INFANTILISMO DE IZQUIERDA

Por Alfredo Bielma Villanueva


“Donde hay dos personas de izquierda, hay tres fracciones”, solía decirse en la década de los `80 del siglo pasado, cuando la profusión de partidos de izquierda reflejaba la patética realidad de su militancia partidista multifraccionada, compuesta por aquellos que presumen que su lucha es por el bienestar de las mayorías de este país, obviamente de los más pobres. La frase sigue vigente, pues su actualidad es inobjetablemente comprobada en los hechos.

Con el propósito de ampliar la representatividad democrática en México, con sustento en la Reforma electoral del presidente José López Portillo se invitó al pluralismo político-ideológico de México a la participación abierta en comicios en busca de la adhesión ciudadana a los respectivos proyectos de nación. Por lo pronto, el viejo Partido Comunista Mexicano salió de la clandestinidad dispuesto a dar la batalla en términos que la normatividad electoral establecía. Creado en 1919 el PCM vivió épocas de relativa gloria cuando controlaba sindicatos importantes tales como el de ferrocarrileros, electricistas y el de tranviarios en el Distrito Federal, aunque nunca fue el Partido fuerte que sus tiempos requerían.

El PCM consiguió su registro el 4 de mayo de 1978 y en 1979 alcanzó a formar un importante grupo parlamentario en la Cámara federal de diputados; un significativo sector integrado por intelectuales lo promovía a través de ensayos y artículos periodísticos, pero en un país de escasos lectores esto último carecía de relevancia propagandista. Alentado por los resultados electorales de 1979 el PCM convocó a una fusión con otras tendencias de izquierda en un Congreso celebrado el 5-6 de noviembre de 1981 al que asistieron delegados del Partido Socialista Revolucionario, del Partido del Pueblo Mexicano, del Movimiento de Acción y Unidad Socialista y del Movimiento de Acción Popular; quedaron al margen de esa convocatoria el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Partido Mexicano de los Trabajadores.

Ese Congreso representó la desaparición del Partido Comunista Mexicano cuando Valentín Campa firmó el acta de defunción para dar lugar al surgimiento del Partido Socialista Unificado de México; allí terminaba una etapa de la izquierda mexicana. Previamente a este Congreso, en Marzo de 1981, el PCM había sufrido una escisión debido a serias diferencias internas. No transcurrió mucho tiempo (1983) para que el PSUM padeciera una crisis más, esta le provocó nuevos desprendimientos de sus filas por culpa “del reformismo estatal y del socialismo burocrático y autoritario”; cosas del dogmatismo y del sectarismo ya tradicional en nuestra izquierda.

Agréguense las monsergas de “Estalinistas”, “Trotskistas” “Lombardistas” que sus “letrados” gustan en proferir cada vez que se les ocurre vestir de luces académicas. Para no variar, en otro movimiento cismático se desprendieron del PSUM el Partido Socialista Revolucionario, y Alejandro Gascón Mercado con su antiguo Partido del Pueblo Mexicano.

El sectarismo, el dogmatismo, la incontrolable sed de “purgas” y la querencia de sus dirigentes a perpetuarse en los mandos partidistas dieron al traste con los avances que electoralmente había conseguido el PSUM, pues al distraer sus energías en pugnas intestinas olvidaron que su lucha era contra la “aborrecida” burguesía. No podían evadir el hecho de que ellos mismos estaban adoptando los “vicios” del adversario al convertirse inexorablemente en “pequeños burgueses”. Allí está también el caso del Partido Socialista de los Trabajadores, de Graco Ramírez que “por estrategia” decidió postular a Joaquín Hernández Galicia como su candidato a la gubernatura de Veracruz; una estrategia de muchos pesos, por supuesto. Presumía Graco de que su partido era la primera fuerza electoral de la izquierda, en base a los resultados de 1979 y 1982 en los que obtuvo 325 mil y 425 mil votos, respectivamente. Fiel a la costumbre, como si le sobraran arrestos enfocaba sus baterías contra sus pares ideológicos del PSUM, PMT y PRT y en cambio apoyaba el programa anticrisis del gobierno de De la Madrid, era la “Vía Constitucional al Socialismo”; cada cual mata las pulgas como puede.

¿Qué decir del Partido Popular Socialista? Surgido en 1948 como Partido Popular con el impulso y prestigio de Vicente Lombardo Toledano que años después agregó a su denominación el término “Socialista”. En tiempo ha “convivido” en la oposición con el PAN, su antípoda ideológico y acérrimo adversario. Para nadie es un secreto la tendencia colaboracionista del PPS con los diferentes gobiernos priistas, al grado de ganarse el mote de palero del PRI. Desde 1971 se dieron los primeros impulsos para crear el Partido Mexicano de los Trabajadores, inspirado en el movimiento de 1968. Si Diego Rivera y José Revueltas alentaron el nacimiento del Partido Popular, al PMT lo impulsaron Octavio Paz, Carlos Fuentes, Fernando Benítez, entre otros; pero también Demetrio Vallejo, ex del PSUM, Cesar del Ángel, Carlos Sánchez Cárdenas, Rafael Aguilar Talamantes (quien más tarde se opondría a su registro estando en el PST) y Graco Ramírez, ex del PST. Heberto Castillo presidía el impulso del PMT.

Si alguien ha escuchado el cuento de los cangrejos en una olla, el caso de la izquierda mexicana es un paradigmático ejemplo de esa conducta; como cuando se discutió en la Comisión Federal Electoral el registro del Partido Mexicano de los Trabajadores en 1981; con el argumento de que se pulverizaría a la izquierda los Partidos de esa tendencia no poyaron su solicitud ocasionando que la Comisión Federal electoral le negara el registro al PMT, aunque finalmente éste lo consiguió en 1984.

Otro Partido más, el Revolucionario de los Trabajadores, también de izquierda aunque con vocación trosquista, alcanzó su registro en 1982 cuando candidateó a Doña Rosario Ibarra a la presidencia de la república. Ella-ilusa- pretendió unificar a los partidos de izquierda pero encontró que: “Las propuestas unitarias que hemos hecho no han encontrado respuesta satisfactoria en el PSUM y en el PMT”, decía en 1985.

Mientras esperamos que los trabajadores tomen conciencia de que un amplio sector de la geometría política se preocupa por mejorar sus condiciones de vida aquí está solo un esbozo de una historia preñada de pequeñas intrigas y mezquindades entre el mosaico izquierdoso, de grupos y grupúsculos que por instinto de supervivencia se adhirieron en 1988 a la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas y entonces sí aportaron su capacidad de movilización, montados en la ola de inconformidad surgida al interior de la sociedad mexicana, principalmente en las clases medias acicateadas por un antipriísmo social que las llevó a la encrucijada de votar ya por el PAN ya por el Frente Democrático.

PC, PSUM, PMT y PRT, PST, PPS, ¡uff!, forman parte de la ficción y la realidad de la izquierda mexicana, intrincada y plena de vericuetos en la que falta auténtica convicción ideológica, ahogada por la simulación y la pose, la que inmediatamente se adopta una vez conseguida una posición política por muy mediana que esta sea. Por ello es que en sus filas hay más generales que tropa y sobran ejemplos de quienes han negociado con el poder prebendas personales.

Y mientras la izquierda peleaba entre sí, la derecha, el PDM, pero principalmente el PAN, avanzaba a pasos agigantados apoyados en los caballeros de la industria y la sotana en cotos regionales bien definidos. Más congruente con sus propósitos el PAN ganaba importantes espacios electorales en 1982 y 1985; era el preludio de la siguiente elección, la de 1988, un parte aguas político-electoral en México.












CREER O NO CREER

Por Alfredo Bielma Villanueva


A raíz del impacto social y económico que representaron las medidas en contra de la propagación masiva del virus que causa la influenza humana se tejieron varias versiones sobre ese particular, algunas de ellas descalificaron las medidas tomadas por el gobierno porque además ponían en tela de duda la existencia del tal virus, aduciendo que eran cortinas de humo para desviar la atención de la sociedad de las otras crisis-la económica y la de inseguridad- igual de graves por las que atravesamos. Esas versiones fueron atajadas por la autoridad moral de la Organización Mundial de la Salud que avaló la manera en cómo enfrentó el gobierno federal la crisis de referencia.


Las dudas, las desconfianzas acerca de lo que proviene del sector público en México habrá que atribuirlas al descrédito que tiene la clase política y al prolongado espacio de tiempo que la población lleva presenciando una amplia gama de imprecisiones y hasta abiertas falsedades que tarde o temprano han salido a la luz pública, porque la verdad siempre flota. Las pruebas que soportan este dicho pueden ser fácilmente obtenidas en el baúl de la historia nacional, aún de la más reciente. Pero débase precisar que no es necesario acudir a expedientes añejos para comprobar la endeble corteza que tiene el buen crédito de nuestros políticos.


Cuando el empresario Carlos Slim dijo el 9 de febrero pasado: “No quiero ser catastrofista, pero la crisis es una situación que va a ser delicada, y hay que prepararse para prever y no estar viendo las consecuencias después, y estar llorando”, de inmediato fue tachado precisamente de catastrofista desde círculos del gobierno; éste que ahora informa por voz del secretario de Hacienda que el “catarrito” ha provocado una caída del Producto Interno Bruto de 5.5%, y que representa una auténtica catástrofe económica.


Si de contradicciones hablamos, acá en el solar jarocho con asaz frecuencia hemos escuchado que la deuda pública ya había sido saldada con el procedimiento de bursatilizar el impuesto sobre tenencia de automóviles, adquiriendo así otra obligación crediticia. Y, salvo que la secretaría de Hacienda esté equivocada, resulta que somos uno de los Estados de la república más endeudados: “La Secretaría de Hacienda informó que los gobiernos estatales incrementaron su deuda en solo ocho años pues se elevaron de 89 mil 501.5 millones de pesos en el año 2000 a 203 mil 70.2 millones de pesos al cierre de 2008 (…) “En Veracruz se observó un crecimiento de 51 mil 415%, después de haber tenido en el año 2000 una deuda de apenas 17.8 millones de pesos, al cierre del año pasado alcanzó 9 mil169.7 millones de pesos”. (Diario de Xalapa de 11-V-09).


Una información que el gobierno estatal ha estado moviendo en los medios es la que se refiere a la creación de empleos en Veracruz y desliza la idea de que poblamos una isla a la que la crisis no afecta. Sin embargo, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), correspondiente al primer trimestre de 2009, reporta la tasa de desocupación en México subió a 5.1% de la población económicamente activa (PEA), que equivale a que 405 mil personas perdieron su trabajo, no obstante en nuestro Estado se registraron 19,420 nuevos derechohabientes en el IMSS en el periodo enero-abril.


Pero en esto no estamos solos pues el delegado de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), Aarón Yamil Melgar Bravo en Chiapas asegura que ésta “es la primera entidad a nivel nacional que más empleos formales ha generado, según estudios estadísticos realizados por la dependencia federal. Melgar Bravo precisó que sólo seis estados del país lograron generar trabajos formales en abril, siendo que Chiapas y Veracruz obtuvieron el mejor desempeño, seguidos de Campeche, Durango y Colima. (Organización Editorial Mex.19 de mayo de 2009) (El “norte industrializado, el sur agrícola”, esa pudiera ser una explicación al porqué la crisis no nos ha impactado con la rudeza que está resintiendo la industria nacional).


Por otro lado, cualquiera puede observar el desmesurado ánimo de algunos gobernantes por parecer, no ser, como los elegidos espirituales y non plus ultra de sus respectivos gobernados. A diferencia de lo que ocurría en la sociedad Teotihuacana que habitó el centro de México del 150 a.C. al 650 d.C. en la que la institución estaba por encima de los individuos, en la que “el sistema estaba diseñado de tal manera que las figuras políticas no destacaran al tiempo que ejercían su trabajo… y los gobernantes no figuraban” (El Universal 22-V-09), ahora se privilegia la imagen de quien gobierna por sobre sus acciones de aparente beneficio colectivo.


En ese sentido tal pareciera que en cada Estado se formulan las apreciaciones a modo de cada cual pues aquí se nos dice que el gobernador veracruzano tiene una elevada aceptación, aunque de acuerdo con los resultados del estudio Indicadores de Imagen y Posicionamiento de Gobernadores, realizado por la encuestadora Covarrubias y Asociados: “los mandatarios de Colima, Campeche, Chiapas y Querétaro son los mejor posicionados en el combate a la inseguridad pública. Destaca que en el combate a la corrupción los gobernantes mejor calificados son Juan Sabines (Chiapas), Francisco Garrido Patrón (Querétaro) y Silverio Cavazos (Colima).


En apoyo al campo, los mandatarios de Sonora, Nayarit, Chiapas, Tamaulipas, Sinaloa, Colima y Coahuila lideran la calificación. Los gobernadores mejor calificados por su desempeño general durante el primer trimestre de 2009 fueron Humberto Moreira (Coahuila) con una calificación de 8.64; Eduardo Bours (Sonora), 8.63; Eugenio Hernández (Tamaulipas), 8.28, Juan Sabines con 8.13 y Silverio Cavazos”. (MILENIO-V-18- México/Redacción-) ¿Y Veracruz? He allí el detalle.


Por esta versatilidad de criterios con la que se maneja la clase política mexicana pudiéramos seguir reseñando incontables divergencias en la información, pero ante tantas constancias de su dudosa credibilidad resultaría hasta tedioso prolongar el rosario de dudas. Creer o no creer, ¿habrá alguna otra alternativa?


alfredobielmav@hotmail.com


Mayo 2009








NO MENTIRÁS

Por Alfredo Bielma Villanueva


Si por alguna razón se pretendiera investigar las causas que motivan el descrédito de los políticos en nuestro país, bien convendría hurgar en los renglones escritos de nuestra historia. Allí se podrá encontrar que la mentira es una práctica añeja en el decir de nuestros políticos, y acaso por simple vocación investigadora habría que indagar si la conducta de hogaño no es una consecuencia de las prácticas de antaño.


Aunque buena parte de lo que sabemos de la historia patria es producto de lo que el sistema ha querido que sepamos, algunos documentos hablan por sí solos si los enmarcamos en el entorno que les dio vida y revisamos las acciones de quienes los promovieron. Acto y potencia deben ser cotejados para revelar si existió avenencia entre lo que el documento expresa y las acciones de los actores políticos para traducirlos a los hechos.


Un caso que pudiéramos denominar como “clásico” por cuanto a que transparenta la pervertida relación entre el dicho y el hecho lo encontramos en Porfirio Díaz Mori, inspirador del Plan de Tuxtepec proclamado el 10 de enero de 1876 en la Villa de Ojitlán, Oaxaca. El propósito de este Plan era derrocar a Don Sebastián Lerdo de Tejada, tal como lo había intentado anteriormente aunque sin éxito cuando el 1 de octubre de 1971 lanzó el Plan de la Noria para desconocer a Benito Juárez quien, al igual que Lerdo ahora, le había ganado la elección constitucional. En ambos Planes Porfirio Díaz proclamaba el respeto al principio de No Reelección, del que se mostró ferviente defensor.


Para fundamentar sus propósitos, en el Plan de Tuxtepec decía que el gobierno de Lerdo de Tejada era una farsa, que utilizaba el tesoro público para dilapidarlo en juergas de placer, que la administración de justicia estaba prostituida; que los municipios no eran respetados y que la educación pública era un desastre. “Que la República Mexicana está regida por un gobierno que ha hecho del abuso un sistema político, despreciando y violando la moral y las leyes (…) que el sufragio político se ha convertido en una farsa, pues el presidente y sus amigos, por todos los medios reprobables, hacen llegar a los puestos públicos a los que llaman sus "candidatos oficiales", rechazando a todo ciudadano independiente”. ¿En donde habremos escuchado esta reiterada letanía?


El movimiento militar de Díaz se coronó con éxito al renunciar Sebastián Lerdo de Tejada a la presidencia de la república, por lo que aquel asumió ese cargo el 28 de noviembre de 1876. Desde ese momento hasta su renuncia transcurrieron poco más de tres décadas pisoteando el principio de No Reelección que le había servido solo de pretexto para encumbrarse en el poder.


Cuando el movimiento revolucionario de 1910 inspirado por Madero alcanzó la victoria ¿Qué dijo Porfirio Díaz en su oficio de renuncia del 25 de mayo de 1911?: “El Pueblo mexicano, ese pueblo que tan generosamente me ha colmado de honores, que me proclamó su caudillo durante la guerra de Intervención, que me secundó patrióticamente en todas las obras emprendidas para impulsar la industria y el comercio de la República, ese pueblo, señores diputados, se ha insurreccionado en bandas milenarias armadas, manifestando que mi presencia en el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo, es causa de su insurrección.


“No conozco hecho alguno imputable a mí que motivara ese fenómeno social”; (…) Todavía agrega una mentira más: “En tal concepto, respetando, como siempre he respetado la voluntad del pueblo…” ¿Sinceridad?, ¿amnesia profunda? ¿Cinismo? ¿Manifiesta falsedad?


Desterrado Porfirio Díaz, Francisco Madero asciende a la presidencia de la república pero es traicionado y victimado por Victoriano Huerta. Por esta vil acción algunos gobernadores se negaron a reconocerlo; entre ellos el de Coahuila, Venustiano Carranza, quien proclama para ese efecto el Plan de Guadalupe. Ya en campaña para arrojar del puesto a Huerta, Carranza pronunció un discurso en Hermosillo el 24 de septiembre de 1913 en el que habla del reparto de las tierras para los campesinos. Un discurso revolucionario que desmintió con hechos al amonestar al General Lucio Blanco por haber repartido éste las tierras de la hacienda “Los Borregos”, cercana a Matamoros, tan sólo porque lo “hizo sin un apoyo legal”.


Dice Victoriano Huerta en el último párrafo de su renuncia el 15 de julio de 1914:”Para concluir, digo que dejo la presidencia de la república llevándome la mayor de las riquezas humanas, pues declaro que he depositado en el Banco que se llama Conciencia Universal, la honra de un puritano, al que yo, como caballero, le exhorto a que me quite esa mi propiedad. Dios los bendiga a ustedes y a mí también”.


Sin demérito del contenido de los pocos conocidos “Tratados de Bucareli” de infame memoria, de No Reelección hablaba también Álvaro Obregón y murió abatido cuando ya había sido reelecto para la presidencia de la república, gracias a las reformas constitucionales iniciadas por Calles pero forzadas por el propio Obregón.


López Portillo juró defender al peso “como un perro” y dar a conocer el nombre de los saca dólares y así nos encontramos todavía, esperando la lista y con el peso devaluado.


Carlos Salinas de Gortari calificó de mitos todo lo referente al “complot” contra Manuel López Obrador y ahora Ahumada lo descobija con las revelaciones que hace en su libro, que parece ser una novela costumbrista. Echeverría niega haber participado en la matanza de Tlatelolco pero históricamente ya ha sido juzgado. Roberto Madrazo habla en su libro “La Traición” de la actitud displicente y hasta contraria a su partido que varios gobernadores adoptaron en la elección de Julio de 2006. Y tomando vuelo ahora escribe el libro intitulado “El despojo” seguramente de corte costumbrista como el de Ahumada porque habla de la conducta de actores políticos; obviamente refiriéndose a traiciones y actitudes deshonestas.


Con las declaraciones del ex presidente Miguel de la Madrid sobre la actuación de Carlos Salinas y familia ya no sabemos a qué temerle más, si al virus que causa la influenza o a nuestra clase política, además, expresamente reflejada en el contenido de los spots de campaña difundidos por los partidos políticos, que serían de risa sino le costaran a la población y no estuvieran plagados de mentiras tan patéticas.


En fin, si al infringir flagrantemente el 8° Mandamiento de la Tabla de Moisés (del 7°, “no robarás” ya ni hablar), trajera como consecuencia un castigo divino, ni duda cabe que la clase política mexicana ganaría de calle todas las amonestaciones disponibles. Del quebranto por parte de los políticos a esos preceptos somos testigos los mexicanos de cualquier lugar del país; Veracruz de ninguna manera es la excepción porque aquí pudiéramos confeccionar todo un rosario de casos que ni remotamente están cerca de la verdad. Pero esa será otra historia que pronto podrá ser contada, y hasta cantada.


alfredobielmav@hotmail.com



MAYO 2009

LA CLOACA

Por Alfredo Bielma Villanueva


Sin lugar a dudas vivimos en un país en el que “no pasa nada, y cuando pasa tampoco pasa nada”, según reza un muy conocido adagio que retrata con diáfana claridad nuestra forma de ser como nación sumergida en las oscuras aguas de un régimen político que no termina por irse y en otro cuya aparición es dificultada por los pesados lastres del pasado más inmediato. Un régimen el en que la impunidad y la corrupción se entronizaron y no ha habido la suficiente voluntad para desaparecerlas. Tómese en cuenta que cuando se habla de corrupción no necesariamente se alude al obtener beneficios del erario de manera ilícita sino a una disposición muy generalizada al interior de la sociedad que se traduce en el muy liberal deporte del dejar hacer y el dejar pasar respecto de las conductas y actitudes de nuestra muy demeritada clase política.


Cuando pensábamos que el ex presidente De la Madrid por la medianía de carácter que siempre lo caracterizó pasaría a mejor vida preservándose de la aguda y penetrante opinión pública, de pronto nos regala una reveladora entrevista cuyo contenido no por sospechado deja de ser escandaloso en un país paradójicamente acostumbrado ya a esos temas. Con la decepcionante cuanto inútil marcha atrás respecto de lo que había declarado De la Madrid sufrimos pena ajena, pues para apoyar el desmentido se hizo referencia a los problemas de salud, mentales y físicos, del ex premier magistrado de la nación.


Pareciera que entre los malos augurios para los ex presidentes de la república que no mueren a tiempo está el de sufrir el escarnio público o, de perdida, por su notoriedad exhibir los estragos del paso de los años. Aún se recuerda la imagen de Adolfo López Mateos cuando ya ex presidente se le veía arrastrando penosamente los pies y esbozando una involuntaria sonrisa que el movimiento incontrolable de sus labios no evitaba disimular. Él, que otrora se había distinguido por su extraordinaria oratoria, por su figura esbelta y de talante de hombre bien plantado, formando un todo que el poder del cargo magnificaba, llegando a ser uno de los presidentes más queridos del siempre generoso pueblo mexicano.


Del ex presidente Luís Echeverría ya mucho se ha hablado, no muy bien por cierto. De José López Portillo conocimos los penosos últimos días que un amor senil le deparó, ventilado bajo los reflectores noticiosos como un melodrama de mefistofélica manufactura. De Ernesto Zedillo poco se sabe, como no sea su maleable capacidad para asesorar grandes consorcios en el país del norte; pero mientras viva no estará exento de un resbalón.


De Salinas de Gortari pensábamos que ya se había dicho todo, pero ahora De la Madrid lanza rayos y centellas al reconocer que en el gobierno de su sucesor se produjeron corruptelas y ligas con el narcotráfico. Que se robó parte de la partida secreta del gobierno, coincidiendo en esto con Luís Téllez, el ex secretario de comunicaciones que fue pescado en una grabación que se hizo pública. Semanas antes, Ahumada había levantado polvos, restos del pantano aquel en donde florecieron las ligas y las bolsas llenas de dinero y que dieron lugar al siempre negado complot, según él coordinado por el inefable Salinas en contra de López Obrador.


De mentiras y de engaños, de robo de dinero, de asesinatos, de truculentas lucubraciones está repleto el cosmos de la política a la mexicana. Está visto que aquí todo se sabe por el rumor y cuando de este se pasa a la confirmación a través de voces autorizadas, como en este caso De la Madrid, basta con un desmentido a secas para termina con todo.


Aquí para encarcelar a un adversario político se le pueden sembrar cadáveres en su patio trasero o armas en sus recamaras, como lo hicieron con la Quina encarcelándolo por años y nada sucede al atrabiliario que manipula el plan. Se puede acusar de robo a un dignatario y nada ocurre; se pueden manejar spots que infaman y a parte de las risas, chistes y comentarios, nada, absolutamente nada ocurre. Aquí lo Kafkiano sucede en Utopía.


Por ello, no deja de llamar la atención el contenido de un mensaje que corre por la red a manera de reclamo anónimo o de venganza popular, en el que se expresa con ingeniosa inspiración lo que ocurre en el submundo de los grupos dedicados a la política nuestra: *Dice el maestro al discípulo: “los diputados, senadores, asambleístas y demás, son como una tortuga en un poste. Después de un breve lapso, el joven responde: “No comprendo la analogía… ¿Qué significa eso, señor”? “Entonces el señor le explica: si vas caminando por el campo y ves una tortuga arriba de un poste de alambrado haciendo equilibrio ¿Qué se te ocurre?" Viendo la cara de incomprensión del joven, continúa con su explicación: "Primero: No entenderás cómo llegó ahí. Segundo: No podrás creer que esté ahí.- Tercero: Sabrás que no pudo haber subido allí solito.- Cuarto: Estarás seguro que no debería estar allí. Quinto: Serás consciente que no va a hacer nada útil mientras este allí. Entonces lo único sensato seria ayudarla a bajar."


¿UTOPÍA? Se deja al criterio de cada quien, lo cierto es que indiscutiblemente hay muy dignas excepciones y fácilmente pueden ser enumeradas, no faltaba más; no todo está podrido en Dinamarca, decía el vate inglés.


*NOTA: esta ingeniosa analogía circula por la Internet, cualquier reclamo que sea por esa vía al autor desconocido.


afredobielmav@hotmail.com


Mayo 2009

LA RESACA
Por Alfredo Bielma Villanueva


Tras la emergencia viene la calma, un sosiego que debiera ser de prudente observancia de las indicaciones sanitarias por cuanto a que lo que está en juego es la salud pública y porque en tratándose de epidemias, dicen los que de esto saben, después del primer brote sobreviene un “rebote” que en ocasiones resulta más peligroso sino se toman las medidas preventivas adecuadas. La reacción de las autoridades mexicanas para impedir la propagación del virus parece que han sido las correctas a juzgar por los resultados obtenidos hasta ahora y no debe tirarse por la borda el comportamiento maduro y solidario del ente colectivo.


La etapa que prosigue es la de relajar ciertos controles pero se tiene la confianza en que la ciencia y la tecnología estarán vigilantes de todo lo que acontezca acerca de este fenómeno de salud en México y en el mundo. Epidemiólogos, virólogos, químicos, biólogos y demás especialistas en la materia estarán pendientes en sus respectivas áreas de trabajo para encontrar las vacunas correspondientes que controlen y ataquen al virus recién mutado. Por su parte, la Secretaría de Salud distribuyó entre los Estados 242 mil 182 dosis del antiviral Oseltamivir que ha probado su eficacia curativa contra el virus de influenza AH1N1, seguramente las autoridades veracruzanas de salud informarán cuántas le fueron remitidas.


Al regresar a la relativa “normalidad” retornamos también al molde social y político que conforma nuestro entorno cotidiano. Por esa razón inmediatamente empezamos a escuchar las voces interesadas acerca de qué autoridad lo hizo mejor en la contingencia; qué político está mejor posicionado en la opinión pública según sus reacciones de mando ante la crisis de salud que acabamos de enfrentar. Ya se habla de que Ebrard ganó extraordinarios puntos y se sugiere que superó al presidente Calderón y a Peña Nieto, como si lo sucedido hubiera consistido en una pasarela de lucimiento personal y no de acciones sopesadas al amparo de recomendaciones científicas y de estrategias de gobierno en tiempos de crisis.


Pero son tiempos electorales, tiempos de campaña en los que abiertamente o con disimulo se envían mensajes y se propinan golpes al adversario. Pudiera ser por esta razón por la que el tema de Granjas Carroll sigue vigente en columnas políticas de los diarios impresos y sitios de la web. Por lo pronto ya nos enteramos que el permiso para que esta industria se instalara en el Valle de Perote fue expedido en tiempos del gobernador Patricio Chirinos. Esto último no tendría nada de particular si por el momento las ya famosas granjas no cargaran con el peso de la maledicencia pública y la sospecha aún no despejada científicamente de ser el origen del virus que acongoja actualmente al planeta.


Según las especificaciones que las autoridades sanitarias imponen para autorizar el funcionamiento de este tipo de negocios, la empresa cumplió con los requisitos reglamentados. Pero en todo caso, si bien Chirinos autorizó la instalación, los subsiguientes gobiernos han ratificado su anuencia para su operación. Incluso fue avalado por el gobernador actual cuando en la primera semana de su ejercicio-diciembre de 2004- Fidel Herrera Beltrán estuvo en Totalco, en la Granja de Cerdos Carroll, en donde “dijo a los presentes en esa reunión que había llegado la “hora de Perote” (…) “Allí, sobre la marcha, el gobernador dispuso que de inmediato se realizara un programa que vinculara a la producción de cerdos con la agricultura para que esta suministrara los insumos que aquella requiera. Prometió también restaurar la parroquia del lugar, reconociéndole calidad de patrimonio cultural”. (Del Libro “Recuento de un Estilo” p. 107, Xalapa, 2006).


Se ignora si los colaboradores del ramo agropecuario del gobierno veracruzano procedieron a cumplir con el ofrecimiento del gobernador implementando el programa que “vinculara la producción de cerdos con la agricultura”, acaso los pobladores lo sabrán, pero se ha informado que la empresa misma, quizá en correspondencia al posible daño ecológico producido por su funcionamiento, apenas en octubre pasado “aportó 500 mil pesos para apoyar la campaña Fidelidad Forestal (en Veracruz, por ocurrencia folclórica, a todo programa se le etiqueta como Fidel”), según escribió en El Universal Carlos Macías Richard en un artículo de 29 de abril al que intituló Influenzas Veracruzanas.


Es dura la resaca y sus consecuencias, porque habiendo estado en el ojo del huracán la comunidad La Gloria del municipio de Perote frecuentemente se producen alusiones periodísticas, como la de Carlos Loret de Mola en El Universal el pasado 5 del presente mes: “Se cansó de usar al niño Edgar Hernández, el “caso cero” de esta influenza; guió reporteros a su casa, gestionó entrevistas, donó ambulancia y cuando la mamá empezó a cuestionar por qué se tuvo que enterar en TV de que su hijo tenía A (H1N1) cambió la política y exigió a los medios respeto a la privacidad del menor”.


Pero al margen de las procacidades políticas preocupan las deficiencias institucionales de nuestro sistema de salud que han quedado al descubierto y que son de todos conocidas. Ya se sabe que la Red de Laboratorios de Salud pública no funcionó con la eficacia requerida, según declaraciones del Dr. Juan Ramón de la Fuente a Reyes Razo en OEM: “Lo que sucedió no es que no existieran los laboratorios. ¡Existen desde hace mucho tiempo! Son la Red de Laboratorios de Salud Pública que crearon secretarios de Salud que me antecedieron en el cargo. Yo mismo la amplié. Y por lo menos ¡dos! de esos laboratorios, uno en la Ciudad de México, otro en Veracruz, tenían la infraestructura necesaria para hacer las pruebas que nos permiten tener una alta certidumbre en el diagnóstico de alguien que pueda tener un virus de esta naturaleza. ¿Porqué no funcionaron desde el principio esos laboratorios?, ¿Faltaban reactivos?... pues esas son las respuestas que la sociedad mexicana debe conocer.” ¿Alguien en el Sector Salud veracruzano tendrá la bonhomía de informar?


Iniciamos una semana en la que se pondrán a prueba las nuevas medidas implementadas por el gobierno federal y los estaduales. En época de crisis como esta de salud para la sociedad mexicana lo importante es sentirse protegida, segura de que está a buen resguardo. Sobre todo los niños que, ajenos a las travesuras que algunos de sus mayores gustan en desplegar, transitan por la vida inocentes y confiados en el decir y hacer de sus servidores públicos.


alfredobielmav@hotmail.com
Mayo 2009