra y otras eminencias de los llamados “Científicos” hacían gala de elocuencia engalanando la “gran obra” de Porfirio Díaz para patrocinar su reelección. De El Monitor, los panegiristas del dictador decían: “Se trata de un periódico pesimista por excelencia, atrabiliario por carácter, bilioso por temperamento, que todo lo ve negro, que todo lo encuentra malo, que niega toda evidencia, y que no puede llamarse más que El Monitor Republicano”.


Lo cierto, el hecho histórico, es que El Monitor, El Diario del Hogar, El Hijo del Ahuizote y otras publicaciones más modestas acertaban en sus críticas al régimen dictatorial de Porfirio Díaz, el tiempo les dio la razón a sus certeras apreciaciones acerca de una realidad que no correspondía al optimismo gobiernista. En el contexto social alguien tiene que decir la verdad, aún en contra de la corriente; como lo hicieron esos periodistas que nuestra historia registra como próceres del periodismo nacional y adalides del movimiento revolucionario de 1910.


Sociológicamente está comprobado que el avance de las civilizaciones se debe a la combinación de acciones y reacciones entre sus componentes, por cuanto a que no sería posible en la dinámica social un movimiento rectilíneo, uniforme, sin la correspondiente oposición. Es decir, ni perpetua oposición, ni perdurable consonancia de los sectores sociales que componen un conglomerado humano. “Un cuerpo con movimiento rectilíneo uniforme implica que no existe ninguna fuerza externa neta o, dicho de otra forma, un objeto en movimiento no se detiene de forma natural si no se aplica una fuerza sobre él. En el caso de los cuerpos en reposo, se entiende que su velocidad es cero, por lo que si esta cambia es porque sobre ese cuerpo se ha ejercido una fuerza neta…. “A una acción sobreviene una reacción”, “Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria…” dice la Tercera Ley de Newton.


En la sociedad se produce el enfrentamiento entre las fuerzas que desean un cambio y las que pugnan para que todo siga igual en aras de defender los intereses creados. Tal como acontece en nuestro micro universo veracruzano, en el que cotidianamente escuchamos versiones interesadas que afirman que la voz del gobernador debe ser acatada simplemente por venir de quien viene. Aquellos que no la obedezcan son tildados de soñadores, cuando no de “locos”, de aventureros, que no entienden las leyes del juego. Se les zahiere en comentarios sotto voce, aunque quizás en el fondo solo sea la expresión de una furtiva envidia por no tener los arrestos necesarios para hacer lo propio. Cuánto no se ha dicho de quienes disienten públicamente, de quienes al no aceptar el cinturón de la consigna se lanzan a una contienda en la que encuentran mil obstáculos.


Pero, ¿qué sería de la historia si no hubiera inconformes? Simplemente no avanzaríamos como sociedad y el curso de las civilizaciones no hubiera caminado. No, sin el cura Hidalgo, ¿cómo arrostrar la fuerza del alto clero político? ¡Iluso! Por eso su cabeza fue exhibida en la picota durante casi una década, por instrucciones de los dignatarios de su orden. No un Benito Juárez, porque, ¿cómo, oponérsele a la Francia Imperial? ¡Qué insensato! Madero, ¡cuán inocente!, ¿cómo enfrentársele al Dictador todopoderoso?
Pues sí, gracias a ellos hubo movimiento para la independencia, se inscribió La Reforma y se inició la Revolución en 1910.


Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo fueron infamados y tildados de traidores cuando salieron del PRI y formaron otro partido; pero gracias a ellos, al movimiento de inconformidad que encabezaron, el 88 se convirtió en un parte agua electoral, a partir del cual se iniciaron las reformas electorales y se crearon instituciones de la materia. Porfirio Muñoz Ledo, en el recinto parlamentario de la Cámara de Diputados, en pleno del Congreso interpeló al presidente de la república Miguel de la Madrid, ¡Qué osadía! ¡Qué falta de respeto a la investidura presidencial! De todo se le dijo, ya está en la historia. Como lo está Aurelio Manrique, el diputado que increpó a riesgo de su vida al presidente Calles por la muerte de Obregón.


Quienes, impulsados por una recia convicción interna, convencidos de que la disciplina abúlica contradice el sentido de su convencimiento, prefieren apartarse de la consigna que atosiga y enfrentan los retos que su actitud le propicia demuestran, una vez más, que en la interrelación con el poder hay quienes a él se avasallan y otros que rechazan la servidumbre acrítica, entonces se establecen las armonías y discordancias necesarias para que el reloj de la historia camine. Alguien tiene que jalar la cobija para despertar al dormido.


alfredobielmav@hotmail.com
Marzo 2010

AJEDREZ POLÍTICO

Por Alfredo Bielma Villanueva





Sin lugar a dudas el nombramiento de José Yunes Zorrilla como coordinador de la campaña del Partido Revolucionario Institucional manda una serie de mensajes, a cual más de certeros, uno de ellos habla de que quien define la estrategia en ése partido sabe de qué se ocupa y de lo que está haciendo. Primero, porque José Yunes es un político fuera del común denominador, de esos que la clase política mexicana requiere para empezar a adecentarse. Segundo, porque se concede base a la unidad interna que el PRI requiere con urgencia si quiere coronar con éxito su propósito de retener el poder estatal. Tercero, porque José Yunes aúna juventud y experiencia y seguramente buscará incorporar a la jornada proselitista al mayor número de inconformes que ha dejado la etapa previa. Cuarto, porque habiendo sido uno de los precandidatos con mayor arraigo aporta ése invaluable capital político a la campaña del ahora abanderado. Quinto, porque para nadie es un secreto el grado de respeto y afecto que guarda con Miguel Ángel Yunes, candidato del Partido Acción Nacional, y con Héctor Yunes Landa, su correligionario y amigo, también de gran convocatoria, con quien seguramente tenderá puentes porque es un actor político convertido en un valioso activo que ha dejado para la historia partidista de Veracruz un registro de decoro y de congruencia políticas.

Pudiérase enumerar muchos porqués más, bastan los anotados para reconocer que de alguna manera se inyecta optimismo al interior priísta, más allá de los discursos y “magnas” concentraciones humanas, que a estas alturas del desarrollo político nada significan, que no sea una enorme sangría financiera que insulta la pobreza en la que se debate buena parte de la población del Estado. Aunque, obviamente, se entiende que la estrategia inmediata con los mítines multitudinarios es posicionar ante la opinión general al precandidato priísta y mostrar un supuesto “músculo”.

No obstante, está por verse qué grado de libertad operacional tendrá José Yunes en su nueva responsabilidad, porque para nadie es un secreto que allí predomina un coordinador general que es quien dispone los movimientos en el tablero del ajedrez priísta, con el añadido de un nutrido grupo de operadores, los más con reconocida experiencia electoral por haber participado en un sinnúmero de jornadas de esta naturaleza. No está por demás recordar que en una campaña proselitista, al interior de la maquinaria que opera, se desata una guerra sorda entre quienes suponen que el de al lado quiere el mismo puesto- aunque la experiencia ha demostrado que al final pocos de ellos son los escogidos-. Ése será otro reto para Yunes Zorrilla, conciliar tejiendo fino para no distraer el esfuerzo hacia afuera. Sobre todo porque ya hay prefigurados- por lo menos- tres gabinetes. Más el que Duarte integre, que será el bueno en caso de alcanzar el triunfo.

Ya tiene el PRI un coordinador ad hoc, requerirá sin embargo de las herramientas complementarias, entre ellas las encuestas de opinión y la información política que oriente el diseño de su agenda.

No vaya a resultar la sorpresa de hace seis años. Tal como se publicó en un análisis el 29 de septiembre en el Diario de Xalapa sobre el posicionamiento del candidato priísta en la opinión pública. En una investigación referida por Alberto Silva Ramos decía que en el mes de julio de 2004 el candidato de la Alianza Fidelidad por Veracruz llevaba una ventaja de entre 10 y 15 puntos porcentuales sobre sus oponentes y que tanto como Parametría, Consulta Mitofski, Demotecnia y Gallup “reforzaban ante la opinión pública y amplios sectores la fuerza electoral de Herrera Beltrán”. Sin embargo, esa holgada ventaja no se reflejó en los resultados electorales. Se pregunta ¿qué pasó en Veracruz en agosto?

La respuesta es que el PAN- según el análisis de referencia- en vista a las encuestas y para contrarrestar la situación se planteó las siguientes acciones:

“1.-una serie de siete spots televisivos en horarios triple A, protagonizados por Miguel Ángel Yunes, en los cuales de manera intensiva se atacaba al PRI y a su candidato a la gubernatura.

“2.- Una pauta televisiva con spots del candidato panista que en un sólo día transmitió 120 impactos de la empresa Televisa, superando cualquier antecedente histórico en campaña electoral alguna.

“3.- La visita a Veracruz de funcionarios de primer nivel del gabinete federal a sólo unos días de la elección para promocionar programas sociales y realizar un abierto proselitismo a favor de Acción Nacional.

“4.- El crecimiento desproporcionado del Programa “Oportunidades” y “Te nutre” de la Secretaría de Desarrollo Social que en un sólo mes reasignó recursos e incrementó el padrón de familias beneficiadas en casi 25 %.”

Detalla el análisis que esta estrategia panista fue denunciada ante la Secretaría de la Cámara Baja por la diputación federal veracruzana el 14 de septiembre. Allí reseñan que el delegado de Sedesol en Veracruz, Abel Cuevas Melo “invitó a diversas organizaciones beneficiadas de los programas federales para un encuentro los días 3,4 y 5 de septiembre con carácter de abierto proselitismo electoral. De igual manera, revelan la presencia del Secretario de la Reforma Agraria, Florencio Salazar, quien vino a establecer la estrategia de cómo introducirse políticamente a las organizaciones ejidales. Ello, después de declarar que su presencia obedecía a una invitación del candidato panista Gerardo Buganza Salmerón. El Director de Banobras, Luís Pazos de la Torre, el día previo a la elección ofreció una conferencia de prensa en la que declaró que entregaría “al próximo gobernador 3,800 millones de pesos, así como 500 millones adicionales a cada municipio, al tiempo que señalaba que el pan es el único partido con candidatos capaces y honestos.” Así se escribe la historia; así está registrado en “Recuento de un Estilo”.

alfredobielmav@hotmail.com
Marzo 2010


ARENA POLÍTICA

Por Alfredo Bielma Villanueva



De pronto, la “enterada” clase política mexicana reaccionó con supuesto asombro al darse a conocer los pactos sobre las no alianzas partidistas-electorales que el PRI y el PAN celebraron en lo oscurito con el aval del gobierno mexiquense y la sanción del secretario de gobernación. La pretendida molestia y el desgarramiento de las vestiduras que han provocado su desvelamiento no dejan de ser, por supuesto, una mascarada más de los actores políticos del momento. ¿Porqué la extrañeza de acuerdos subrepticios entre ambos partidos, no acaso sabemos de mucho tiempo atrás los arreglos que entrambos se tejen? ¿Tan flaca es nuestra memoria histórica que ya no recordamos que aún seguimos pagando los estropicios del Fobaproa porque así lo decidieron las bancadas del PRI y del PAN?


Con la carga de protestar por el incremento sostenido de las gasolinas y lanzar pestes contra el gobierno federal, todavía tenemos que recetarnos los estribillos de los gobernadores priístas criticando a Calderón, cuando fueron ellos quienes acordaron de consenso ese aumento a través de sus diputaciones, la de Veracruz incluida, Ahued en la excepción. Es de suyo cierto que ha sido rebasada la capacidad de asombro acerca de lo que es capaz la clase política mexicana.


Que renuncie Nava, que se vaya Beatriz, es la actual exigencia de quienes solo aprovechan la oportunidad para atacar al adversario. Si bien es muy propio de una democracia el debate abierto entre los protagonistas de la arena política y en ella las discrepancias se deben resolver a través de acuerdos, de ninguna manera es permisible la hipocresía con la que tratan de explicar esos pactos de “civilidad electoral”. La ciudadanía debe tomar con toda reserva todo lo que provenga de ése ámbito, que paradójicamente debiera estar a su disposición.


Al margen de cualquier consideración social, se trata de una lucha por el poder entre fracciones de diferente corte ideológico, que tendrán que resolver salvando las previsibles pugnas a su interior. En el PAN, doctrinarios contra el “Yunque”; en el PRI Peña Nieto, el aparente avanzado del salinato, los poderes fácticos y la nomenklatura priísta contra quien se le oponga, aunque Beltrones, está de posible relevo si aquel se “gasta”. En el PRD-PT-Convergencia: López Obrador, Ebrard y De la Fuente encabezan precandidaturas viables. El Verde y el Panal, ya sabemos, son partidos bisagras que juegan a las circunstancias, aunque el primero ya casi ha hecho jurisprudencia electoral con sus añejas e iterativas alianzas con el PRI.


En nuestro entorno más inmediato no deja de preocupar el clima de enfrentamiento político que vivimos en Veracruz, que, sin duda alguna, irá incrementándose porque aquí lo que está en juego no es el futuro de los veracruzanos, sino la lucha por la sobrevivencia política de unos y la actitud retadora de otros. Está más que demostrado que esta clase política, los grupos que la componen, no representan los intereses de la sociedad, salvo opinión en contrario y usted pertenezca o se sienta auténticamente representado por alguno de estos grupos.


Permean el ambiente las interrogantes por saber hasta que punto se llegará, y si será posible que la pugna por el poder se mantenga dentro de los límites que las instituciones y las leyes señalan. Esto ha degenerado a tal grado porque parece que lo que está en disputa no es el gobierno de los veracruzanos sino algo parecido a un botín.


Desafortunadamente, en medio de este clima de enfrentamiento está la sociedad veracruzana que, teóricamente, es la que debiera definir el camino a seguir. Solo que está secuestrada por la maraña de grupos políticos, uno de los cuales está enquistado en el presupuesto y reparte canonjías como si estas pertenecieran a un patrimonio particular y no de los veracruzanos. A pesar de la indeseable posibilidad de un posible desbordamiento de las pasiones, lo que se aprecia no permite el optimismo para prefigurar un proceso normal, que camine en armonía sobre los rieles de la normatividad electoral vigente.


La anterior reflexión nace porque, a pesar de que en la forma republicana, representativa y democrática de gobierno el relevo de los mandos debe hacerse por la vía electoral, lamentablemente observamos a partidos y políticos enfrascados en una contienda huérfana de propósitos sociales; en los que destacan los intereses de grupo y las pasiones personales.


En esa tesitura, se advierte que al PAN le ha surgido una variable nueva, personificada en Gerardo Buganza, quien pareciera que está dispuesto a hacerle la vida de cuadritos a su ex partido. ¿Cómo va a superar el PAN el azuzamiento de la radical mudanza de camiseta del ex precandidato cordobés y que explicación argumentará Buganza para no caer en apostasía hacia su ex partido? ¿Adoptará Miguel Ángel Yunes una actitud de prudencia ante los retos y las provocaciones que menudearán para sacarlo de sus casillas? Está más que visto que, por ejemplo, acciones como la creación de la “Comisión de la Verdad” y el elenco de los “400 pueblos” se encaminan a dificultarle su campaña de proselitismo.


En el PRI ya supimos que la actitud heterodoxa de Héctor Yunes Landa lo orilló a buscar justicia partidista en el Tribunal de lo Electoral y que de ninguna manera le permitirán participar en igualdad de condiciones pues es obvia la bola de dificultades que se le opusieron a su aspiración por conseguir la candidatura. Además, se observa en Javier Duarte a un precandidato que va arropado por un inocultable caudal de recursos financieros y humanos. La profusión de espectaculares, anuncios fijos y móviles en su promoción, es acompañada de los incontables espacios de una prensa que lo privilegia. En esas condiciones sería difícil dar marcha atrás.


Dante Delgado, por estrategia y por necesidad está más abierto a la ciudadanía; así lo obliga la carencia de organización partidista visible a todas luces en el PRD, en el PT y en Convergencia. Ninguno de estos partidos tiene base popular, salvo la convocada por López Obrador que mantiene a un perredismo “duro” a su lado. Su buena administración la registran generaciones ya maduras, pero los jóvenes no encuentran muchas referencias. De cualquier manera, la votación que viene no se inclinará por el mejor, porque quien resulte ganador será el producto de una inversión multimillonaria y basada en una campaña de Estado. Dante lo sabe, su problema, si lo tuviera, es que el corto tiempo de campaña no alcanza para concientizar a la ciudadanía de que en sus manos está la decisión, una acción que debió emprenderse algunos años atrás, lo contrario peca de electorero.


En fin, el diagnóstico puede lucir pesimista, pero la polarización de las acciones y las estrategias que se advierten en el ambiente no permite un pronóstico mejor, y creerle a Carmen Salinas o al “brujo mayor” sería caer en la chabacanería.


alfredobielmav@hotmail.com

Marzo 2010

PARALELOS

Por Alredo Bielma Villanueva




Lo dicho, “la historia, cansada de crear, se repite”. También se ha afirmado que, si bien los fenómenos sociales son aparentemente repetibles, en esencia no es así; la razón estriba en que por muy parecidos que se presuman nacen en condiciones diferentes, las más con distintos actores, otras con los mismos pero en diferente papel, y con variables que les imprimen su peculiar influjo.


Para demostrarlo, el método didáctico más elocuente es la ejemplificación con acontecimientos de los que la realidad es prodiga. En Veracruz podemos extraer un caso cuya historicidad ilustra vehementemente lo que aquí se escribe, ya por lo reciente de su acaecimiento, ya porque los actores del episodio están vigentes y podrían negar o ratificar lo asentado, ya por su descarnado realismo. Finalmente, lo que aquí interesa es exponer elementos que nos proporcionen concluyentemente la oportunidad de entender parte de la realidad política del momento.


Para interpretar con objetividad todo acontecimiento político siempre será conveniente el acopio de información verídica y suficiente. De esta manera se conocerá el porqué de las acciones, al margen del discurso. Por su frescura en el acaecer de nuestro tiempo, evitando en lo posible los juicios de valor, enfoquemos un caso que pudiera dar meridiana luz sobre el presente que nos toca asistir como testigos:


Hace seis años, por estas fechas, Miguel Yunes Linares, que aspiraba a ser candidato del PRI al gobierno del Estado, acusaba al gobernador Miguel Alemán “de actuar parcialmente a favor de Fidel e hizo pública una relación de gastos de hospedaje de las estancias de Herrera Beltrán en el puerto de Veracruz, con cargo a la Secretaría de Gobierno……” Fue aquella de 2004, como la actual, una contienda con candidato anunciado, aunque la parafernalia obligaba a los rodeos correspondientes. Se sabía que “En noviembre del 2003, en una reunión en la que estuvieron presentes Roberto Madrazo, Héctor Hugo Olivares, Gustavo Carvajal, Fidel Herrera, Tomás Ruiz, Miguel Ángel Yunes y el Gobernador de Veracruz Miguel Alemán Velasco se llegó al acuerdo de incluir a otros aspirantes al gobierno de Veracruz. Así, el gobernador había incorporado a la contienda pre-electoral a su Secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, quien por cierto no tenía mucho tiempo en ese puesto; al Secretario de Seguridad Pública de su gobierno, Alejandro Montano Guzmán; al Secretario de Educación y Cultura, Juan Maldonado Pereda; al Secretario de Salud, Mauro Loyo Varela; al Sub-secretario de Gobierno Jorge Uscanga Escobar, Eduardo Andrade, Guillermo Zúñiga Martínez. En total once pre-candidatos a la gubernatura veracruzana. Aunque el Estado de Veracruz siempre se ha caracterizado por su prolífica creación de políticos, este crecido número de aspirantes, considerados oficialmente como tales, se convertía en un hecho inédito en la historia de las sucesiones políticas en el Estado”. (se puede leer en Recuento de un Estilo).


Finalmente, el candidato fue Fidel Herrera y en protesta Miguel Ángel Yunes se fue a apoyar abiertamente a Gerardo Buganza. Este perdió por decisión en los Tribunales e inconforme ofreció “que recorrería no sólo poblaciones del Estado de Veracruz sino de toda la República, para recuperar “lo que nos han robado”. (op. cit.) Testificaron ese aserto Miguel Ángel Yunes Linares, Francisco Barrios, Gerardo Priego Martínez, Alejandro Vázquez Cuevas, José Ramón Gutiérrez de Velasco, entre otros.
Seis años más tarde, los términos, no las personas, han variado:


Después de no ser el elegido como candidato al gobierno del Estado, Gerardo Buganza se retira del PAN porque ya no cree en él. En un lapsus que puede denotar inocencia, cinismo o autoengaño se queja de un injusto trato para favorecer a Yunes, pero reconoce que en su momento para favorecer a su campaña en 2004 consintió en sacrificar a su amigo Danilo Alvizar y a otros precandidatos con el propósito de que Yunes se sumara a su proyecto.


Buganza renunció a su partido por no haber sido el favorecido a pesar de haber estado de acuerdo en que el candidato fuera de unidad, pues no les convenía la división. Con su nueva actitud se sitúa justamente en lo que López Dóriga vaticinó el 18 de febrero: “con la advertencia de Buganza de que si no es él, romperá con el PAN para que Fidel siga ganando, claro”.


El 19 de febrero los integrantes del CEN panista votaron: 25 por Yunes, 10 por Buganza y 5 por Bueno Torio, con dos abstenciones. El 3 de marzo, “con genuino dolor” renunció Buganza a su militancia panista porque "parece que lo importante para el PAN sólo es ganar elecciones". Se refirió a los infundios en su contra como “vulgares mentiras” que “enlodaron mi prestigio”. Sólo que en entrevista confiesa que le pidió para él a Fidel Herrera la candidatura del PRI “para que hubiera un ex panista en el PRI y un ex priista en el PAN, no me da vergüenza”.


Ahora, por lo que se ve, Gerardo Buganza está convertido en uno de los activos más apreciables del priísmo por la “raja” que seguramente éste le sacará. El anterior es un juicio de valor al que habrá que darle puntual seguimiento con el propósito de comprobar su veracidad o desecharlo como el producto de una apreciación errónea. Lo cierto es que con esta breve exposición podemos dar base a la tesis que sostiene que la condición humana es una de las variables insoslayables en cualquier análisis de lo político cotidiano, que aporta información sobre la repetición de fenómenos que, sin embargo, no son iguales.


Cualquiera que vaya a ser la actuación inmediata de Gerardo Buganza, si bien afectará para bien o para mal su entorno inmediato, para la investigación del sociólogo o del politólogo es interesante conocer los efectos que produzca; dentro de lo subjetivo, bien lo decía Winston Churchill: “Los hombres y los reyes deben juzgarse por los momentos críticos de sus vidas”.


alfredobielmav@hotmail.com
Marzo 2004

CORPORATIVISMO

Por Alfredo Bielma Villanueva



Si bien el corporativismo fue el signo sobre el cual el priísmo afianzó su cilentelismo político, los tiempos de la globalización económica han propiciado su extinción; de aquel arquetipo vertical por el que se transmitían y acataban las consignas a individuos cautivos en una red de intereses laborales ya poco queda; en la realidad las organizaciones obreras, campesinas y “populares” que aportaban un voto casi monolítico al PRI ahora son meras entelequias. En estos tiempos de vertiginosos cambios ¿Qué convocatoria pudieran tener los vetustos dirigentes obreros oficialistas de la CTM y de la CROC entre una masa obrera cada vez más depauperada, a la que no han resuelto sus problemas? ¿Conocen los campesinos que aún quedan en México a “sus lideres” sectoriales priístas? ¿Son estos los paradigmas a seguir por los agremiados a los que dicen representar y de los que se valen para obtener jugosas canonjías o cargos públicos? Nada de eso, porque ocurre que ahora buena parte de la ciudadanía está más enterada y mejor informada sobre el acontecer político de su entorno y clama por un cambio en los métodos de conducta política y de la política misma.

La crisis del corporativismo se vive también intensamente en el magisterio mexicano, pero en las añoranzas de esa rancia práctica en pleno siglo XXI no falta quien se atreva a especular sobre la capacidad del profesorado para discernir por quien votar, sin la correspondiente consigna sindical. Si bien las dirigencias sindicales de este gremio mantienen todavía a una clientela cautiva debido a las prebendas y beneficios que procuran a sus cercanos afiliados, hay en el seno de este importante sector laboral una diversa pluralidad de opiniones y pensamientos que para nada tienen que ver con consignas partidistas. Resultados electorales demuestran que el profesorado vota plural, ya por el PRI, ya por el PAN, y en algunas entidades-Michoacán, Guerrero y Oaxaca, por ejemplo- se inclinan por el PRD o sus equivalentes. Y está por demás recordar la gran capacidad operativa y la extensa red por la que transitan sus acciones.

Poco queda de aquellos tiempos en los que sólo tronaban los chicharrones del PRI, ahora ni aún el vulnerado sector de jubilados, que por efectos de su temporalidad en su vida activa necesariamente fueron priistas e indudablemente formaron un inequívoco voto duro, se duda que en la actualidad persistan en esa condición; son un grupo económicamente quebrado y decepcionado por no haber obtenido los beneficios a los que se sienten acreedores. Así se observa entre los retirados de las distintas ramas de la producción, los jubilados azucareros, por ejemplo, a los que los propietarios de ingenios pagan sus jubilaciones a cuentagotas, y qué decir de los pensionados cañeros que sobreviven con pensiones menores a los mil pesos. En esas circunstancias bien podemos imaginar la cosecha que les representa la temporada electoral, pues su fragilidad económica los convierte en presa fácil del mejor postor, sin importar color ni siglas.

Así las cosas, poco pudieran significar las adhesiones multitudinarias que en los “mítines” se patentan para determinado candidato. Hacen recordar la magnífica concentración humana en el malecón del puerto de Veracruz en uno de los pre-cierres de la campaña de Salinas de Gortari, en junio de 1988. De aquella magna “demostración de fuerza” el candidato presidencial priísta salió más que convencido de su futuro triunfo, no cabía lugar a dudas que Veracruz le confirmaba su estatus de “reserva electoral del PRI”. Un mes después Salinas lamentaba su confianza, porque comprobó que el PRD había minado los cimientos priístas en Coatzacoalcos, Los Tuxtlas, Xalapa, Papantla, etc.

Lo cierto es que en el centro, norte y sur de la república el PRI había salido a jirones, muy raspado y con deficientes números electorales. De la promesa de arrimarle 20 millones de votos que el presidente del CEN priísta Jorge de la Vega Domínguez le hiciera al candidato Salinas, apenas le pudo juntar nueve. El “voto duro” había fallado; la convocatoria priísta no alcanzó para más.

En 1987 se había producido la gran ruptura al interior de las filas priístas. Un evento no bien dimensionado por el gobierno ni por la dirigencia partidista, porque, según se dijo, se reducía a la salida de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y algunos más. Pasaban por alto que en la realidad el desgajamiento hacía referencia al ala izquierda en un régimen de partido casi único.

La preocupación del gobierno y del PRI en 1988 se centraba en la competencia con la derecha, que venía demostrando una creciente beligerancia en el norte de la república e incluso en Chihuahua había brotado ya sin reservas la abierta participación del clero católico a favor de la causa panista. Pero la depauperada clase media y la enorme masa de proletarios obreros y campesinos voltearon hacia la convocatoria de Cárdenas, en memoria de Cárdenas, el Grande. La votación a favor para Cuauhtémoc Cárdenas y para Clouthier demostró un alejamiento del votante respecto del PRI; evidenció que una alianza entre partidos de oposición hubieran sumado más votos que el invencible mecanismo electoral del PRI; era un rechazo a la política económica del gobierno que había iniciado la globalización generalizada, demostrando que el Partido en el poder era vulnerable a las alianzas opositoras. Por lo que se advierte lo sigue siendo; por lo que se observa le tiene pavor.

Si bien los fenómenos sociales a pesar de su semejanza son irrepetibles, la actual situación político- electoral veracruzana evoca la experiencia narrada, aunque con sus características propias. Aquí, aún ahora escuchamos diagnósticos optimistas sobre “el voto duro” priísta; la base de esas apreciaciones se sustenta en los resultados electorales últimos, sobre todo de 2004 a la fecha, sin duda exitosos para el PRI. Cabría preguntar si en el PRI olvidan que más allá de la frialdad de los números las circunstancias cuentan. Que la dinámica de los acontecimientos influirá determinantemente en el resultado electoral, lo irá manifestando el avance de las campañas, durante las cuales seguramente llegarán a los ávidos oídos de la opinión pública buen número de expediente referidos a los actores políticos.

Más apegado a la realidad por ser candidato de partidos con estructura bastante precaria en Veracruz, Dante Delgado confía en la reacción ciudadana porque la sabe cansada de la partidocracia y sin duda pesará la función de “gozne” electoral que las circunstancias le otorgan. En ésa condición seguramente en junio ya sabremos hasta qué grado pudiera absorber el voto del ciudadano indeciso para aspirar a ganar la elección. Los resultados están a la vuelta de la esquina, poco vivirá quien no los alcance a conocer.

alfredobielmav@hotmail.com
Marzo 2010





EL PAN: YUNES-BUGANZA

Por Alfredo Bielma Villanueva



En mi libro “Recuento de un Estilo”, se lee: “El 17 de enero, vino a Soledad de Doblado acompañando a Yunes la profesora Elba Ester Gordillo, quien en el Aeropuerto Heriberto Jara declaró que Tomás Ruiz y Yunes son -dos espléndidos diputados que forman parte de Fuerza Reformadora, amén que seamos entrañables amigos, que lo somos y lo pudiéramos ser con muchos otros aquí, sí obedece a que tengamos algo en común, algo más que la amistad, un proyecto de reformación, por lo que esperaré los tiempos, los ritmos y quiero decir aquí claramente que soy muy reconocida y apoyadora del gobierno de Miguel Alemán.... yo quiero muchísimo a Yunes, lo admiro política e intelectualmente, es un hombre valeroso, es un hombre íntegro, es un hombre con compromiso, es mi amigo-.”


Congruente con esas expresiones de solidaridad para con Miguel Ángel Yunes, ahora la profesora Elba Ester las ratifica arrimándole la posible asociación de su partido Nueva Alianza con el Partido Acción Nacional en la búsqueda del gobierno de Veracruz. Al menos así lo deja ver la presencia de la plana mayor del SNTE y de NA en el acto de registro de la candidatura de Yunes Linares para gobernador.


Sin embargo, la ausencia de Gerardo Buganza en el evento referido y su renuncia al PAN fue, no cabe duda, estratégicamente diseñada para perturbar a su ahora ex partido, la organización que lo vio nacer e impulsó como político, a la que paradójicamente agrega ahora un elemento más de discordia. Dolió profundamente a Buganza el no haber conseguido la postulación panista, lo que el propio aspirante explica poniéndose en el lugar de un empleado al que se le ha perdido la confianza después de 16 años de servicio.


No es ánimo de critica, pero en el análisis no es posible soslayar que por lo menos en un párrafo de su renuncia Buganza no es congruente con la verdad: “Quise convencerme de que Acción Nacional sigue siendo el partido que concibe a los procesos electorales como el vehículo para dotar a los ciudadanos de gobiernos honestos y que nunca se transformaría en un grupo de políticos empeñados únicamente en ganar elecciones…” No lo exteriorizó así cuando en 2004 y otras elecciones su Partido apeló al pragmatismo y se dedicó a “cachar” inconformes para postularlos. No dijo nada cuando enamoraron a Cirilo Vázquez, tampoco cuando buscaron a Renato Tronco.


En descargo de quienes no lo eligieron, debiera Buganza hacer un acto de contrición o un mea culpa por no haber tenido el suficiente cuidado para no caer, ya por avaricia, ya por inocencia, en la red que muy a propósito se le tendió, provocando la especulación sobre un posible arreglo entre él y la “fidelidad”. Ciertamente, de esa manera se ubicó en la tesitura de la mujer del Cesar.


En el amor y en la política un corazón despechado obnubila el pensamiento y conduce a despropósitos. En este caso pronto veremos los efectos del inusitado desamor, en un escenario que los propios panistas no se imaginaron y es obvio que les entorpece el diseño de sus estrategias.


Ya se ha hecho más que evidente la pugna interna entre las diversas corrientes del panismo; por un lado la encabezada por Felipe Calderón, y de otro el poderoso grupo de extrema derecha, focalizado en el Yunque. Así lo demuestra la desaforada actividad de Manuel Espino en contra del sector que les arrebató la candidatura presidencial en 2006, liderado por Felipe Calderón; es un segmento partidista que también en Veracruz vio frustrados sus arrojos al perder Buganza la candidatura al gobierno. Esto último, según dicen, porque el “fidelismo” había logrado cooptar a Buganza con el ánimo de taparle el paso a quien por alguna razón le quita el sueño.


La identificación de Buganza con el Yunque se devela en lo que en entrevista periodística contestara a Federico la Mont en febrero de 2004, cuando se afanaba por convertirse en gobernador: “Cuando me preguntan quien o quienes son mis padrinos políticos, respondo tres: La Divina Providencia, el trabajo diario como funcionario público, y simpatizantes panistas.” (Recuento de un Estilo). Solo en el Opus Dei o en el Yunque sería posible una tan abierta alusión a iconos religiosos.


Está por demás recordar que la evaluación política de Buganza depende de su pertenencia al PAN y no es dable eludir que su abrupta salida de este partido pudiera provocar serias grietas al interior de éste. En términos monetarios, en los actuales momentos se diría que la participación política de Buganza está valoradísima, sobre todo para quienes guardan el interés por confrontarlo aún más contra su ex partido y en esa maquinación aumentarán los grados de su calentura. El éxito de esta estrategia dependerá de hasta qué grado querrá dañar Buganza al PAN o de hasta donde haya llegado-si lo hubiere- el compromiso del que tanto se especula.


Igual que ahora hace seis años el PAN sufría discrepancias internas, “entre ellas la que sostenían Sergio Vaca Betancourt Bretón y Roberto Bueno Campos, que amenazaban con abandonar a su Partido si no se cumplían ciertas condiciones. El diputado Ávila Camberos también en pugna con el Alcalde de Veracruz a quien acusaba de malos manejos administrativos”. (Recuento de un Estilo). No es nueva para ellos la tesitura por la que ahora atraviesan, pero un frente más al que atender distraerá recursos y esfuerzos. Veremos cómo masca la iguana.


alfredobielmav@hotmail.com
Marzo 2010.


PERSPECTIVA

Por Alfredo Bielma Villanueva



Hace seis años, por estas fechas, el PRI aseguraba su pronto retorno a Los Pinos, llevaba una marcha triunfal y el éxito coronaba sus victorias electorales, algunas como Veracruz y Oaxaca ganadas en la última instancia de lo electoral en el Tribunal de la materia. Ni el paso firme del titular del gobierno del Distrito Federal intimidaba al ex hegemónico partido, nada parecía oponérsele con firmeza, salvo sus propios errores. Tal cual decía Carlos Marx del capitalismo en el sentido de que éste llevaba en sí mismo las causas de su propia destrucción, pareciera que el PRI acarrea en su interior los genes que le impiden realizar procesos democráticos, lo que al final le generan serios trastornos que desequilibran su pretendida unidad monolítica.


Cuando en 2005 parecía cabalgar en caballo de hacienda hacia Los Pinos sobrevino aquel letal enfrentamiento entre su Presidente, Roberto Madrazo y la Secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional, Elba Esther Gordillo. Por si fuera poco, a Arturo Montiel y otros ex gobernadores se les encendió la llama del procerismo y crearon el afamado TUCOM, que vino a dar el mate a la debilitada unidad cuando de fea forma se exhibieron las travesuras que Montiel había cometido en las arcas de la ínsula que gobernaba. Lo que siguió fue el arrollador paso de López Obrador, a quien en campaña su mesianismo ocasionó la debacle por el grito aquel de ¡Cállate Chachalacas!, dejando a la izquierda sin la oportunidad de gobernar éste sufrido y “jodido” país, porque el PAN aprovechó magistralmente la oportunidad que el propio “peje” le puso en bandeja.


Esa es la historia más reciente de una frustración priísta, es válido decir que forma parte de la historia más reciente de México, pues éste país no puede explicarse sin el concurso de ésa gran institución política que ha asombrado a los investigadores del acontecer sociopolítico en el orbe, Duverger, entre ellos.


Ya no encabeza el PRI el gobierno federal, pero gobierna en 19 Estados de la Federación y eso desmerece al calificativo de partido opositor que con frecuencia se le endilga. ¿Cómo pudiera ser opositor un Partido que gobierna en más de la mitad de los Estados de la Federación y, por si esto fuera poco, domina el Congreso? Lo anterior, que es ventaja, es también sustento de la corresponsabilidad que tiene en el estado que guarda el país. Escudarse en el argumento de la primacía de los programas federales ya no es soporte válido porque es el Congreso el que aprueba el presupuesto. En todo caso, si no vamos bien, la culpa habrá que atribuirla al PAN y al PRI, porque estos partidos unen los votos de sus correspondientes bancadas para aprobar Leyes y los Programas en el sentido que más les convenga. Ambos partidos comparten responsabilidad en la implementación del comprobadamente nocivo proyecto económico neoliberal, el PRI por haberlo diseñado e instaurado y el PAN por seguir aplicándolo.


Ahora, en la encrucijada que representa la elección de 12 gobernadores se ha atravesado, de pronto, el formato de la alianza entre PAN y PRD en Oaxaca, Puebla e Hidalgo. Una coyuntura partidista no imaginada hace apenas tres meses, lo que indudablemente ha preocupado a la dirigencia nacional del otrora partido invencible, no menos a su nomenklatura. El panorama ya es otro y en el futuro inmediato alcanzaremos a apreciarlo con mayor claridad.


En lo mucho por verse está el saber si Peña Nieto podrá soportar el peso de la delantera; si Beatriz Paredes sostendrá al PRI en el camino de los triunfos; si en la coyuntura Manlio Fabio Beltrones repunta aún más; si Ulises Ruiz logra sacar el triunfo en su Estado para tener derecho a la dirigencia del PRI; si los sucesos de Ciudad Juárez no le entorpecen la campaña al PRI; si Fidel Herrera entrega buenas cuentas de su proyecto personal en Veracruz para ser considerado, en realidad, como un prospecto una vez que entregue el poder y, sobre todo, obtener el apoyo de la nomenklatura de su partido en caso de que los vientos en su contra arrecien con la velocidad tempestuosa con la que suelen azotar los huracanes por estos lares.


alfredobielmav@hotmail.com
Marzo 2010