SOCIEDAD ENFERMA

Por Alfredo Bielma Villanueva

“El lado oscuro de la acera” pudiera denominarse a cualquier enfoque acerca de las patologías sociales en una sociedad que, como la mexicana, presenta diversos recovecos derivados de sus orígenes y de su historia: acentuado indigenismo, mestizaje, criollismo e intensa y variada inmigración. ¿Cuánto tiempo ha transcurrido desde aquel “mexicano enano” de la década de los sesenta del siglo pasado a la actualidad? ¿Realmente nuestra genética social nos determina como nación? Las respuestas habría que buscarlas en el cotidiano mexicano, en el tejido social que durante siglos se ha venido conformando hasta lograr lo que ahora es la nación mexicana.

Durante mucho tiempo la sociedad mexicana se admiraba de la discriminación hacia la gente “de color” en los Estados Unidos, pero no advertía la enorme viga que cargaba en el subconsciente porque a su vez aquí se hacía escarnio de la condición de “indio” y hasta de pobre. En la gran ciudad de México todavía en la segunda mitad del siglo XX “ser blanco” o tener ojos claros representaba una condición superior a los demás. Al “chilango”, habitante de la capital mexicana, se le admiraba por ese solo hecho y en esa condición asumía cierta superioridad sobre sus paisanos de provincia; los siglos de dominación europea sobre la numerosa población aborigen crearon graves complejos de superioridad e inferioridad en la identidad mexicana.

Por ello, de entrada irrita, solivianta observar la conducta de un individuo sacado de sus casillas, insultando a quien supone un ser inferior, incapaz de defenderse de los golpes que impunemente le asesta. Escuchar el lenguaje soez, los insultos a gritos de un individuo prepotente enderezados en contra de un joven que se deja atropellar de esa manera sin responder a la agresión, nos deja un amargo sabor moral ¿Qué ocurre, qué pasa en el contexto de la sociedad mexicana que es capaz de engendrar conductas de esta naturaleza? Porque habrá de aceptarse que tanto agresor como agredido forman parte del mismo caldo de cultivo, cual es el mexicano.

Pasado el disgusto, observado el fenómeno con la mayor objetividad posible cual debe de ser, vuelto a ver el video, poco a poco se diluye la reacción pasional para dar paso a la reflexión y, con la psicología social como herramienta, intentar entender el porqué del suceso. Lo que vemos es, por un lado, a Miguel Secal un individuo enfermo, un auténtico desquiciado mental, un energúmeno patológico merecedor de urgente tratamiento siquiátrico, que ha sido engendrado por una sociedad con resquicios genéticos aún no superados y, por otro lado, se observa a un ser humano al que la condición económica le obliga a soportar golpes e insultos en actitud semejante a la de los esclavos de pasados siglos solo para conservar su fuente de subsistencia, cuan grave sería el que este suceso reflejara un mal orgánico en la sociedad mexicana.

Ese fenómeno social nos viene desde el descubrimiento y la conquista, cuando se consideró a los aborígenes del territorio que ahora ocupa México como seres irracionales, inferiores, semejantes a animales incapaces de reaccionar ante cualquier estímulo cultural, es una concepción que pervive en la memoria histórica, reavivada por quienes no llevan en sus venas las raíces culturales y sanguíneas de este pueblo puesto que son producto de inmigraciones, paradójicamente auspiciadas por la nobleza de un pueblo nacido de una inmigración heterogénea.

Reflexiones aparte, el pobre energúmeno que vemos en el video quizás lo único que tiene es dinero y seguramente una patología psicológica rayana en la locura, porque tal debe considerarse cuando al descargar su ira reitera su impunidad, expresando frases hirientes fundamentadas en la creencia de que el dinero otorga superioridad, y luego entonces también consigue impunidad. Esto último, lamentablemente en nuestro medio es más que posible, pues iterativa es adyacente a aquella “sustanciosa” charla telefónica entre el gobernador de Puebla Mario Marín y Kamel Nacif.

Sin duda, las condiciones de las sociedades de los tiempos en que se incubó la Independencia y las que causaron la Revolución mexicana no son similares a las que rigen en la actualidad, mucho tiempo ha transcurrido y muchos cambios socioeconómicos y políticos se han producido desde entonces. Sin embargo, en el actual contexto social, en la conciencia colectiva del mexicano perduran atávicas rémoras psicológicas, que nos recuerdan cuán lejos estamos aún de la condición implícita en la frase que acuñó el ensayista y filósofo dieciochesco Francois Marie Arouet, Voltaire, cuando sentenciaba: “Yo, la única aristocracia que reconozco es la de la inteligencia”, completada con otra del mismo autor que explica con meridiana transparencia la escena que narramos: “Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero”.

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Enero 2012      






LA ZAFRA

Por Alfredo Bielma Villanueva

El domingo 15 del mes en curso el gobernador Duarte de Ochoa dio el banderazo de inicio de la zafra 2012 en el ingenio San Pedro, ubicado en Saltabarranca, factoría venida a menos después de ser una de las más importantes y con extensa zona de abastecimiento precisamente en los límites entre la Región de los Tuxtlas y la Cuenca del Papaloapan; el demérito en que ha caído lo confirma el hecho de estar iniciando su zafra por lo menos dos meses después que lo hacía en los años de bonanza. Como este ingenio, otros corren la misma suerte, aquellas zafras de cinco y hasta seis meses de duración ahora se han reducido a tres, con las amargas secuelas que repercuten en la vida de cientos de familias azucareras y cañeras que viven de la gramínea y fabricación de azúcar.

Este es un fenómeno que se reproduce en un gran número de ingenios azucareros del país y, por supuesto, de Veracruz, en donde esta industria de transformación es de gran importancia estratégica pues de ella dependen económicamente cientos de miles de veracruzanos. Allí laboran trabajadores eventuales y de planta permanente, es decir, hay quienes solo trabajan en el periodo de zafra y quienes trabajan desde la “reparación” o mantenimiento de la fábrica; excepto algunos cuantos, no todos laboran los doce meses del año.

Qué decir de los abastecedores de la materia prima, si bien tienen asegurado al cliente, están expuestos a las agresiones de la naturaleza o a un escaso rendimiento de sus  tierras, sobre todo aquellos que no pudieron o no tuvieron recursos para abonarlas. Regiones como la Cuenca del Papaloapan en donde se asienta un buen número de ingenios azucareros son proclives a las inundaciones anuales, con el consiguiente riesgo de que la caña se mantenga varios días bajo el agua, afectándose en sacarosa y rendimiento. Obviamente, eso ocasiona severas mermas en las ganancias del cañero que al no poder cubrir las deudas que contrajo durante el año los obliga a seguir viviendo de prestado para la subsistencia diaria, atenido a que el próximo ciclo agrícola le produzca mejor zafra.

El calcinante sol del trópico comienza su abrasadora tarea apenas despuntan sus primeros rayos y se extienden sobre el caserío y los verdes campos. En ocasiones el amanecer se acompaña de una espesa bruma que anuncia que el día será altamente caluroso; las garzas y las chachalacas desde muy temprano levantan el vuelo para trasladarse a sus espacios de alimentación, por la tarde, con la precisión de un reloj, regresan a sus respectivas moradas en un eterno ir y venir que la sabia naturaleza les ha agendado.

El silbato de la fábrica de azúcar se escucha a las 6.30 de la mañana, es el aviso previo a la entrada de los trabajadores del ingenio que relevarán en sus faenas a quienes entraron a sus labores a las 12 de la noche, son tres turnos que cubren 24 horas porque la fábrica no se puede detener, va siempre al unísono con el ritmo de los cortadores de caña que desde el amanecer, previendo los intensos rayos solares, comienzan su dura y sudorosa jornada. En el pueblo, los molinos de nixtamal, las carnicerías, las verdulerías, los pequeños changarros abren sus puertas porque muy temprano ya hay gente en las calles haciendo las pequeñas transacciones comerciales de las que puedan ser capaces.

 Así inicia la rutina diaria de un pueblo de obreros, campesinos y pequeños comerciantes cuya vida está sujeta al ciclo que la naturaleza impone al cultivo de la caña. Tres o cuatro meses de zafra al año se convierten en la sabia que da vida a las poblaciones que dependen de los ingenios azucareros.

En periodo de zafra, por el lado del campo, el corte de caña utiliza eventualmente más campesinos, que de todas maneras ya no son tan numerosos como antaño debido a la tecnificación que, aunque incipiente, agrega tractores y segadoras automáticas. Los propietarios de camiones para transportar la caña del campo al batey y los chóferes cierran el círculo de empleados eventuales de la zafra, por los empleos directos e indirectos hay mayor derrama de circulante durante el corto tiempo que dura la transitoria “bonanza”.

Pero ocho meses del año corresponden al llamado “tiempo muerto”, durante el cual la actividad decae, como si la población invernara en pleno verano, solo algunos emigran a buscar trabajo, los más permanecen vegetando, viviendo de prestado para pagarlo en la zafra. Tiempos severamente austeros en los que comprar una paleta “magnum” o intentar salir para un ligero viaje de recreo a la ciudad más cercana es un verdadero lujo, quizá hasta osadía, a veces explicable solo por razones de salud.

Poblaciones como Cardel han logrado salir adelante con relativo progreso por razones de ubicación geográfica o, en este caso específico, porque es el centro comercial de toda una región y su impulso principal fue la planta de Laguna Verde. Además, recoge comercialmente la paga semanal de dos ingenios, en lo que compite con Ursulo Galván. En Lerdo de Tejada, la ubicación de dos ingenios, ha sido el promotor económico que generó múltiples actividades sucedáneas, changarros, fábrica de hielo, talleres mecánicos, y que por ser el centro comercial recibe consumidores de Cabada y Saltabarranca; poblaciones también sujetas al cultivo de la caña y a una incipiente ganadería que no acaba de crecer.

Juan Díaz Covarrubias, del municipio de Hueyapan de Ocampo, también está a expensas de los trabajadores del ingenio; son cientos de familias cuya economía está fatalmente ligada al destino del Ingenio Cuautotolapan. Una economía de subsistencia que sujeta y somete a la población al caprichoso ciclo de la industria azucarera, cuyos propietarios que obviamente no padecen las inclemencias del calor, del polvo, de las enfermedades tropicales, solo piensan en aumentar sus ganancias. “Unos pocos contra muchos cuantos”.

En la memoria de los más ancianos de este lugar viven con dolorosa nostalgia los tiempos idos, cuando la zafra aliviaba zozobras económicas y hacía las veces de lo que es el aguinaldo para los burócratas. La situación no deja de revelar uno de los fracasos más evidentes de los gobiernos estatales y federales, pues no han atinado a implementar programas de desarrollo agropecuario o comercial que generen fuentes de empleos adicionales a los creados por la industria azucarera, que por sí sola resulta insuficiente frente al aumento poblacional. Así lo expresa el rezago social y económico de las zonas con monocultivo cañero. Una explicación más para la enorme emigración que ha despoblado el campo mexicano.

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Enero 2012











DIALOGOS EN UTOPÍA: MADRAZO-PEÑA

Por Alfredo Bielma Villanueva

Preocupado porque la realidad le está reflejando un panorama que no es el que se había imaginado, como pudo, Peña logró evadir el estrecho cerco en el que se mueve para abrevar en la experiencia de Madrazo, su antecesor hace seis años en la búsqueda de la presidencia de la república como candidato del PRI. Ya sin el resquemor producto de las eventuales desavenencias partidarias Madrazo accedió a intercambiar sus puntos de vista respecto de las circunstancias que habrá de enfrentar el nuevo candidato del Partido Revolucionario Institucional camino a Los Pinos. Así, se sentaron a analizar los pormenores de una realidad concreta:

MADRAZO- Ten cuidado, no te confíes, el mismo sentimiento de euforia al interior del PRI que ahora percibes lo viví hace justo hace seis años, cuando alardeábamos de que el PRI tenía casi medio cuerpo en Los Pinos. Ya conoces los amargos resultados de aquella dolorosa derrota que nos situó en el tercer lugar debido al pírrico número de votos conseguidos. Acerca de ese resultado intenté explicármelo y publique en un libro mi enfoque derivado de la información recibida y en base a las experiencias que me dejó el desarrollo de aquella fallida campaña electoral de 2006.

PEÑA - Al igual que ocurrió contigo, a mí y a nuestro partido nos pronostican buenos números en la apreciación ciudadana, de allí que la experiencia que tu y Francisco Labastida vivieron me sirven para alertarme que no hay ventaja inalcanzable, por cierto, Andrés Manuel López Obrador también sabe de ventajas vaporables. Pero, ¿cómo hacérselo entender a quienes desde ahora festejan un mas que hipotético triunfo? ¿De qué manera les hago razonar que solo unidos podremos tener una oportunidad? Me queda muy claro que hasta ahora hemos evitado el problema de la división al interior de los grupos priístas, contrario a la que provocó tu candidatura, y por cierto ahora tengo a mi lado a varios de aquellos ex gobernadores que formaron el TUCOM y abrevo en ellos de aquella experiencia para no repetirla.

MADRAZO- Para no repetirme son diversos factores a considerar, por supuesto uno de los más importantes es conservar la unidad priísta. El ríspido enfrentamiento que tuve con Elba Esther Gordillo, con Arturo Montiel y con quienes formaron el TUCOM para oponerse a mi candidatura causó una enorme estela de insumos políticos que pesaron en el resultado electoral ya que el diferendo se extendió hasta los gobernadores, ya que algunos de ellos estaban más interesados en su propia circunstancia que en servirle a su partido. Tú lo sabes, el Estado de México, Coahuila y Veracruz, entre otros, mantuvieron un bajo perfil de protagonismo príista. No estoy resentido, el tiempo aminora las pasiones pero no está por demás que mantengas un estrecho control sobre la actitud y conducta de cada uno de los gobernadores priístas, alguno de ellos transitan por serios problemas financieros y de inseguridad pública y podrían sucumbir a las presiones del gobierno federal; no olvides que Calderón no es Fox.

PEÑA – Tienes razón en las dos últimas premisas. No escapa a mis asesores el perfil de cada uno de los gobernadores priístas, que por cierto ya no son los que a ti te tocaron durante la campaña de 2006. Yo mismo era gobernador del Estado de México en ese entonces, por lo que me siento aludido en tu apreciación acerca de nuestra conducta respecto de tu candidatura. Si bien el resultado electoral en el Estado de México arrojó números negativos, pues perdimos la mayor parte de las alcaldías importantes y varios distritos, ello no es imputable a mis deseos recuerda que aún no me consolidaba en el cargo y navegábamos contra la corriente pues pesaba el desprestigio de Montiel debido a la enorme carga de corrupción habida durante su gobierno. De cualquier manera el PRD y el PAN se despacharon con la cuchara grande, pero debe ser obvio que no por mi culpa ya que yo también salí afectado por aquel resultado que me dejó fuerte oposición política en casi todo el territorio estatal.

En lo de que Calderón no es Fox también es acertado. Este último es un verdadero flan en política, pero a Calderón se le cocina a parte pues cuenta con una sólida experiencia partidista y política fuera de toda duda, eso lo convierte en un temible adversario. Hay referencias que revelan cómo el gobierno federal ha trabajado para aspectos electorales. No me cabe la menor duda de que empleará el tema de la inseguridad pública para mantener en jaque a algunos gobernadores; en no pocos hemos advertido ciertas contemplaciones hacia el gobierno federal porque su situación financiera y de inseguridad pública no es la deseable, por lo que son bastante vulnerables a las presiones desde el centro.

MADRAZO- Soy priísta por convicción, genéticamente mis lazos políticos son indisolubles con el PRI y es mi mas caro anhelo que regresemos a Los Pinos. Tu candidatura, a diferencia de como fue la mía ha transcurrido tersamente al menos en la apariencia hacia afuera; además, en mi contra operó la corrupción de varios gobiernos federales priístas durante el largo periodo hegemónico, también la indiferencia mostrada por algunos gobernadores. Tú enfrentarás a un contexto social con ciudadanía más despierta y mejor enterada, más exigente y más participativa. A propósito ¿Tienen ya la prospectiva de los votos que presumiblemente cada estado pudiera aportar?

En cuanto al número de Estados gobernados por gente de nuestro partido la situación no ha variado sustancialmente en seis años, pero sí el perfil de los titulares del ejecutivo. Recuerda que por lo menos en Veracruz, Oaxaca y Puebla los gobernadores eran operadores electorales de añeja experiencia, sin embargo esa tesitura no se reflejó en las urnas. Ahora, Oaxaca no tiene a Ulises Ruiz ni Puebla a Mario Marín ni en Veracruz está Fidel Herrera, sin duda, al igual que Nuevo León, sus dirigencias requerirán de asesorías extraordinarias para solventar los detalles electorales que se vayan presentando. No me cabe la menor duda que has integrado en torno a tu candidatura un equipo político electoral de primera, ellos seguramente ya tienen un diagnóstico sobre el particular, con Oaxaca y Puebla gobernados por la oposición poco podremos hacer, pero Veracruz merece atención especial, supongo que de allí esperas, por lo menos, un millón y medio de votos a tu favor. No la veo fácil amigo Peña.

PEÑA- No está fácil maestro, lo he experimentado con mayor intensidad en estas últimas semanas en las que me ha ido como en feria, de pronto adquirí conciencia de la volatilidad del ambiente en que nos movemos. De cualquier manera hay que aprovechar los tropiezos de este inicio, que mejor que no acontecieron en vísperas de la elección. La selección de candidatos a legisladores no es, por supuesto, la mejor, pero tú lo sabes, en nuestro partido es difícil desatender ciertos compromisos cuya cercanía quema. Confieso que en mi inicial arrogancia veía esto muy fácil, pero entre tanto plañidero a mi alrededor, cuánta falta hace un verdadero amigo que nos diga la verdad. Mis adversarios son de temer, lo que no me arredra, aunque si me preocupa que nuestra estrategia no logre penetrar con éxito en la conciencia ciudadana, ¿cómo hacer para que voten por mí, por el PRI y mantener la ventaja?

MADRAZO- He allí la cuestión; debes medir cuidadosamente tu discurso, eso que acabas de proponer de mayores atribuciones para el Ejecutivo peca de anacrónico y va en sentido contrario a la transición política; a algunos gobernadores que ya se acostumbraron al papel de Virreyes no gustaría el retroceso, obviamente a la ciudadanía tampoco. Evita debatir lo más que sea posible, recuerda aquel episodio de López Obrador con Fernández de Cevallos. También aleja de ti y del PRI a ciertos ex gobernadores señalados por la opinión pública de sus estados como corruptos, ya lo viste con Moreira y Mario Marín; pero hay otros peores, pues suman su carencia de compromiso social y actitudes demagógicas a que representan lo más negativo del viejo PRI, su cercanía es letal para la imagen de cambio que quieres diseñar.

Por cierto, no te olvides de las redes sociales, que no sea ese tu talón de Aquiles porque quienes allí navegan son principalmente jóvenes mexicanos, muy enterados y deseosos de cambios, por más que nuestro amigo Pedro Joaquín Coldwell afirme que las redes no votan allí se podría incubar una contracorriente. Por cierto, no descuides a Pedro Joaquín, es un actor político serio, buen cuadro y de esto sabe mucho, aunque lo veo relegado por tu primer círculo de colaboradores ¡Aguas! Te lo digo por experiencia.

Algo más, recuerda que el sistema pudo superar la crisis de 1976 con la vieja fórmula de “mantener unida a la clase política y pagad bien al ejército”. Es sibilino, reflexiónalo.
PEÑA- Lo registro en mi agenda, espero nos volvamos a encontrar para analizar el decurso y el discurso de la campaña. (Mentalmente se fijó la idea de entrevistarse con el candidato de las izquierdas para comentar con él lo relativo al eventual riesgo de una elección interferida por el “problema de la inseguridad pública”)

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Enero 2012