SPOIL SYSTEM

Por Alfredo Bielma Villanueva


El “Spoil System” (sistema de despojo) nació en los Estados Unidos auspiciado por el presidente Andrew Jackson (1829-1837); su significado sustantivo atribuía al candidato triunfante en una elección la facultad de arrogarse y distribuir los cargos públicos entre quienes integraban su séquito. Es evidente que de allá trascendió a México en donde se le ha adoptado y adaptado otorgándole cabal vigencia, a tal grado que las alternancias en el gobierno federal, los estatales y los municipales no lo menguaron y sí, a cambio, se le ha fomentado en todos sus alcances.


La distribución de puestos públicos entre los seguidores en propósitos y complicidades, entre amigos e incluso parientes ha sido un método común en nuestro país, y últimamente, por razones que por sí solas se explican, ha derivado, corrompiéndose aún más, a la versión de otorgar cargos administrativos o de elección a quienes aportan dinero para las campañas, sin importar la fuente de donde provenga.


Esto último es una realidad confirmada en los hechos y, como la hiedra, se ha ido extendiendo cada vez más hasta convertirse en un lugar común que ya a nadie sorprende. La memoria histórica mantiene fresco el episodio, que en otras latitudes del orbe hubiera provocado graves consecuencias para los involucrados, ocurrido en 1995. Fue el escandaloso asunto de los miles de millones de pesos gastados en la campaña de Roberto Madrazo, para gobernador de Tabasco; esa acusación se soportaba con abundancia de documentos, exhibidos en pleno Zócalo de la Ciudad de México por Manuel López Obrador. El origen del recurso se ubicó en las cuantiosas aportaciones monetarias del “Banquero” Cabal Peniche, de quien más tarde, durante su éxodo, aprehensión y cautiverio en Melbourne, se descubrieron operaciones financieras de dudosa manufactura.


En un más reciente capítulo, durante la campaña de 2004 en el Estado de Veracruz, corrió fuerte el rumor sobre las aportaciones en especie que hizo un prominente empresario poblano dedicado a darle valor agregado a la mezclilla, regalando chamarras, camisetas, gorras, etc., para uno de los candidatos al gobierno estatal. En aquel entonces, independientemente del apoyo que presumiblemente aportó para la campaña de su partido el gobierno estatal, también se habló de recursos provenientes de empresarios dedicados a la venta de gasolina y de la construcción, entre otros.


Con estos antecedentes, no es para dudar siquiera que la descomposición de todo un sistema presumiblemente democrático siga su escala ascendente, en caída libre mientras tanto no haya un cambio sustantivo en la estructura del Estado. La urgencia de esto último lo subraya la bipolaridad política que actualmente vive México y que en la medida que se acerca 2012 se irá manifestando con recrudecidos enfrentamientos entre la oposición mejor estructurada representada por el Partido Revolucionario Institucional contra el gobierno federal encabezado por el Partido Acción Nacional, al que le cayó el “chaquiste” apenas iniciado en 2006. En ese diferendo, unos contradicen las propuestas gubernamentales y otros, con flácidos argumentos las defienden. Sin embargo, el común denominador que los emparienta radica en que solo buscan beneficios electorales inmediatos, “llevar agua a su molino”, el bien común que aparenta estar detrás de sus respectivas posiciones queda muy lejos de sus propuestas.


Si realmente los partidos fueran la expresión de las condiciones sociopolíticas de la sociedad, en los hechos la disputa entre dos partidos no refleja la estructura real del contexto social, pues al estar seccionado en dos grandes bloques: una clase media cada vez más depauperada y un enorme sector poblacional sumergido en la desesperanza de la extrema pobreza ¿Podemos colegir con precisión que los partidos políticos están realmente expresando el pulso de la nación? No, mientras sus esfuerzos permanezcan en la superficie de lo electoral y no se cristalicen en cambios de fondo, en lo económico y lo político.


Ciertamente, la corrupción electoral no se mide sólo en función de quién hace las mejores ofertas con programas que resultan de dudosa aplicación porque son mentiras torcidas (como la propuesta de la pena de muerte del verde Ecologista), sino también por la ejecución de la deshonesta e incontrolable compra del voto ciudadano, aprovechando que la gran mayoría de la población, por vivir en condiciones de pobreza extrema, utiliza su boleta para las urnas como un vale de cambio.


Estos son los extremos hasta donde hemos llegado porque el sistema político actual está esclerótico y requiere de medidas extremas para transformarlo y/o revitalizarlo; las propuestas están a la vista: referéndum, plebiscito, revocación de mandato, reelección de diputados y alcaldes, reducción sustantiva del número de legisladores, federales y estatales, sólo falta voluntad de cambio para llevarlas a cabo. Nada nuevo, pero cuán difícil resulta aplicarlos en un país víctima del Spoil System, en el que la ciudadanía no es respetada como pueblo político sino considerada, al igual que en los viejos feudos se veía a los súbditos, como un rebaño al que sin miramiento alguno las minorías en el poder suponen que es tarea fácil el imponer su voluntad.


alfredobielmav@hotmail.com

Septiembre 2009





CAÑA AMARGA

Por Alfredo Bielma Villanueva

El calcinante sol del trópico comienza su abrasadora tarea desde muy temprano, apenas despuntan sus primeros rayos y se extienden sobre el caserío y los verdes campos. En ocasiones el amanecer se acompaña de una espesa bruma que anuncia que el día será altamente caluroso; las garzas y las chachalacas desde muy temprano levantan el vuelo para trasladarse a sus espacios de alimentación, por la tarde, con la precisión de un reloj, regresan a sus respectivas moradas en un eterno ir y venir que la sabia naturaleza les ha agendado.


El silbato de la fábrica de azúcar se escucha a las 7.00 de la mañana, es el aviso previo a la entrada de los trabajadores del ingenio que relevarán en sus faenas a quienes entraron a sus labores a las 12 de la noche, tres turnos que cubren 24 horas porque la fábrica no se puede detener, va siempre al unísono con el ritmo de los cortadores de caña que desde el amanecer, previendo los intensos rayos solares, comienzan su dura y sudorosa jornada. Los molinos de nixtamal, las carnicerías, las verdulerías, los pequeños changarros abren sus puertas porque a esa hora ya hay gente en las calles ejercitando las pequeñas transacciones comerciales de las que puedan ser capaces.


Así inicia la rutina diaria de un pueblo de obreros, campesinos y pequeños comerciantes cuya vida está sujeta al ciclo que la naturaleza impone al cultivo de la caña. Cuatro meses de zafra al año se convierten en la sabia que da vida a las poblaciones que dependen de los ingenios azucareros; durante este periodo la empresa aumenta el número de trabajadores porque se juntan los de “planta temporal”, que sólo trabajan en zafra, con los de “planta permanente”, que al termino de aquella siguen laborando en labores de mantenimiento o de “reparación”, como también se les conoce a las faenas de preparación del ingenio para el siguiente ciclo.


En periodo de zafra, por el lado del campo, el corte de caña utiliza eventualmente más campesinos, que de todas maneras ya no son tantos por la tecnificación que, aunque tímida, con tractores y segadoras automáticas reduce sustancialmente el número de cortadores que antaño venían de lejanas tierras contratados para cortar la gramínea. Los propietarios de camiones para transportar la caña del campo al batey y los chóferes cierran el ciclo de empleados de la zafra. Hay pues, buena derrama económica durante el tiempo que dura la transitoria bonanza.


Ocho meses del año son del llamado “tiempo muerto”, durante el cual la población decae, como si invernara en pleno verano, y solo algunos salen a buscar trabajo, los más permanecen vegetando, viviendo de prestado para pagarlo en la zafra. Tiempos austeros en los que comprar una paleta “magnum” o intentar salir para un ligero viaje de recreo a la ciudad más cercana es un verdadero lujo, quizá hasta osadía, solo explicable por razones de salud.


Poblaciones como Cardel han logrado salir adelante con relativo progreso por razones de ubicación geográfica o, en este caso específico, porque es el centro comercial de toda una región y su impulso principal fue la planta de laguna verde. Además, recoge comercialmente la paga semanal de dos ingenios, en lo que compite con Ursulo Galván. En Lerdo de Tejada, la ubicación de dos ingenios, ha sido el promotor económico que generó múltiples actividades sucedáneas, changarros, fábrica de hielo, talleres mecánicos, que por ser el centro comercial recibe consumidores de Cabada y Saltabarranca; poblaciones también sujetas al cultivo de la caña y a una incipiente ganadería que no acaba de crecer.


Juan Díaz Covarrubias, del municipio de Hueyapan de Ocampo también está a expensas de los trabajadores del ingenio; la cabecera municipal vive del campo cultivando la caña y con ganadería incipiente. Son cientos de familias cuya economía está fatalmente ligada al destino del Ingenio Cuautotolapan. Una economía de subsistencia que sujeta y somete a la población al caprichoso ciclo de la industria azucarera cuyos propietarios que obviamente no padecen las molestias del calor, del polvo, de las enfermedades tropicales, solo piensan en aumentar sus ganancias. “Unos pocos contra muchos cuantos”.

Estas poblaciones están asentadas a orillas del huixtlacoyotol, un pequeño arroyo proveniente del raudal de veneros que lo nutren, nacidos en la sierra de “Los Mangos”. Vierte sus aguas ya no muy limpias en el “Río Grande”, como por allá se le dice al Río San Juan, que a su vez entronca con el Papaloapan.


En la memoria de los más ancianos viven con dolorosa nostalgia los tiempos idos, cuando aquella región era una selva. Lo asombroso es que, en términos de la humanidad, apenas han pasado 60 años y ya se perdió lo que a la naturaleza llevó siglos en construir. De aquél cristalino arroyo, pleno de vida, en el que convivía la “pepesca” con el “perro de agua”; en donde uno que otro lagarto disfrutaba de la apetitosa variedad de peces que enriquecían la dieta de obreros y campesinos del lugar.


El menú de alimentos se enriquecía con sólo traspasar los estrechos linderos del caserío; allí, el extenso llano estaba poblado de venados, conejos, tepezcuintles, armadillos y, por supuesto, de enormes serpientes, entre las que destacaban las de cascabel, el coralillo y la “sorda”, mejor conocida como Nauyaca. En la extensa campiña verdeaban el maíz y los cañaverales, algunos platanares ya plagados del “chamusco” y víctimas de las hambrientas tuzas. Pero había para todos en aquel vergel, rodeado de pantanos y lagunas plenas de camarón, lagartos y tortugas.

Los ricos montes fueron talados para sembrar la caña y extender la zona de abastecimiento del ingenio. El cedro, la caoba, el ébano, la Ceiba, el dagame, dejaron lugar para la gramínea, el signo del progreso.


La gente construyó sus casas en terrenos “de la empresa”; aledaños a la fábrica. Un caserío de angostas calles y estrechos callejones; sin agua entubada y sin drenaje, con un apagado servicio de energía eléctrica, que la empresa proporcionaba a los empleados y obreros, quienes tenían que auxiliarse con velas o, en el mejor de los casos, si bien iba, con lámparas de petróleo o de gasolina, según quien pudiera darse este último lujo.
Ya no existe aquel paraíso, “el progreso” lo extinguió. La llamada laguna del “macuil” fue drenada y en su otrora cuenca rica en camarón, caimanes y tortugas, ahora crece el zacate y la caña. Frutos “del progreso”.


La paradoja, cruel e insensible como suele ser cuando a cambio de la convivencia humana se destruye la naturaleza, es que aquella riqueza natural que se perdió no trajo en correspondencia beneficio equiparable a la población. Sí, hay escuelas, una clínica del IMSS y un consultorio del ISSSTE, los significados logros de la Revolución cuyo centenario nos aprestamos a celebrar.


Pero la población sigue sujeta, como moderno prometeo, al ciclo que la naturaleza le tiene marcado a la caña: 8 o 9 meses de “tiempo muerto” y tres o cuatro meses de zafra. Un ciclo de sádico ritmo, que no ha sido posible romper, y cuya causa pudiera atribuirse a la inercia inoperante de las autoridades, combinada con la displicencia de una población cansada de pedir y esperar “el progreso”.


alfredobielmav@hotmail.com

Septiembre 2009






MÉXICO Y LA UTOPÍA

Por Alfredo Bielma Villanueva


Entre chascarrillos y bromas, denotando su natural sencillez, en uno más de sus ajetreados días el gobernador se aprestó a conceder la entrevista establecida en la agenda; previamente se le había hecho llegar un cuestionario con las preguntas que le serían formuladas, pero lo rechazó con un gesto de sincera actitud, reflejo de su disposición para contestarlas de manera espontánea. De fácil palabra y carácter campechano, el gobernador recibió al reportero con una sonrisa a flor de labios y su característica amabilidad, que ya es fama en un político profesional como el que siempre ha sido. Sin más, el reportero preguntó:

“… ¿Qué palomeo le daría al trabajo que lleva desde el inicio de la administración o qué porcentaje ya lleva cumplido?- “Creo que tenemos fácilmente un 92 por ciento de ellos. Te debo decir que hay áreas en donde tenemos ya un 150 por ciento o un 200 o 300 por ciento. Hay áreas en donde hemos rebasado por mucho la meta que se prometía, en vivienda en carreteras, en agua potable, en alcantarillado, en tratamiento de aguas residuales, en cultura, en pasos a desnivel, vialidades, en infraestructura urbana, en infraestructura eléctrica. -“¿De todo lo que se recopiló en la campaña?: -De todo lo que se recopiló en la campaña, yo te puedo decir ahora que en muchos temas, en muchos rubros ya tenemos el 100 por ciento realizado, antes del quinto año de gobierno. Porque si yo me comprometí a que entre el sector público y privado íbamos a construir 100 mil viviendas, ahora te puedo decir que en lo que va de la administración hemos logrado 148 mil viviendas, por ejemplo”.


“En carretera, el compromiso eran 800 kilómetros, habrá que revisarlo. Llevamos, en este momento, mil 414 kilómetros entre carreteras modernizadas, entre nuevas carreteras y caminos rurales pavimentados, son 350 kilómetros de carreteras modernizadas, 351 kilómetros, 675 kilómetros de nuevas carreteras y 387 kilómetros de caminos rurales pavimentados…Sin precedente, yo te puedo decir que no sólo rebasamos las metas del Plan Estatal de Desarrollo, sino que estas cifras de viviendas, de carreteras, de agua, de drenaje, de puentes, de agua, de tratamiento de aguas residuales, de infraestructura de salud, no tienen precedente. “-¿Y globalmente lleva 92 por ciento ahora?:-- "Creo que 90, 91, 92 o 94 por ciento, porque hay algunos pendientes. …en Seguridad pública no se diga, a pesar de todo el grave problema."No hay un gobierno que haya invertido tanto en equipamiento, en actualización, en compromisos de futuro como este gobierno. En seguridad, nada más lo que nos ha costado la Reforma Penal, los edificios de la Procuraduría Zona Centro, el edificio nuevo en la Zona Norte, las nuevas áreas aquí del Poder Judicial". Por mucho rebasa las metas propuestas. Si tú ves los hospitales”.


“¿Cuáles son los activos políticos del PRI en este momento para probables candidatos?:-- “Mira, hay muchos activos políticos, porque activos políticos no sólo para el Gobierno del estado, para los ayuntamientos, síndicos, regidores, hay gente de mucho talento. Hay gente formada en la batalla, hay gente formada en la tarea política, en la tarea administrativa, gente buena, gente trabajadora de buena fe."Gente que prestigia al partido, gente que prestigia al Gobierno, gente honesta, gente que tiene el valor de la moral y de la probidad en el ejercicio de la función pública…”, gente que deja de lado intereses particulares o grupales, o intereses económicos por intereses de mejorar la calidad de vida…” A continuación dijo que las condiciones habían cambiado: “Te acuerdas aquella expresión tan conocida de don Fidel: "El que se mueve no sale". Esa fue vigente por la realidad política imperante en el partido en el PRI por décadas". … el político debe mantener “un contacto personal con la sociedad y que la sociedad nos conozca y sepa cuáles son las ideas, los principios, los valores, la visión que tenemos de la política en el gobierno, me refiero a los que aspiran. –“¿Entonces, usted recomendaría que el que quiera ser, el que se sienta con la suficiente capacidad, que lo diga abiertamente, que lo exprese, que lo busque, pues, ante la ciudadanía?"Que lo diga, ya lo expresaron algunos y de manera muy clara, muy precisa y el hecho de manifestarlo, el hecho de decirlo, me parece que no es un pecado capital, me parece que es un ejercicio personal de una libertad que todos debemos respetar”.


“Cuando termine su periodo como gobernador, ¿va a dejar ese activo político ahí?_He sido político y seré político toda mi vida. No sé qué tan activo, pero voy a ser político toda mi vida. Lo que yo te digo es que he procurado ser buen gobernador, con los graves problemas que me ha tocado vivir, problemas no ocasionados por el estado. "Hay que prepararse para todo. Yo te lo dije al inicio de la entrevista. No soy una persona que anhela el poder. Soy una persona que ejerce el poder bajo las reglas no escritas, muchas, de toda las escritas, muchas no escritas, aquellas reglas de la sociedad, en términos de la mesura, de la prudencia, dejando de lado la estridencia, es importante. "Los chihuahuenses te piden sensatez, humildad, cercanía, buen trato, efectividad, pero no estridencia. La estridencia la dejamos de lado y la voy a dejar de lado siempre, porque además no es mi forma”.


Con todo lo alcanzado por el gobierno del Estado de Chihuahua, según lo declarado por el gobernador José Reyes Baeza Terraza en entrevista publicada por la Organización Editorial Mexicana el día 17 de agosto de 2009, combinado con lo que declaran sus pares en otras entidades del país, parece que en México todo camina bien pues cada gobernante no tan solo cumple bien su tarea, sino que la duplica y la hace en menor tiempo de lo programado. ¿Primer mundo o utopía, como la Ciudad de Dios?


alfredobielmav@hotmail.com
Septiembre 2009




EL PODER Y LA ACADEMIA

Por Alfredo Bielma Villanueva


En una interesante investigación histórica intitulada “Caudillos Culturales en la Revolución Mexicana”, Enrique Krauze se refiere a las actitudes y acciones de los llamados “siete sabios” o “la generación de 1915” que integraron Antonio Castro leal, Alberto Vázquez del Mercado, Vicente Lombardo Toledano, Alfonso Caso, Teófilo Olea, Manuel Gómez Morín y Jesús Moreno Baca; una élite de brillantes jóvenes con promisorio futuro.


Con ésa investigación Krauze explica que “se trataba de examinar o de ilustrar la tensión moral que ha existido siempre entre cultura y poder… ¿Puede un hombre de libros, un hombre de preocupaciones inteligentes, incorporar sus conocimientos a la acción para construir, a partir de ellos, el buen poder? ¿Es la técnica el gran mediador entre conocimiento y acción? ¿Es la prédica el gran mediador entre conocimiento y acción? ¿Qué tanta dosis de integración al Estado tolera la conciencia crítica? La mayoría soñó con ser el filósofo-rey…”


Dos de esas lumbreras fundaron partidos políticos, distantes entre sí por su ubicación en la geometría político-ideológica: el Partido Popular, de orientación izquierdista con el sello de Vicente Lombardo Toledano y el Partido Acción Nacional, de derecha, a cuya cabeza estaba Manuel Gómez Morín. No negaron orígenes, simplemente actuaron conforme a sus propias y muy personales circunstancias.


Como ellos, los otros cinco brillaron adoptando posiciones criticas sobre el orden establecido, inconformes como estaban del rumbo que tomaba la Revolución. Gómez Morín fue un forjador central de las leyes e instituciones de crédito en el país, de ello hacen constancia el Banco de México, el Banco de Crédito Agrícola, el Banco de Londres y México y las leyes que le dieron base jurídica. Lombardo Toledano, muy joven, se distinguió en las luchas de conducción obrera, la CROM de Morones y la CTM son testigos fehacientes. Su formación académica y doctrinaria permitió a ambos una visión transparente y convencida del rumbo extraviado de la Revolución Mexicana; esa conciencia critica-sobre todo a Lombardo- de alguna manera les inhibió cohabitar con quienes conducían las instituciones, según ellos, de modo equivocado.

Quizá es esa tensión moral entre cultura y poder la que distancia al hombre de libros de los estrechos vericuetos del poder; tal vez por no estar constituidos mentalmente para resistir la dura brega en la que predominan la mentira y la audacia sobre la razón y lo auténtico. Acaso no están preparados espiritualmente para soportar el enorme peso que conlleva el poder y lo que esto representa o, a lo mejor, carecen de lo que Ortega y Gasset atribuye como característica especial al político: “vitalidad, impulsividad, escasa vida interior, histrionismo”.

Por otro lado, es poco probable que les sea posible evadir los atributos de la condición humana; esa tan maleable a los vaivenes de la vida. Hay en el panorama nacional varios casos que traslucen que ni el hombre de libros está exento de sucumbir ante los estragos del poder sobre la personalidad-, algunos no son tan lejanos y hay memoria viva de ellos:

Remoto pero emblemático es José Vasconcelos, el gran faro cultural de principios del Siglo XX, que no pudo o no supo constituirse en el líder político que México necesitaba después de su participación en la elección de 1929, lo que para muchos representó uno de los mas grandes fraudes electorales de que se tenga memoria en el México posrevolucionario. Después de esa elección, José Vasconcelos no volvió a ser el mismo, al grado de llegar a debatir discrepancias públicas con sus antiguos seguidores, Gómez Morín y Narciso Bassols, entre ellos.


Para no divagar, citemos tres de los casos más recientes de hombres que, provenientes de la academia aunque familiarizados con la cosa pública, desempeñaron elevados cargos públicos de donde fueron despeñados:

Enrique Velasco Ibarra, extraordinario maestro de Derecho Constitucional y Teoría del Estado en las Facultades de Derecho y de Ciencias Políticas; amigo personal de José López Portillo de quien fue secretario particular en la Presidencia de la República. De allí salió como candidato al gobierno de su natal Guanajuato en donde, con el apoyo del presidente de la república y sus conocimientos teóricos de la cosa pública, se presumía que iba a ser un sexenio de grandes rendimientos. Apenas inició su mandato, el 26 de septiembre de 1979, vino la decepción de propios y extraños. El poder ya lo había transformado desde su paso en la presidencia (los veracruzanos supimos del rancho que compró en la zona sur, que colateralmente dio margen al nacimiento de un cacicazgo). Ya en su feudo provinciano, para nadie eran un secreto los deslices amorosos del gobernador, quien se paseaba en carro descapotable o en motocicleta por las persignadas calles guanajuatenses con las conquistas de la semana; era obvio el descuido de sus obligaciones y aquello se convirtió en una auténtica algarabía estatal que no resistieron en el centro del país y el gobierno de De la Madrid decidió cortar por lo sano destituyendo al gobernador el 25 de septiembre de 1984.


En Chihuahua sucedió un caso, aunque no parecido sí semejante, en cuanto a que el gobernador Oscar Ornelas previamente había sido maestro universitario y rector de la Universidad de ese estado. Durante su mandato se perdieron las alcaldías de Ciudad Juárez y Chihuahua ante los candidatos panistas Javier Barrio Terrazas y Luis H Álvarez, respectivamente. El origen de la debacle del gobernador empezó cuando le “faltó” carácter para defender los “triunfos” del PRI. Esto último colmó la paciencia del gobierno federal y la situación política del gobernador Oscar Ornelas se tornó insostenible. Se tomó como pretexto el “conflicto” que originó la designación del nuevo rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua para pedirle a Ornelas su renuncia al cargo; lo que sucedió el 19 de septiembre de 1985, y en su lugar entró Saúl González Herrera como gobernador sustituto.


En noviembre de 1990 se celebraron elecciones municipales en el Estado de Yucatán, gobernado por Víctor Manzanilla, de larga carrera legislativa y reconocido maestro universitario. El PRI perdió Mérida y otros municipios. Las presiones desde el centro del país sobre el gobernador eran fuertes para imponer el triunfo priísta, orquestadas principalmente por su acérrimo adversario político el ex gobernador Víctor Cervera Pacheco. Manzanilla le había comentado al candidato del PARM a la alcaldía Yucateca en ese proceso, “Una cosa sí te digo: si me llega una consigna del PRI nacional o de gobernación para modificar el resultado electoral, les aviento la toalla. Cuando se llega a mi edad, Rafael (Loret de Mola), no tenemos nada que perder. Yo quiero salir con dignidad de esta responsabilidad y me niego a pasar a la historia como un defraudador”. La renuncia de Víctor Manzanilla al cargo de gobernador se produjo el 14 de febrero de 1991 y su acérrimo adversario político, Víctor Cervera Pacheco, con fama de porro universitario pero extraordinario “operador” político aprovechó la oportunidad para recomendar a Dulce María Sauri para terminar el periodo del defenestrado.


Tres hombres con perfil universitario; tres académicos reconocidos, (entre otros casos) ¿será esta la respuesta a las preguntas que formula Krauze en el libro de referencia?: “¿Puede un hombre de libros, un hombre de preocupaciones inteligentes, incorporar sus conocimientos a la acción para construir, a partir de ellos, el buen poder?

Usted, por cuál perfil se inclinaría, ¿por el de los exitosos políticos Elba Ester Gordillo, Víctor Cervera Pacheco (+) o por alguno de los ex gobernadores defenestrados de sus encargos? ¿Sucumbieron acaso porque no pudieron conciliar la familiaridad a los libros con la carencia de escrúpulos? ¿Quetzalcóatl contra Huitzilopochtli? ¿Quién lo sabe?

alfredobielmav@hotmail.com

Septiembre 2009



SER O NO SER

Por Alfredo Bielma Villanueva


Para nadie es un secreto que en México la cultura del no pago de impuestos proviene de una arraigada desconfianza, sembrada en la mentalidad colectiva a través de años de decepcionantes experiencias acerca del uso y destino que se le da al dinero recaudado.


La desconfianza, un fenómeno nada nuevo, persiste porque las causas que lo originan no han sido ni medianamente abatidas. La suspicacia popular alcanza por igual a los diferentes órdenes de gobierno y desafortunadamente no existen signos de una positiva acción para acreditar el cambio. La venalidad administrativa y el peculado siguen siendo un lugar común en nuestra atropellada manera de hacer política. Los órganos públicos creados para fiscalizar y evaluar el uso del dinero público simplemente no comprueban eficacia ni mucho menos justifican su existencia, y si por efectos de la crisis desaparecieran del organigrama administrativo nadie lo notaría, acaso se agradecería.


Sirva el preámbulo para explicarnos el porqué del rechazo al incremento de las tasas impositivas anunciadas por el gobierno federal y a la propuesta de nueva bursatilización que pretende llevar a cabo el gobierno veracruzano.


En base al silencio casi unánime que prevalece sobre este tema de grave trascendencia para la comunidad veracruzana, ya que afectará a futuras generaciones, se podría suponer que la oposición al trámite bursatilizador guarda orígenes “inconfesables”. Es salida fácil suponer que quienes se oponen adoptan esa actitud porque no quieren a Veracruz, tal como lo proclama el slogan gobiernista. Pero, como toda unanimidad resulta sospechosa y lo que se publicita a favor huele a boletín y a chayote, más vale correr el riesgo de ser eventualmente calificado por el trasnochado maniqueísmo oficial que guardar un silencio cómplice, lo que históricamente es peor. El dilema no es “decirlo ahora o callar para siempre”, porque la polémica no es sólo por la forma diferida en que se pagarán esos recursos, sino también por la grotesca transparencia con la que se aplican.


Además, no será por oficiosa o por terca oposición sino porque nadie habla claro, pues no es un secreto que quienes tienen que ver con los asuntos públicos ocultan la verdad, la dicen a medias o se contradicen. Nadie informa en Veracruz, por caso, porqué se llega al extremo de contraer compromisos a futuro y todo se queda en el fácil expediente de culpar a la federación del déficit financiero. Si el impacto del retraso de las participaciones es general para todos los estados ¿Porque aquí-como en sonora- se acude al trámite de obtener dinero fresco, aún cuando se afectará a las finanzas de administraciones futuras, y en muchas otras administraciones estatales no?


Durante cuatro años hemos escuchado que las finanzas del gobierno eran administradas con eficiencia y que como nunca la población estaba pagando sus impuestos, hecho que se atribuyó a la confianza generada por el gobierno. Ahora, por efectos de esta crisis nos enteramos que el estado depende en un 95.7% de las participaciones federales pues ejerce un presupuesto de 62, 290 millones de pesos, de los cuales apenas 2, 671 son de ingresos propios. Esa es la triste realidad de un estado rico en recursos naturales que no ha sido posible explotar a cabalidad y de un gobierno plenamente supeditado a lo que le envía el gobierno federal.


También se nos hizo creer que, como nunca, los empresarios estaban pagando puntualmente el impuesto del 2% a la nómina. Ahora se informa que “las grandes firmas son las que se niegan a cumplir con esta responsabilidad” (Ferrari). El Secretario de Finanzas dice que con lo que se obtenga de la nueva bursatilizacion el gobierno estatal pagará al ISSSTE los 900 millones de pesos que le adeuda por concepto del Fondo de Vivienda que se “venía arrastrando desde enero de 2008”. Pero, por otro lado, Ferrari Casarin informa que al ISSSTE se le ha pagado “en tiempo y forma y de acuerdo a la calendarización”.


Por un lado se decía que había miles de millones de pesos en las arcas públicas veracruzanas y por otro, entre otras, en agosto la Asociación Civil, Directoras y Ejecutivas de Empresas (DEMAC) demandaron al Gobierno del Estado hacer frente al adeudo que mantiene con algunas socias desde hace seis meses”.


En Poza Rica, por ejemplo, la llegada de nuevas empresas que trabajan en el proyecto petrolero Aceite Terciario del Golfo ha complicado la vialidad y el río Cazones dosifica sustos anuales a la población de esa ciudad. Para paliar esa problemática y darle vialidad, en junio pasado se anunció la rehabilitación de la avenida Pozo 13, la ampliación del bulevar Adolfo Ruiz Cortines y la construcción del muro de contención en las márgenes del Cazones, con una inversión de 147 millones de pesos. De esa cantidad, 100 millones provendrían de la bursatilización, 13 del municipio y 33 del programa peso a peso. Hasta ahora, la obra no parece avanzar y tres carriles de la Avenida Ruiz Cortines se encuentran completamente destrozados. Quienes saben de ese proyecto dicen que ya se invirtieron más de 50 millones en un carril pero que los puentes que debieron haberse ampliado se encuentran igual. Todavía peor, porque el bulevar está sin banquetas, registros ni drenaje y no hay para cuando se resuelva el problema, cuya solución corre a cargo del gobierno estatal. Ya la maledicencia pública empieza a correr el rumor de que con la primera inundación se pedirán recursos del Fonden y con cargo a este programa, pero atribuidas a la bursatilización, se terminaran las obras del muro de contención. He allí uno de los muchos porqués de la desconfianza.


alfredobielmav@hotmail.com
Septiembre 2009






CANTARELL Y LA POLÍTICA

Por Alfredo Bielma Villanueva


Cuan lejanos y hasta nostálgicos parecen los tiempos en los que se convocaba a los mexicanos aprender para administrar la abundancia. Apenas unos años después alguien más habló de renovación moral, enfatizando a la vez que la ineficiencia era una forma de corrupción. Tiempos aquellos en los que la larga hegemonía partidista en el poder provocaba el comentario de que solo había una cosa peor que el PRI: la oposición.


Ahora, el célebre pozo de la abundancia bautizado como Cantarell está a la espera de la extremaunción; cantos de alabanza ya se escuchan entonando la prodigiosa historia del supuesto progreso que se difuminó en el nebuloso espacio de la corrupción y la ineptitud dejando tras de sí, paradójicamente, una triste realidad de pobreza extrema en la que sobrevive más de la mitad de la población mexicana y una clase media a la que se intenta engatusar con el planteamiento de que no será afectada por el proyecto económico que Hacienda ha presentado al Congreso.


Los días de la abundancia disfrutada por la alta burocracia gubernamental han pasado ya a la historia. Como sucede con las famosas “crudas” del día siguiente, ahora sabemos que la fiesta resultó excesivamente cara para la colectividad mexicana y que los títulos de buenos gobernantes que muchos se colgaron gracias a la extrema disposición de dinero no están reflejados en la realidad mexicana. Seguimos siendo un pueblo pobre, cuyo territorio carece de la suficiente infraestructura para el desarrollo, nada comparable con las cuantiosas millonadas que supuestamente se destinaron para fortalecerla.


Dice la información oficial que el Pozo Cantarell “que alcanzó un nivel de producción de hasta 2.2 millones de barriles diarios, aportando más de 60% de la producción total de petróleo, cerrará el mes de diciembre con una producción estimada en alrededor de 550 mil barriles diarios”. Un triste panorama que obligará a los gobernantes a orientar sus pasos hacia otras fuentes de ingresos y se apliquen a la implementación eficiente de las políticas de recaudación de impuestos, para no estar supeditadas, como ahora, a los excedentes petroleros.


Confirmando que cuando hay carne es vigilia, ahora resulta que el “volumen de crudo alcanza sólo para cubrir una tercera parte de la capacidad de procesamiento de las seis refinerías que actualmente opera el Estado, de acuerdo con cifras del Sistema de Información Energética”.


Con los veneros que “nos escrituró el diablo” a punto de agotarse habrá que trabajar en serio; menos “puentes vacacionales largos” y más producción. Menos “reingenierías” de retórica y mayor seriedad en la gobernanza; más lealtad y actitud para resolver la problemática social y menos alabanzas a imágenes falsas.


Con el nuevo status de nuestra economía sin duda habrá cambios sustanciales en el comportamiento de nuestra clase política respecto de sus responsabilidades y compromisos con la ciudadanía, salvo que por insensibilidad extrema no se percaten del enorme riesgo de inestabilidad social que permea al país. Se supone que en adelante quienes gobiernen tendrán que demostrar verdadera eficiencia y eficacia en sus acciones pues ya no habrá la abundancia de recursos de que dispusieron sus antecesores.


Quizá ahora sí proliferen los políticos, de cualquier partido, comprometidos con el servicio público. Que piensen en cumplir cabalmente con su obligación, y no sólo en la próxima elección. Que hagan y no lo platiquen; que esperen al resumen de la historia y no intenten crear cuentos falsos; que formulen con honestidad sus propósitos y que se esfuercen por concretarlos. Que abreven de nuestra reciente historia, en la más inmediata, las experiencias de quienes no supieron gobernar y tomen conciencia del juicio histórico que les espera.


Mucho del destino de este país depende de la forma en cómo se vaya a plantear la relación entre el Poder Legislativo Federal y el Poder Ejecutivo. Nunca como ahora se estuvo en la encrucijada actual en la que los legisladores federales podrán adquirir, si quieren, la dimensión exacta para ser auténticos “representantes populares”, título hasta ahora no asumido. La suma de los asuntos que transitarán por las Cámaras que integran ese poder en los próximos meses sustantivará el porvenir de México.


Dentro del incierto panorama que vive nuestro país debemos confiar un final positivo; no queda de otra porque a un paso está el abismo.


alfredobielmav@hotmail.com
Agosto 2009




SUCESIÓN

Por Alfredo Bielma Villanueva



En esta nueva era, en la que el poder de decisión del presidencialismo autoritario se desplazó hacia los gobernadores de los estados, en el relevo de mandos suceden acontecimientos inéditos, matizados por las circunstancias del entorno social y por las características de los actores políticos que en ellos participan. Las particularidades que se van produciendo en cada caso darán forma y sustancia al nuevo régimen político mexicano que paulatinamente se está configurando.


Para nadie es un secreto que a escasos catorce meses del cambio de gobierno en el estado de Veracruz las aguas sucesorias se han venido agitando desde hace algún tiempo, formando remolinos particularmente en el partido en el poder, el Revolucionario Institucional. Por las características de quien gobierna en Veracruz y por la elevada politización de las gentes de este estado el proceso para el relevo de gobierno seguramente alcanzará elevados decibeles: primero porque el gobernador aspira a proseguir su carrera política en el altiplano y para que se le posibilite ese propósito debe entregar buenas cuentas a la nomenklatura de su partido reteniendo el poder en el estado y, segundo, porque en los tiempos que corren el comportamiento de los políticos dista mucho de aquellos en los que la decisión presidencial simplemente se acataba; cuando el que se movía “no salía en la foto”, según la frase apodíctica de Don Fidel Velázquez, uno de los iconos de los tiempos idos.


Son tan diferentes los modos actuales a los del pasado inmediato que ahora suele ocurrir justamente lo contrario, pues quien se mantiene quieto, salvo circunstancias muy especiales, puede perder la oportunidad de conseguir el cargo político de mayor importancia en una entidad. Así lo hizo en su tiempo Fidel Herrera; así lo quisieran hacer ahora quienes aspiran a sucederlo. Solo que por designios más propios de las añejas autocracias que de partidos demócratas, en el PRI existe una firme predisposición a mantener los viejos y anacrónicos vicios del dedazo.


Atendiendo a esos antiguos moldes el PRI estatal-su dirigencia real- ya ha prefigurado a un candidato al que se promueve abiertamente y se le auspician las oportunidades para su impulso, mientras que a otros se les niega el derecho de manifestarse sin correr el riesgo que les caiga la guadaña. Si bien corresponde a la militancia acatar o no las consignas impuestas desde la cúpula, será interesante descubrir si ha roto las ataduras de una disciplina de sometimiento absoluto o permanece enquistada en los antiguos moldes que la supeditan por completo a una actitud no muy lejana de la ignominia y del rebaño político.


Por lo pronto, asistimos al espectáculo priísta en el que se sataniza a quien se sale del guión autorizado; se coarta así la legítima aspiración de quienes pretenden superar su estatus actual por los senderos institucionales de su partido. ¿Lucha generacional? Ni por asomo, todo se reduce a un ejercicio patrimonialista del poder.


Pero reconcilia escuchar a, por lo menos, dos voces más que autorizadas para señalar que en Veracruz no hay adelantados en las filas del PRI. Lo declaró así el diputado José Yunes Zorrilla, uno de los más avanzados precandidatos que ese partido tiene para hacer frente a la dura lucha electoral que se avecina, pues a pesar de su juventud y su incuestionable experiencia en las lides políticas es un precandidato casi natural para abanderar al PRI en pos de la gobernación veracruzana. La otra voz provino del llano sotaventino; de Flavino Ríos Alvarado (cuya generación, por decreto, ha sido dada de baja en Veracruz), quien acaba de declarar que él no ve adelantados en el PRI. Viniendo de un actor político-tirando a atípico- aunque siempre ortodoxo como lo es Flavino Ríos, además de su insospechable seriedad, habrá que darle crédito a su dicho. Ambas declaraciones hacen insostenible el argumento oficial que sataniza a quienes como Héctor Yunes Landa recorren el estado en un afán legítimo al que tiene derecho, como cualquier ciudadano mexicano que aspira a un cargo de elección popular.


La temperatura del ambiente se está calentando y se torna aún más interesante porque pronto veremos a Fidel Herrera desplegar los hábitos del poder que ostenta, combinados con su reconocida experiencia en lo que se refiere a negociar desde el poder. Veremos si su estrategia de imponer candidaturas de aspirantes jóvenes le produce los resultados deseados, así como la posible reacción de quienes por su edad están en peligro de extinción forzada. Por experiencia se sabe por la maleable disposición de la clase política, algunos quizás darán su brazo a torcer no sin oponer estratégica resistencia para conseguir algún bono de salida, otros lo harán hasta por mendrugos. Eso Fidel lo sabe y tiene suficientes razones monetarias para cubrir ese frente.


Para el proceso electoral que viene, en su calidad de jefe del PRI estatal, el gobernador veracruzano tendrá a su disposición 212 planillas para ayuntamientos y 30 candidaturas a diputados, con sus respectivas suplencias y adicionalmente las listas de plurinominales. Negociará, sin duda, permítase la especulación, hasta las hipotéticas posiciones en el gabinete que viene. Pronto se verá qué ocurrirá al interior del PRI estatal. Pero ésta es solo una vertiente del porvenir veracruzano.


Enfrente está la oposición al priísmo y al fidelismo. También las circunstancias juegan y mucho; allí estarán las consecuencias reales del gobierno de Herrera Beltrán, la evaluación del costo beneficio de su administración; la verificación sobre cuántos puentes, cuantos tractores, cuantas escuelas, cuantas carreteras, cuántos nuevos ricos. La producción por sectores; qué dicen los del cítrico, de la vainilla; del tabaco, de la caña, del maíz, del arroz, de la piña. ¿En cuánto aumentó la tierra agrícola de riego? ¿Creció el hato ganadero? ¿A cuánto ascenderá la deuda en un sexenio?


Esto va empezando apenas ¿cómo terminará? Para saberlo, si 20 años no es nada, cuánto menos 14 meses.


alfredobielmav@hotmail.com


Septiembre 2009




COLAPSO FINANCIERO

Por Alfredo Bielma Villanueva


Definitivamente, la situación financiera por la que atraviesa el gobierno del Estado de Veracruz debe ser más que difícil, por lo que la solicitud de autorización aprobada por el Congreso para bursatilizar el 6.5% de las participaciones federales fue un angustiado requerimiento para sostener el funcionamiento del gobierno estatal. De lo escuchado en torno a este asunto es posible deducir que difícilmente serán cumplidos los puntos del argumento que sirvió de base para conseguir la autorización de los diputados: concluir obras e iniciar proyectos generadores de empleos, “detonadores del crecimiento y de la infraestructura”; proyectos de inversión y nada para el gasto corriente. Asimismo, se asegura que se destinará para aportaciones al Fondo de Desastres Naturales, lo cual nos dice que bastará una ligera lluvia y la correspondiente declaración de desastre para apoyar con ese dinero a los “damnificados”. No obstante, dentro de lo mal que pinta el asunto, habrá que esperar que, si prospera la intención, los recursos obtenidos sean suficientes para cubrir adeudos, saldar compromisos y concluir la gestión sin que se requiera de otro empréstito.


Aunque desde afuera ya se sospechaba que las arcas públicas estaban vacías, el 8 de mayo próximo pasado el gobernador hablaba de finanzas sanas y fuertes y aseguraba que su gobierno estaba a salvo de impactos negativos gracias a su previsión: “es como hacemos cuando vienen los huracanes, prevenimos para proteger; como hacemos en las cosas de seguridad y asimismo como en la salud; así, prevenimos en la economía, y estoy viendo reorientar el presupuesto hacia la inversión productiva y abrir una línea de crédito para tener condiciones de liquidez que den la fortaleza del gobierno para el acceso a los fondos de garantía líquida y a los programas de cobertura como lo hicimos con el café y lo hemos con la caña y el arroz”.


Si fueron ciertas las previsiones es obvio que éstas fallaron y no fueron las acertadas para evitar acudir al desesperado recurso de bursatilizar un porcentaje de las participaciones federales correspondientes al Estado de Veracruz. Ése trámite endeudará aún más al estado pues, de obtener éxito el procedimiento, por lo menos tres administraciones futuras tendrán que pagar 75 millones de pesos mensuales solo por este concepto, sin considerar los intereses y pago de capital del resto de la deuda que el actual gobierno ha acumulado hasta la fecha. La cantidad que se obtenga generará un pago de intereses de aproximadamente 5 mil millones de pesos durante 15 años, sujeto desde luego al comportamiento de las tasas de interés.


Sobre este asunto, el secretario de gobierno, al volver de la forzada hibernación a la que fue sometido por algunos meses, regaló a la opinión pública veracruzana un apologético discurso en el que mezcla tétricos anuncios con diatribas al adversario político y adereza con alabanzas al señor.


Para empezar, afirmó que “la entidad colapsaría sin la bursatilización”; este anuncio lo ratificó dos días después el subsecretario de Finanzas y Administración al reconocer que con los recursos de la nueva bursatilización “comenzará a mejorar la situación financiera en la entidad…”.


Ambos, Escobar y Ferrari, coincidieron en que quienes están a favor de la nueva bursatilización “quieren a Veracruz”, dejando en el aire la suposición que quienes se oponen son contrarios a su terruño, como si las acciones del gobierno estatal fueran la única y absoluta expresión valedera de todo el pueblo y no pudiera estar equivocado. Lo menos que recuerda esa actitud es aquella adoptada por el Rey Sol, Luis XIV, cuando presumía en su megalomanía expandida: “El Estado Soy Yo”.


Todavía más, muy a su estilo tosco y bronco, el secretario tildó de cobardes a los diputados que se abstuvieron o votaron en contra de la autorización en el Congreso legislativo y en tono admonitorio les increpó: “en Veracruz se es o no se es, Veracruz no quiere indefinidos, en Veracruz y en México el pueblo es sabio y les dará la sanción que considere". Tal vez se le cuatrapeó el discurso pues fue al extremo al utilizar ese tono irrespetuoso para aludir a quienes simplemente disienten de un acto de gobierno al que consideran desatinado.


Para que no haya dudas de que se le cuatrapeó el discurso, en otra parte del mismo dijo el secretario: "Estoy marcando la línea política del Gobierno del Estado, estoy asumiendo mi responsabilidad, estoy hablando como un integrante del gobierno de Fidel y como un veracruzano, como un ciudadano, y estoy destapando a Fidel Herrera Beltrán como el mejor prospecto para presidente de la República, muy por encima de Peña Nieto, Beltrones y todos; Fidel Herrera es mi gallo". Su paroxismo llegó al máximo cuando, seguramente arrobado por su disciplina y admiración de hoy, exclamó: “La bursatilización es una idea genial, sólo a un hombre preparado en la economía y en la política se le puede ocurrir y ése es Fidel Herrera…”


Se supone que con el debido respeto para el héroe al que homenajeaba en el Parque Hidalgo siguió diciendo: “…el tiempo es nuestro mejor aliado porque concluirá el gobierno de Fidel Herrera Beltrán con mucho esfuerzo y trabajo por los veracruzanos, consolidando el patrimonio del Estado y saneando las finanzas públicas (Sic). Mal por quienes con una visión azul, blanca, amarilla se cierran a reconocer que la idea de la bursatilización es la de generar riqueza,(Resic) darle movimiento al Estado, actividad económica, en un momento en que todo el país carece de recursos públicos para atender las obras y servicios que demandan los mexicanos".


Por asociación de ideas, debido a este desplante apologético, vinieron a la mente de quien suscribe estas líneas los encendidos discursos de antaño en los que el tema central era la “Democracia” y las inmediatas críticas que levantaban aquellos exabruptos se sintetizaban en una frase muy socorrida: “Democracia, cuántas mentiras se dicen en tu nombre”. Por alguna razón, la remembranza viene a cuento…


alfredobielmav@hotmail.com

Septiembre 2009






SEA POR DIOS Y VENGA MÁS

Por Alfredo Bielma Villanueva



La tremenda crisis económica y financiera por la que atraviesa nuestro país ha afectado en todos los ámbitos y a todos los sectores, a la población en general, tanto a los factores de la producción como a los diferentes ordenes de gobierno; de entre estos, quienes se dicen más afectados son los estados y los municipios, que no desaprovechan la oportunidad para culpar de todas sus angustias y de todos sus quebrantos al gobierno federal.


Como mucho de lo que está en juego es cuestión política habrá que entender, aunque no se comprendan, los lamentos de gobernadores y alcaldes porque fácilmente es posible advertir las filias de donde provienen y que difícilmente serán del PAN porque este gobierna federalmente. Con sobrada frecuencia el lamento se reviste de insana pretensión porque se intenta engañar al que se deje con el cuento de que si no hacen más obras es por el embrollo económico en el que los ha metido la federación. Mandan, esa es la palabra, a los diputados recién estrenados a declarar que van a legislar a favor del pueblo; que no permitirán establecer más impuestos, sobre todo aquellos que lesionen todavía más a la de por sí castigada economía de los más desprotegidos. Se oye hasta bonito, pareciera verdad, ojala fuera verdad, pero en México eso es demasiado bello para ser cierto.


En todo ese histriónico e histérico alboroto de lamentaciones se escuchan diferentes tonos y modos de enfrentar el propio infortunio. En Coahuila, por caso, el gobernador estableció una “fase roja” que consiste en implementar un programa de austeridad en el gobierno estatal y los municipales. Ayuntamientos como el de Ramos Arizpe se han visto en la necesidad de subastar bienes públicos para hacerse de recursos adicionales. Allá el alcalde Ricardo Aguirre Gutiérrez anunció la venta de vehículos y predios para recaudar, por lo menos, cuatro millones de pesos. En el aturdimiento provocado por este sismo económico el edil no se explica porqué padecen penurias si ellos son “el primer lugar nacional proporcionalmente en aportación de recursos a la Federación; en otras palabras, los coahuilenses somos los que ayudamos a mantener al país con mayor fuerza”; similar argumento se escucha en otras latitudes, lo cual produce confusión y como no hay a cual irle, para no errar es mejor acudir a una fuente confiable: el quién sabe.


En Jalisco los alcaldes dicen que el monto de sus participaciones ha caído un 70% y están diseñando programas de austeridad con recortes en el presupuesto y suspensión de obras y esperan el apoyo del gobierno del Estado para sobrevivir a la crisis y no suspender actividades. En Puerto Vallarta, “los funcionarios públicos de primer y segundo nivel y el alcalde acordaron no cobrar una quincena, la cual les será descontada en dos meses, a partir del próximo 15 de agosto. Bravo Carbajal- el alcalde- dijo que además se suspenderán algunas actividades en el puerto, como el concurso de fuegos artificiales y música, que hubiera implicado un gasto al ayuntamiento de 1.5 millones de pesos".


En el Estado de México el gobernador declaró que algunos de los 125 alcaldes se han acercado a su gobierno en busca de apoyo y atribuyó muchos de los problemas a la falta de previsión cuando la crisis era inminente, al exhortarlos a “innovar y ser más imaginativos” de plano dijo no poder auxiliarlos por falta de recursos.


En Veracruz, ya lo sabemos, no se habla de planes de austeridad, sino que se trata de explicar el impacto de la reducción de participaciones para justificar la bursatilización de las mismas, ahora que las vacas gordas de hace uno, dos y tres años se han esfumado.
Se trata, sin duda, de una actitud egoísta que piratea recursos del futuro en aras de designios que las explicaciones escuchadas no dejan muy claro. No era superflua la reflexión de un diputado priísta durante la comparecencia del Secretario de Finanzas al decir que “quedarán históricamente embarcados” los miembros de la actual legislatura si el procedimiento a aprobar tiene éxito o carece de él. Pero finalmente la disciplina se impuso, pero no evitó abstenciones y votos en contra con el inevitable reintegró de los fariseos de siempre.


Para nadie medianamente familiarizado con la función pública es un secreto que, por razones de coordinación fiscal, la Secretaría de Hacienda derrama participaciones a estados y municipios por miles de millones de pesos cuya aplicación se hace en la más completa opacidad. El titular de la Coordinación de Entidades Federativas de la Secretaría de Hacienda informó que las participaciones federales de este año serán casi 40 mil millones de pesos superiores a las de 2007 y que en 2008 los gobiernos locales obtuvieron 90 mil millones de pesos adicionales por concepto de participaciones respecto de 2007, era la bonanza en el precio del petróleo. Al caer la exportación y el precio del crudo se redujo drásticamente aquella proporción, una circunstancia que los gobiernos estatales y municipales debieron haber previsto para administrar sus gastos. Ahora se trata de sacar el recurso de donde fuere, hasta de las piedras.


Así lo comentó el ex gobernador veracruzano Agustín Acosta Lagunes en entrevista concedida en el Aeropuerto de Veracruz: “Díganme, quién le saca dinero a las piedras?; solamente Fidel Herrera y el señor” Haciendo gala de su tino de economista (mezcla de economista con ganadero dice de él en sus memorias López Portillo p. 1056), Acosta pretende erróneamente que el conocimiento de la economía solo es para iniciados y por ello recomienda “que los partidos políticos deben comprender la naturaleza de las finanzas públicas, y si no saben del tema, mejor deben guardar silencio”. Aunque el propio Acosta Lagunes confiesa que “ya está dado de baja y que está miope, no ve bien y por eso usa lentes”, allá ellos si atienden lo que les recomienda.


Desmemoriados serán quienes hayan olvidado que uno de los argumentos manejados como sustento para pedir el préstamo de 3 mil 500 millones que el gobierno de Alemán concertó con algunos bancos fue el de la retención de 5 mil millones de pesos que la federación debía al gobierno del Estado en materia de educación, y que cuando aquella pagara se recuperaría lo del préstamo. A pesar de que solo han transcurrido cinco años, pocos serán quienes recuerden que en el Congreso un diputado sureño dio lectura al dictamen que hace referencia al destino del dinero prestado; nada de aquello- que no sea la deuda-se hizo realidad. Pero los pueblos no aprenden, y no tienen porqué hacerlo porque como concepto son solo una abstracción; quienes sí tienen la responsabilidad y acaso la obligación de registrar lo ocurrido en el seno social son los actores políticos, los partidos, las ong´s, los periodistas comprometidos con la sociedad, los investigadores en la academia, los artistas, los literatos, los intelectuales, los antropólogos sociales etc., seres de carne y hueso, son, deben ser, la memoria social bajo cuya responsabilidad está la función de proporcionar a la masa una conciencia colectiva y advertir de los riesgos sociales que pueden sobrevenir en un entorno tan critico como el que vive el país.


Después del palo dado, en caso de prosperar esta otra bursatilización, oremos para que sea suficiente y no haya más endeudamientos porque el tramo de aquí a noviembre del 2010 tiene 14 meses que transitarán por más crisis y si el pretexto es hacer más obras, sea por Dios y venga más.


alfredobielmav@hotmail.com
Septiembre-2009