Política y Poder

Alfredo Bielma Villanueva

Max Weber ha sido uno de los sociólogos contemporáneos más prestigiados en la academia y entre los estudiosos de las ciencias sociales, la política entre ellas. Como todo buen científico social le arrancó verdades objetivas a la observación metodológica de los sistemas políticos y de la sociedad contemporánea, de entre su amplio repertorio selecciono asertos que reflejan realidades cercanas.
Uno de los grandes aportes de Weber a la Ciencia Política es la formulación de una tipología política, un análisis de los atributos que deben caracterizar al individuo aplicado al ejercicio del poder. ¿Qué estimulo empuja al hombre a la política?  Le “Proporciona, por lo pronto, un sentimiento de poder. La conciencia de tener una influencia sobre los hombres, de participar en el poder sobre ellos y, sobre todo, el sentimiento de manejar los hilos de acontecimientos históricos importantes elevan al político profesional, incluso al que ocupa posiciones formalmente modestas, por encima de lo cotidiano… ¿cuáles son las cualidades que le permitirán estar a la altura de ese poder (por limitado que sea en su caso concreto) y de la responsabilidad que sobre él arroja? Con esto entramos ya en el terreno de la ética, pues es a esta a la que corresponde determinar qué clase de hombre hay que ser para tener derecho a poner la mano en la rueda de la historia”.
Sí, ¿a qué clase de hombre le corresponde “poner la mano en la rueda de la historia”? Es aparentemente obvio que no a cualquiera, aunque igualmente ha sido posible comprobar a lo largo de la historia universal que las circunstancias coloquen a un “cualquiera” en posición de jalar los hilos de la historia.
En su tipología del político, Max Weber reflexiona: “Son tres las cualidades decisivamente importantes para el político: pasión, sentido de la responsabilidad y mesura. Pasión en el sentido de , de entrega apasionada a una ... Sin embargo “la pasión no convierte a un hombre en político sino está al servicio de una y no hace de la responsabilidad para con esa causa la estrella que orienta la acción. Por eso se necesita (y esta es la cualidad psicológica decisiva para el político) mesura, capacidad para dejar que la realidad actúe sobre uno sin perder el recogimiento y la tranquilidad, es decir, para guardar la distancia con los hombres y las cosas. El es uno de los pecados mortales de todo político… El problema es, el de cómo puede conseguirse que vayan juntas en las mismas almas la pasión ardiente y la mesurada frialdad. La política se hace con la cabeza y no con otras partes del cuerpo o del alma. Y, sin embargo, la entrega a una causa solo puede nacer y alimentarse de la pasión, si ha de ser una actitud auténticamente humana y no un frívolo juego intelectual. Solo el hábito de la distancia (en todos los sentidos de la palabra) hace posible la enérgica doma del alma que caracteriza al político apasionado y lo distingue del simple diletante político . La de una  
en la posesión de esas cualidades”.
“…Por esto el político tiene que vencer cada día y cada hora a un enemigo muy trivial y demasiado humano, la muy común vanidad, enemiga mortal de toda entrega a una causa y de toda mesura, en este caso de la mesura frente a sí mismo….” En último término, no hay más que dos pecados mortales en el terreno de la política: la ausencia de finalidades objetivas y la falta de responsabilidad, que frecuentemente aunque no siempre, coincide con aquella. La vanidad, la necesidad de aparecer siempre que sea posible en primer plano, es lo que más lleva al político a cometer uno de estos pecados o los dos a la vez”.
¿Quiénes de entre los que actualmente aspiran gobernar Veracruz reúnen algunas de estas características en momentos en que es urgente y apremiante rescatar a la entidad del bache histórico en que se encuentra?
Tómese en consideración que en el actual proceso electoral no sólo está en juego el gobierno de 12 estados de la república, también se están configurando las condiciones político electorales del 2018, y en este contexto Veracruz representa una fuerza electoral nada despreciable, que lo convierte en un apetitoso bocado por el que se deben emplear todos los mecanismos posibles para retenerlo o ganarlo; porque es significativo que el padrón electoral veracruzano representa una suma igual al de los padrones de por lo menos seis de las entidades que estarán en juego en 2016.
En esta arena política contienden diversos grupos: uno, el que gobierna, llegado al poder de la entidad en 2004, con un bien diseñado propósito a cargo del jefe de ese clan para trascender varios sexenios; Fidel “sabía que tenía como meta crear una nueva generación de políticos para Veracruz, pero al principio no tenía claro quién iba a sucederlo”…. “Javier ya como gobernador tiene muy claro quién nos hizo… Ahorita las cosas se están acomodando…”, dijo a Edgar Hernández en magnífica entrevista en  2011 el actual presidente del PRI estatal. Este grupo rema contra la corriente, pues tras once años de estéril gestión pública enfrenta el reclamo de una sociedad que se siente defraudada, y esa es una realidad objetiva detectable a simple vista.
Al interior del Partido Revolucionario institucional, en Veracruz destacan grupos forjados por muchos años en la brega político-electoral, uno de ellos se concentra en Vanguardia Veracruzana, una Organización Política que año tras año demuestra capacidad de convocatoria, su líder moral, Amadeo Flores Espinosa, con su reconocida socarronería aguarda el momento apropiado para la acción, y sin duda pesa entre las filas del tricolor. No se requiere de dotes adivinatorias para deducir cuál es su posición en esta encrucijada. Como esta, otras organizaciones aguardan el momento apropiado para manifestarse.
Los senadores veracruzanos del PRI, ya se ha dicho, son auténticos factores de poder; su actitud ha sido muy clara, porque si bien no están divorciados del gobierno estatal al menos han adoptado una prudente distancia respecto de la forma y el fondo con los que se conduce la administración pública. José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa compiten por la candidatura priista al gobierno de Veracruz, voces calificadas en ese partido insisten en ubicarlos como los únicos, cualquiera de ellos, que representarían una candidatura competitiva, y porque además implican mantener la unidad partidista, condición sine qua non para que el PRI pueda competir con posibilidades para ganar en 2016.
Porque enfrente milita Miguel Ángel Yunes Linares, por el PAN y su posible alianza con el PRD. No es perita en dulce, es un actor social cuajado en la brega político administrativa, que lleva camino andado, y no solo por sus puntuales señalamientos al gobierno del estado, de esos que a la población le gusta escuchar porque no tiene oportunidad de pronunciarlos por sí misma, sino porque lo acompaña una trayectoria de comprobada experiencia en el ramo al que se dedica. Además, quien en esta entidad se convierta en vocero de la inconformidad ciudadana adelanta vanguardias, lo que es un fenómeno fácilmente comprobable.
¡Ah! Citábamos a Weber: “Aunque el poder es el medio ineludible de la política… y el ansia del poder es una de las fuerzas que la impulsan, no hay deformación más perniciosa que el baladronear del poder como un advenedizo o complacerse vanidosamente en el sentimiento de poder, es decir,  en general, toda adoración del poder puro en cuanto tal. El simple , que también entre nosotros es objeto de un fervoroso culto, puede quizás actuar enérgicamente, pero de hecho actuar en el vacío y sin sentido alguno…”
29- noviembre-2015.








Miénteme más

Alfredo Bielma Villanueva

Antonio Nemi le dijo al Secretario de Salud que en su comparecencia mintió en lo relativo a las denuncias sobre la corrupción en esa dependencia; el gobernador terció a favor del Secretario: “Apoyo absolutamente en todo lo dicho por el secretario de Salud, Fernando Benítez Obeso… "Sostengo todas y cada una de las respuestas que dio el secretario de Salud,.. "; sin embargo,  el Contralor aseguró a los diputados que sí había denuncias en contra de actos de corrupción en el expediente de la referida Secretaría “ Yo tengo en mis archivos un documento que en su momento le dirigió el licenciado Nemi al Secretario de Salud informándole de la presentación de algunas denuncias que se hicieron a lo largo y ancho del territorio veracruzano”, y, a su vez, al Contralor lo desmienten algunos de los señalados en castigo acusándolo de omitir información precisa sobre el particular. En ese desconcierto de opiniones, lo cierto es que hasta donde se lleva visto las comparecencias de los Secretarios de despacho están demostrando que van en congruencia con lo informado por el gobernador, pero en dirección opuesta a lo que asoma en la realidad.

Ya se ha comentado la poca credibilidad que se le concede al dicho de los Secretarios en estas comparecencias pues no respaldan sus asertos con documentación fehaciente y cuando se les requiere ofrecen presentarlas, lo cual simplemente no ocurre. También es conocido que previo a la presentación cada Secretario se reúne con los diputados priistas para acordar las preguntas que se le formularán, a modo por supuesto. Solo que ahora los diputados panistas decidieron documentarse mejor y en verdad han puesto en grave predicamento a los comparecientes por lo que algunos se ven obligados a revelar asuntos ocultos que por lo demás afuera ya se conocen.

De esta manera, en la comparecencia del Secretario de Finanzas nos enteramos que la deuda pública no es de 43 mil 786 millones de pesos sino de 53 mil 379 millones de pesos que incluye pasivos y pagos pendientes; más 3 mil 468 millones de pesos a proveedores y constructores; adicionalmente se suman compromisos de pago como  los 4 mil 500 millones de transferencias al Fideicomiso del Impuesto a la Nómina y mil 308 millones a la Universidad Veracruzana. También deben considerarse los 294 millones de recursos pendientes a municipios del Fondo Metropolitano; 22 millones de las becas PRONABES, el adeudo a becas deportivas y la que está pendiente con los organismos públicos descentralizados como el IPE, Servicios de Salud, Comisión del Agua, etc., que, según el Secretario, va a checar si tienen deuda o no, aunque el Contralor en su comparecencia informó que los Organismos Públicos Descentralizados registran una deuda de 342 millones 19 mil 738 pesos con 32 centavos correspondientes al presente ejercicio fiscal.
Actualmente la deuda absorbe el 79.49% de las participaciones federales, pero con la reestructura se podrá reduci8r- dice el Secretario-y se dispondrán de más de 6 mil millones de pesos adicionales.

Quedó sin efecto el “yo sí cumplo” que Gómez Pellegrin expresó en el Congreso al ofrecer-sin cumplir- que el viernes de la semana pasada daría información sobre el destino de los mil 388 millones de pesos conseguidos mediante crédito en marzo del presenta año.

Por su parte, Fernando Benítez Obeso, Secretario de Salud, admitió una realidad inobjetable: para concluir las obras de infraestructura que tiene pendiente ese sector se requiere de 3 mil millones de pesos y para mejorar el abasto de medicinas otros mil millones. En todo el sector solo tienen tres mastógrafos: uno en el Centro de Alta Especialidad (antes CEM), en el Hospital Regional de Poza Rica y una unidad estacional en Pánuco. Se permitió ocultarles a los diputados que existe un acelerador lineal nuevo en el CECAN, ya instalado, pero no está funcionando porque aún no tienen la licencia correspondiente. En vez de esa verdad irrefutable, informó de la compra de uno nuevo, “para el CECAN”, con costo de 60 millones de pesos y que pronto “se embarcará a la entidad”. Si los señores diputados están interesados en que esto se componga, bueno sería integrar una comisión a manera de observatorio ciudadano para comprobar la existencia de ese acelerador lineal en el CECAN y que vigile el destino que se le dará al acelerador lineal que se descompuso en el CECAN y cuya reparación representaba 200 mil pesos pero por alguna razón fue desmantelado y en su lugar se colocó el nuevo. ¿Por qué no se reparó? No vaya a ser que por las razones que todos conocemos un buen día se venda como “chatarra” y luego aparezca en algún hospital o consultorio privado. Ojo, mucho ojo.

Y en esta feria de medias verdades, o sea casi mentiras, ahora a quien desmienten es al Contralor, a quien los supuestamente sancionados acusan de no resolver los procedimientos “en tiempo y forma” y que “la Contraloría General no emitió en tiempo las resoluciones en nuestra contra”, por lo que interpusieron juicios contenciosos administrativos ante la Sala Regional del Tribunal de los Contencioso Administrativo del Poder Judicial.

Con Harry Grappa son puras pérdidas, excepto en el mundo surrealista que ha configurado en torno a una actividad tan trascendente e importante para la economía de cualquier entidad, diseñando una irrealidad en la que concurren millones de turistas de los cuales los prestadores de servicios quisieran la visita de algunos miles. Pero, sea por Dios y venga más, decía el clásico, porque en una glosa de lo intangible es poco lo rescatable.


25-noviembre-2015.




Veracruz en el cambio



Alfredo Bielma Villanueva

Antaño, en el viejo régimen, una vez rendido el quinto informe de gobierno del presidente de la república o de los gobernadores de las entidades federativas daba inicio toda una parafernalia política, electoral y partidista encaminada a la sucesión de gobierno; la clase política se disponía a retener el poder o a ganarlo con votos desde la oposición. En todo caso se trataba principalmente  de grupos políticos al interior del PRI en donde se debatía por el arribo de nuevos actores al  poder. El gobernador en turno difícilmente se pronunciaba por un favorito, hubiera sido suicida una actitud de esa naturaleza en un entorno en el que la última palabra era la del presidente de la república. Una vez adoptada, la decisión se transmitía a los gobernadores por el conducto de gobernación y el Comité Ejecutivo Nacional del PRI se encargaba de formatear el “destape” encargando a alguno de sus sectores el privilegio de la primera postulación; la maquinaria partidista se echaba a andar con el gobernador al frente para apoyar al candidato, fuera o no de su agrado, la disciplina así lo exigía porque fuera de ella se caminaba hacia el ostracismo político.

Los tiempos y las circunstancias han cambiado, muy otras son las formas, la sociedad es más participativa y se cuenta con instituciones y marco normativo que cuidan de auspiciar una mejor competencia democrática. En eso mucho tuvo que ver la alternancia del año 2000, a partir de la cual los gobernadores del PRI encontraron la oportunidad de resolver sus propias sucesiones; los del PAN, por razones estatutarias y por no seguir la rutina priista no necesariamente dependían de la decisión presidencial y en el PRD la postulación se decidía en base al grupo predominante en su cúpula de mando.

Ya supimos cómo Miguel Alemán operó en el PRI para que Fidel lo sucediera (ignoramos si después le ocurría lo mismo que a Díaz Ordaz cuando se veía en el espejo); asimismo está fresca en la memoria de la clase política la manera en cómo Herrera Beltrán fraguó la candidatura de Duarte de Ochoa en 2010, todo esto se produjo en la escena dominada sucesivamente por dos presidentes de origen panista. Con estos antecedentes, en Veracruz llegamos a la sucesión de gobierno 2016, ya en la circunstancia de que el actual presidente de la república tiene origen priista.

No se afirma nada nuevo cuando se señala que las elecciones ya no son, como antaño ocurría, automáticamente favorables para el PRI, como se experimentó en el reciente proceso electoral en el que fue derrotado en Nuevo León y en Querétaro. No estamos en condiciones de asegurar si los gobernadores de esas entidades fueron o no consultados respecto de quién debería ser el candidato a sucederlos, lo cierto es que no fueron ellos quienes decidieron la candidatura del PRI al gobierno. Sin embargo, en su tiempo se supo que en Nuevo León el presidente Peña Nieto no había atinado en la designación de la mejor candidatura, pues teniendo otras cartas más competitivas el perfil de su decisión debió incluir como estrategia el deslinde inmediato respecto del gobierno, al que la población imputaba actos de corrupción. El resultado está a la vista, la elección la ganó un político ex priista arropado bajo el emblema de candidato independiente, pero apoyado por la poderosa iniciativa privada que si bien no rechazó abiertamente a la candidata designada desde el centro, en los hechos formuló su propia propuesta y apoyó a quien consideraba el idóneo para hacer saber que con Rodrigo Medina de la Cruz ya habían tenido suficiente.

¿Hay condiciones en Veracruz para que un candidato independiente obtenga el triunfo electoral? Conviene aclarar que la calidad de “Independiente” no se adquiere solo por el hecho de ser candidato sin partido; se requiere además de cierta autoridad carismática del individuo que así se postula, que sea conocido hasta por debajo de las piedras, que la ciudadanía confíe en su discurso, que no mantenga estrechas ligas con el establishment, etcétera; obviamente las circunstancias cuentan, y mucho. ¿Hay inconformidad social y el hartazgo social basta para ganar una elección en la que se tome como bandera?, ¿cómo es percibido el gobierno en turno? ¿el partido en el gobierno mantiene unidad monolítica? Tales, serían algunas interrogantes cuyas respuestas modelarían la posibilidad del triunfo de una candidatura independiente.

A la oposición habrá que ponerle nombre y encontramos que realmente precandidatos competitivos se avizoran dos, panistas ambos: Miguel Ángel Yunes Linares y Juan Bueno Torio; aunque a la más pura usanza priista de antaño bien pudiera estar fraguándose la figura del “tapado” materializado en el senador Fernando Yunes Márquez, cuyo perfil encaja bien en estos tiempos del cambio. La inferencia es lógica si se advierte la actitud extremadamente discreta que el senador panista ha adoptado. Juan Bueno Torio ha insistido en su aspiración, legítima por donde se le quiera ver, tiene experiencia legislativa y es entrón, aunque con un discurso muy moderado. No así el diputado Miguel Ángel Yunes Márquez, siempre echado para adelante, frontal opositor al grupo político en el gobierno ¿quién pudiera regatearle experiencias a este actor político? Miguel Ángel sabe cuál es el discurso más rentable y cuenta con elementos que la realidad aporta y luego entonces la población escucha.

El PRD en Veracruz es mera entelequia, así terminaron por convertirla sus dirigentes locales entregadas a la fructuosa connivencia con el poder local. Su discurso respecto de la alianza con el PAN carece de crédito y se mueven en esa lógica sólo porque la consigna proviene del centro, pero es obvio que no les asiste convicción y son vulnerables en cuanto a que los del Poder conocen y pueden comprobar sus enriquecedoras complicidades.

En ese frente opositor ha irrumpido Andrés Manuel López Obrador, a quien por razones desconocidas Dante Delgado ha dejado el espacio que le corresponde en el diagrama ideológico, por llamarlo de algún modo, de Veracruz. MORENA tiene clientela y trabaja para el 2018 porque aún carece de la estructura  adecuada para hacer frente con éxito a las maquinarias del PRI y del PAN, por lo que es dudoso un 2016 competitivo, sin embargo el escenario es caldo de cultivo para las sorpresas.

En cuanto a si el gobernador en turno tendrá oportunidad de intervenir en la designación del candidato de su partido, no cabe duda que, al menos, tomarán su opinión; pero la tercera fuerza electoral del país merece ya la atención para las batallas del futuro y seguramente en el CEN priista y en Gobernación se tienen los diagnósticos de las 12 entidades en las que habrá relevo de gobernadores. No caben, se supone, en esas diagnosis ni la retórica de “las señales del presidente”, ni el aparente “fortalecimiento” del PRI reincorporando alcaldes de otros partidos, porque entre gitanos no vale la buenaventura. El presiente no da señales eso es materia de la apreciación lúdica de quienes solo especulan. Lo cierto es que el PRI veracruzano está seriamente fracturado, eso es inocultable cuando en la cúpula del poder dos senadores con fuertes y efectivos nexos con la militancia partidista e indudable acercamiento con la sociedad civil, confrontan sus expectativas con las del gobernador porque no ha habido capacidad para la conciliación. Y para empeorarla, la dirigencia priista al parecer no es proclive a la suma y la multiplicación, luce asendereada para restar y dividir. De allí la necesaria presencia de un Delegado con jerarquía que, a la usanza priista de antaño, coordine y apacigüe, atempere y negocie, a la vez de informar a su normativa sobre el fidedigno panorama del Veracruz en los tiempos del cambio.

22-noviembre 2015









¿Discurso rupturista o Complaciente?




Alfredo Bielma Villanueva

Atenidos a que la política es “el arte  de lo posible dentro de lo deseable” ninguna duda cabe que muchos actores políticos intentan sin sustento alguno convertir lo deseable en realidad sin miramiento a circunstancias que ya no admiten el discurso lírico como herramienta para el cambio. Los tiempos del México contemporáneo señalan profundas diferencias con los del viejo régimen, ese que paulatinamente se fue transformando durante la década finisecular hasta llegar a la alternancia política en el año 2000.

Entre los elementos que reflejan la metamorfosis de que se habla están los relativos a los procesos electorales, a los partidos políticos, al presidencialismo y a un perfil de actores políticos diferente a los ya conocidos. Nuevas instituciones suplen a la Comisión Electoral Federal, cuya principal función era organizar las elecciones propiamente en nombre y bajo la tutela del gobierno; con todas las imperfecciones que se le pudieran encontrar al INE este es casi antípoda de la Comisión. El formato de partido hegemónico desapareció por completo, el PRI ya no es invencible, ha sido derrotado y requiere de alianzas, como muletas, para permanecer en pie. El presidente de la república ya no es el centro único del poder, las fuerzas políticas se han diversificado y para decidir candidaturas al gobierno de las entidades federativas su intervención ha perdido el férreo autoritarismo que le caracterizaba.

Contemplando este nuevo panorama es posible intentar una visión sobre lo que ocurre en nuestro estado, ahora que estamos a punto de elegir a los relevos de los poderes Ejecutivo y Legislativo de la entidad veracruzana.

Si bien ya no hegemónico, el Partido Revolucionario Institucional en Veracruz sigue siendo referencia fundamental porque es la fuente del gobierno en funciones y porque no ha habido alternancia, salvo en el ensayo legislativo de 2004 cuando el PAN dominó eventualmente el Congreso local e irrumpió en el Orfis con resultados poco significativos y conductas nada diferentes. De la elección de 2010 nadie ignora que el PRI postuló una candidatura prohijada desde la cúpula del gobierno y obtuvo un triunfo electoral apenas superando al PAN, a pesar de la capacidad operativa de quien gobernaba la entidad y de los enormes recursos que se destinaron para obtener el voto, todo con la complacencia del IEV. Tampoco es posible olvidar las connivencias de actores políticos al interior del PAN que jugaron las contras al candidato de su partido. Finalmente, urgía ganar y se ganó.

La experiencia histórica enseña que cada elección es irrepetible, y que los actores aun siendo  los mismos actúan en enclaves diferentes en cada ocasión, como es el caso de Veracruz en donde el candidato priista de 2010 es el actual gobernador y los precandidatos del PRI más competitivos son los senadores Yunes Zorrilla y Yunes Landa, sin demérito de los que impulse el gobierno duartista. Entre los precandidato del PAN figura Miguel Ángel Yunes Linares y Juan Bueno Torio, pero ahora, aleccionado por experiencias anteriores, el PAN busca alianza con el PRD para potenciar su proyecto. MORENA es fuerza emergente y pudiera aliarse con  Movimiento Ciudadano; respecto a las demás organizaciones no es difícil imaginar el rumbo que seguirán.

En este escenario, ya al cuarto para las doce el gobierno del estado inició el desarrollo de su proyecto, es el mismo que diseñó Fidel Herrera Beltrán con propósitos transexenales. En esa lógica, se procedió a ubicar a uno de sus alfiles en la presidencia del PRI estatal y prefiguró al diputado Erick Lagos, como “amigo y compañero de proyecto” para subliminalmente proyectarlo e incluirlo en la lista de aspirantes; en seguimiento y para apuntalar esa estrategia el coordinador de la bancada priista en el Congreso aportó su cuota declarando que sería “ofensivo” para la militancia priista suponer sólo dos precandidatos, y al unísono en la prensa se acomodan los boletines encapsulados en columnas políticas para inducir hacia esa ruta. Para condimentar el ambiente se ha establecido la hipótesis que postula la posibilidad de que el presidente de la república incline su opinión a favor de una propuesta del grupo en el poder, y colateralmente se siembra la idea que sugiere dificultades para quien o quienes disientan del gobierno local pues esto, insinúan, limita oportunidades de acuerdos de unidad.

Frente a esta nuestra realidad, conociendo los resultados electorales de Sonora, Nuevo León y Querétaro ¿sobre qué bases operará el presidente Peña Nieto su decisión y cuál sería el discurso de campaña más recomendable para el candidato priista en Veracruz? En Nuevo León es obvio que Peña Nieto se equivocó de candidatura pues ya se vio que Cristina Díaz hubiera representado mejor opción; además, la candidata priista manejó un discurso tibio, mientras el candidato independiente enfilaba sus críticas contra la corrupción atribuida al gobierno estatal, un discurso que vendía y le atrajo votantes. Cuando el PRI se percató tardíamente de la omisión en el discurso ya era inútil pues faltaban dos semanas para concluir la campaña. En cambio, en Sonora la candidata priista actuó con mayor soltura porque el gobernador era del PAN; su discurso fue frontal, el que la gente quería escuchar y obtuvo el triunfo electoral. En Querétaro, una administración estatal priista, exitosa, con economía pujante y elevada generación de empleos fue derrotada por una ciudadanía acostumbrada a la alternancia, a la que convenció el discurso rupturista del opositor.

Entonces, ¿cuál sería el discurso de un candidato priista en Veracruz, rupturista o de complacencia? Recordemos: en 2007 se produjo la elección intermedia del gobierno de Fidel Herrera, para ese entonces gran parte de la prensa estatal había adoptado un oprobioso silencio respecto de lo que verdaderamente ocurría en la entidad y se orientó a ensalzar al gobernador promoviendo la gran farsa de que en solo tres años ya había realizado lo proyectado a seis. “Utilicen ese gran patrimonio del gobierno de Veracruz” recomendaba Fidel Herrera a los candidatos del PRI y, como haya sido, el resultado electoral fue ampliamente favorable para el gobierno. Si esa estrategia sería adecuada o no en estos tiempos es asunto de prospectiva electoral.

Por otro lado, es acentuada la percepción sobre que el PRI sólo tiene dos precandidatos con rango de competitivos: José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa. Pero bordaríamos en lo insensato si aseguramos que Erick Lagos carece de posibilidades competitivas, eludiríamos admitir la votación que obtuvo como candidato a diputado, lo que señala al menos capacidad operativa. La clave aquí estribaría en el fondo del discurso que cada candidato emplearía para convencer al electorado, sin demérito de la estrategia para agenciarse el voto, menguar al adversario y lograr el triunfo. No es cosa menor ¿cómo enfrentar la catarata de informes sobre la corrupción y expedientes incumplidos que seguramente alimentarán al discurso opositor?

Finalmente, todavía hace cinco años fue posible cooptar instituciones electorales, se logró la complicidad de dirigencias partidistas en base a recursos ilimitados con lo que se alcanzó el resultado deseado. Sin embargo, no es ocioso apuntar que pretender armar las premisas de una candidatura competitiva y victoriosa solo en base a la manipulación del voto produciría un silogismo cuyas conclusiones podrían ser erróneas. Y en último caso, lo peor que pudiera ocurrirle a Veracruz es reducir la lucha electoral a una contienda del Poder por el poder, al margen del interés social. 

15-noviembre-2015