AJEDREZ POLÍTICO

Por Alfredo Bielma Villanueva





Sin lugar a dudas el nombramiento de José Yunes Zorrilla como coordinador de la campaña del Partido Revolucionario Institucional manda una serie de mensajes, a cual más de certeros, uno de ellos habla de que quien define la estrategia en ése partido sabe de qué se ocupa y de lo que está haciendo. Primero, porque José Yunes es un político fuera del común denominador, de esos que la clase política mexicana requiere para empezar a adecentarse. Segundo, porque se concede base a la unidad interna que el PRI requiere con urgencia si quiere coronar con éxito su propósito de retener el poder estatal. Tercero, porque José Yunes aúna juventud y experiencia y seguramente buscará incorporar a la jornada proselitista al mayor número de inconformes que ha dejado la etapa previa. Cuarto, porque habiendo sido uno de los precandidatos con mayor arraigo aporta ése invaluable capital político a la campaña del ahora abanderado. Quinto, porque para nadie es un secreto el grado de respeto y afecto que guarda con Miguel Ángel Yunes, candidato del Partido Acción Nacional, y con Héctor Yunes Landa, su correligionario y amigo, también de gran convocatoria, con quien seguramente tenderá puentes porque es un actor político convertido en un valioso activo que ha dejado para la historia partidista de Veracruz un registro de decoro y de congruencia políticas.

Pudiérase enumerar muchos porqués más, bastan los anotados para reconocer que de alguna manera se inyecta optimismo al interior priísta, más allá de los discursos y “magnas” concentraciones humanas, que a estas alturas del desarrollo político nada significan, que no sea una enorme sangría financiera que insulta la pobreza en la que se debate buena parte de la población del Estado. Aunque, obviamente, se entiende que la estrategia inmediata con los mítines multitudinarios es posicionar ante la opinión general al precandidato priísta y mostrar un supuesto “músculo”.

No obstante, está por verse qué grado de libertad operacional tendrá José Yunes en su nueva responsabilidad, porque para nadie es un secreto que allí predomina un coordinador general que es quien dispone los movimientos en el tablero del ajedrez priísta, con el añadido de un nutrido grupo de operadores, los más con reconocida experiencia electoral por haber participado en un sinnúmero de jornadas de esta naturaleza. No está por demás recordar que en una campaña proselitista, al interior de la maquinaria que opera, se desata una guerra sorda entre quienes suponen que el de al lado quiere el mismo puesto- aunque la experiencia ha demostrado que al final pocos de ellos son los escogidos-. Ése será otro reto para Yunes Zorrilla, conciliar tejiendo fino para no distraer el esfuerzo hacia afuera. Sobre todo porque ya hay prefigurados- por lo menos- tres gabinetes. Más el que Duarte integre, que será el bueno en caso de alcanzar el triunfo.

Ya tiene el PRI un coordinador ad hoc, requerirá sin embargo de las herramientas complementarias, entre ellas las encuestas de opinión y la información política que oriente el diseño de su agenda.

No vaya a resultar la sorpresa de hace seis años. Tal como se publicó en un análisis el 29 de septiembre en el Diario de Xalapa sobre el posicionamiento del candidato priísta en la opinión pública. En una investigación referida por Alberto Silva Ramos decía que en el mes de julio de 2004 el candidato de la Alianza Fidelidad por Veracruz llevaba una ventaja de entre 10 y 15 puntos porcentuales sobre sus oponentes y que tanto como Parametría, Consulta Mitofski, Demotecnia y Gallup “reforzaban ante la opinión pública y amplios sectores la fuerza electoral de Herrera Beltrán”. Sin embargo, esa holgada ventaja no se reflejó en los resultados electorales. Se pregunta ¿qué pasó en Veracruz en agosto?

La respuesta es que el PAN- según el análisis de referencia- en vista a las encuestas y para contrarrestar la situación se planteó las siguientes acciones:

“1.-una serie de siete spots televisivos en horarios triple A, protagonizados por Miguel Ángel Yunes, en los cuales de manera intensiva se atacaba al PRI y a su candidato a la gubernatura.

“2.- Una pauta televisiva con spots del candidato panista que en un sólo día transmitió 120 impactos de la empresa Televisa, superando cualquier antecedente histórico en campaña electoral alguna.

“3.- La visita a Veracruz de funcionarios de primer nivel del gabinete federal a sólo unos días de la elección para promocionar programas sociales y realizar un abierto proselitismo a favor de Acción Nacional.

“4.- El crecimiento desproporcionado del Programa “Oportunidades” y “Te nutre” de la Secretaría de Desarrollo Social que en un sólo mes reasignó recursos e incrementó el padrón de familias beneficiadas en casi 25 %.”

Detalla el análisis que esta estrategia panista fue denunciada ante la Secretaría de la Cámara Baja por la diputación federal veracruzana el 14 de septiembre. Allí reseñan que el delegado de Sedesol en Veracruz, Abel Cuevas Melo “invitó a diversas organizaciones beneficiadas de los programas federales para un encuentro los días 3,4 y 5 de septiembre con carácter de abierto proselitismo electoral. De igual manera, revelan la presencia del Secretario de la Reforma Agraria, Florencio Salazar, quien vino a establecer la estrategia de cómo introducirse políticamente a las organizaciones ejidales. Ello, después de declarar que su presencia obedecía a una invitación del candidato panista Gerardo Buganza Salmerón. El Director de Banobras, Luís Pazos de la Torre, el día previo a la elección ofreció una conferencia de prensa en la que declaró que entregaría “al próximo gobernador 3,800 millones de pesos, así como 500 millones adicionales a cada municipio, al tiempo que señalaba que el pan es el único partido con candidatos capaces y honestos.” Así se escribe la historia; así está registrado en “Recuento de un Estilo”.

alfredobielmav@hotmail.com
Marzo 2010