LA SUCESIÓN 2010

Por Alfredo Bielma Villanueva



La elección intermedia ya está a la vuelta de unos días; según los pronósticos adelantados el Partido Revolucionario Institucional pasará de ser la tercera fuerza política a donde la relegó el resultado electoral de 2006, a la primera por el número de diputados que se estima superarán a los que obtendrá el Partido Acción Nacional, que hoy hace gobierno. También se disputan gobiernos estatales y se presume que el PRI pudiera recuperar San Luís Potosí, aunque tiene pendiente el resultado de Sonora que pudiera ser negativo a costa del lamentable deceso de 48 niños por el incendio en una guardería. Querétaro tendrá-dicen- un final de fotografía, Nuevo León para el PRI y Campeche marca un cerrado final. Pero más que especular sobre lo que allí acontecerá lo mejor es esperar el resultado.


En lo que a Veracruz corresponde es indudable que lo que observamos en este proceso electoral es un pálido anticipo de lo que será la confrontación electoral de 2010 por la que elegiremos a un nuevo gobernador. Si juzgamos por lo que ahora sucede ya podremos imaginar un proceso electoral inédito por todo lo que significa para las partes en contienda.


Pudiérase decir que este es un round de sombra, apenas de entrenamiento; una introducción al infierno político. Ciertamente, y sin ánimo de parecer catastrofista, hasta el pronóstico del más aguerrido se quedaría corto.


¿Qué bases hay para presumir un proceso electoral conflictivo en 2010? A las pruebas me remito, dicen en el llano: Para nadie medianamente enterado es un secreto que en el 2004 el gobernador Miguel Alemán ya tenía definido quién sería el candidato del PRI al gobierno del Estado. Lo arropó al mejor estilo de Ruiz Cortines y para encubrir su jugada se encartó con varios “pre-candidatos”, que si bien no necesariamente tenían un valor entendido si presumían cuál era la jugada. Pero ni Gustavo Carvajal ni Miguel Ángel Yunes se tragaron ese hueso y denunciaron públicamente el favoritismo de Alemán hacia Fidel Herrera Beltrán, su “tapado”.


Del resultado de aquel proceso de selección devino una elección más que difícil, en la que de no ser por el apoyo total del gobierno al PRI y de que indudablemente Fidel era en ese momento el mejor candidato para ganar, pasando por la participación de Dante Delgado cuya candidatura le quitó al PAN sustantivos votos en la conurbación Veracruz-Boca del Río, quizás en este momento fuera el PAN quien se aprestara a defender su posición como gobierno. Pero como el hubiera no existe, el gobernador es Fidel Herrera Beltrán y su partido, el PRI, se apresta a refrendar el triunfo en Veracruz.

Permítasenos apelar a que coincidamos en que las actuales condiciones políticas no son ni con mucho y acaso ni se parecen a las del 2004. Aunque es del ámbito mas subjetivo y no hay bolita mágica que lo dilucide, pensar que Fidel Herrera en este momento solo tiene un candidato para la gubernatura sería pecar de ingenuos, porque el panorama no es muy halagüeño que se diga. Alemán llegó al fin de su mandato con serias fricciones al interior de su partido y con dificultades financieras pero pudo sostener el timón, 26 mil votos de diferencia hacen la mejor constancia.


Ahora, ¿cómo llegará Fidel al momento de la elección? ¿Podrá maniobrar con la libertad que tuvo en las elecciones intermedias del 2007? A juzgar por lo que ahora se ve, será prácticamente imposible. Como todo lo que sube, baja, es pertinente la pregunta ¿podrá mantener Fidel Herrera en el fin de su gobierno los altos índices de aceptación que le dan algunas consultas de opinión? ¿Cuántos de los “fieles” de ahora le seguirán entonces? Recordemos que el poder desgasta y cuando éste está en declive, como quien se está ahogando, al desgastarse el poder jala a quien lo detenta.


Además, en el caso particular del actual gobernador se presume que mas temprano que tarde le empezarán a brotar con más fuerza las manifestaciones de protesta por aquellas promesas que no han sido cumplidas y que por cierto no han sido pocas. Alemán tenía en su equipo a colaboradores que le operaron más que bien la campaña priísta. Que lo digan Alejandro Montano, Flavino Ríos y Héctor Yunes Landa. Recuérdese que el equipo cercano al candidato hizo agua muy pronto, a juzgar por las serias recriminaciones del día de la elección.


La determinación de la cúpula del PAN por ganar Veracruz es más que evidente y ante esta consideración hay quienes especulan que en el “sálvese quien pueda” el PRI pudiera buscar una alianza con Convergencia, concretamente con Dante Delgado, y así sumar las fuerzas necesarias para afrontar la avalancha que viene. Por otro lado, ¿Quién será el aspirante mejor ubicado de los que tiene el PRI que vaya a enfrentarse a una auténtica batalla electoral? Nada hay oculto bajo el sol y se pueden mencionar: Duarte, Javier; Manzur Ocaña, Salvador, Mota Hernández, Adolfo, Yunes Landa Héctor, Yunes Zorrilla, José, Zúñiga Martínez, Américo, etc. De entre ellos pudiera salir la carta con la que Fidel y el PRI se jugarán el futuro. Unos más que otros tienen la experiencia para desempeñarse con éxito en la campaña, su perfil lo empezaremos a vislumbrar después de concluido el proceso electoral del 5 de julio, que culminará con la última palabra que diga el tribunal de la materia.


Don Daniel Cosio Villegas narra lo que le describió un cercano colaborador de Don Adolfo Ruiz Cortines acerca de las maniobras que este desplegó para sacar adelante la candidatura de su Tapado, López Mateos. Dice que el del relato usó un cuento de León Tolstoi para describir el asunto:

“El Zar de todas las Rusias tiene una necesidad inaplazable de hacer llegar a su adelantado en Siberia unas instrucciones urgentes, y tras de cavilar a quién le daría el encargo, escogió a uno de sus ayudantes de campo porque era el único capaz de entender que un encargo del Zar tenía que cumplirse sin importar incluso el sacrifico de la vida. Partió en pleno invierno, acomodado en el consabido trineo, acompañado de su esposa, dos hijos menores y una sirvienta. No pasaron muchos días sin que se presentara la primera jauría de lobos hambrientos dispuestos a echarse sobre el trineo y sus ocupantes. Para evitarlo, el ayudante echó del trineo a la sirvienta, a quien devoraron los lobos dejando a los demás continuar su viaje. Aparece después otra manada, y entonces la esposa se brinda como víctima con la esperanza de que los hijos se salven; pero no fue así, porque una tercera y una cuarta jauría de lobos acometen el trineo, y así, uno tras otro, los dos hijos son devorados. Pero el ayudante de campo logra llegar a su destino y cumplir el encargo de su Zar. Pues bien, Don Adolfo fue echando de carnada a Ángel Carbajal, a José López Lira, a Ignacio Morones Prieto y a Gilberto Flores Muñoz, para quedar Adolfo López Mateos como el único vivito y coleando”.


Dos de entre quienes aspiran por el PRI destacan por su indiscutida experiencia y entre ambos uno guarda cierta ventaja por razones de su actual encargo. Héctor Yunes Landa y Francisco Yunes Zorrilla tienen el invaluable aunque indeseado antecedente de cargar con una derrota electoral, los dos han demostrado coraje y se han sabido levantar, ahora se encuentran en aptitud de competir para obtener el honor de gobernar Veracruz. Hasta el momento Héctor es quien trabaja abiertamente para forjarse sus circunstancias y lo hace demostrando lealtad y apego a quien manda, un punto a su favor. De José Yunes una vez ganada la diputación seguramente empezaremos a conocer su siguiente estrategia. Adolfo Mota vigila desde su otero las condiciones de la contienda y los tres que les siguen pudieran tener mano en el sentimiento del gobernador; pero habrá que esperar lo que le dicten el pensamiento y las circunstancias.


alfredobielmav@hotmail.com

Junio 2009




LA VIDA ES UNA ELECCIÓN

Por Alfredo Bielma Villanueva


No ha mucho la dirigente estatal del sector popular del PRI estatal se permitió opinar acerca de que Fidel Herrera Beltrán es “el mejor gobernador del país” y que por esa razón sería un buen candidato a la presidencia de la república en el 2012. También se sintió autorizada para afirmar que esa posible candidatura contaría con el respaldo de todo el sector popular.


Seguramente las ocupaciones inmediatas que plantea la próxima elección del 5 de julio dejaron en la opacidad los buenos deseos de la dirigente cenopista, a la que no se le puede regatear su derecho a expresar lo que políticamente le apetezca, sobre todo si a quien va dirigida la lisonja le corresponde la autorización de los emolumentos quincenales de la prematura descobijadora. También es posible que debido al confuso ambiente en el que se vive por los chismes, videos y acusaciones cruzadas que se traen los partidos contendientes, no hubo ni de lejos una reacción en cadena de quienes también de manera “espontánea” y acaso hasta oficiosa quisieran o hubieran querido manifestarse a favor de la susodicha pre-candidatura.


Mas ocupado en esquivar los golpes que sus adversarios políticos le lanzan que en lo que hipotéticamente pudiera esperarle para el 2012, el gobernador salió al quite para declarar que "La candidatura a la presidencia de la República es una calentura que todavía no sudo y a lo mejor ni sudaré", al mismo tiempo que calificó de “rudeza innecesaria” las declaraciones de su adelantada compañera de partido.


No es para menos, pues los misiles que se le dirigen al gobernador son de alto calibre ahora que sus oponentes, abrevando de la amarga experiencia que les dejó el resultado de la elección de 2007 en la que el PRI se comió casi todo el pastel dejando a los panistas chiflando en la loma, le han puesto un marcaje personal que lo mantiene más que ocupado. Hoy en día, quien está a cargo de la operación político-electoral en la trinchera de enfrente es alguien que al igual que el gobernador también está curtido en experiencias de esa naturaleza y las estrategias que han diseñado tienden a cubrir las omisiones y los errores cometidos en el proceso electoral más arriba referenciado.


Aparte de que la crisis económica ha contribuido a secar las arcas del erario veracruzano, en esta nueva edición de la contienda electoral como parte de su estrategia sus oponentes empezaron por retirarle al gobierno estatal la canasta del Fonden, que era un venero extraordinario de recursos listos para aprovecharse en el primer pretexto que se presentara tomando como mampara las primeras lluvia del verano o los inclementes fríos del invierno veracruzano. Después orientaron sus esfuerzos en deslindar las obras de la federación de las del gobierno del estado, de tal manera que éste no hiciera proselitismo con sombrero ajeno. A continuación, ahora el panismo responde golpe por golpe y crea un ambiente de confrontación sin cuartel. Por ejemplo, si alguien de acá afirma que el Fonden dejó obras inconclusas, viene el senador Bueno Torio a declarar que “a Veracruz se le ha apoyado mucho, incluso (que) hay obras donde ya está todo pagado y son muchas, pero que éstas llevan un 20 a 30% de avance y (que) del 2005 al 2008, el gobierno federal le ha enviado alrededor de 5 mil millones de pesos al gobierno del Estado para atender la reparación de las obras a partir de los fenómenos naturales que han afectado al estado de Veracruz, de ese recurso-dice- apenas han podido comprobar un avance físico administrativo de 25%”. El recordado Puente A. Rosado se preguntaría: ¿Qué hay de eso Josefina? Y si hubiera transparencia de inmediato se intentaría demostrar que los recursos fondenianos han sido aplicados con estricto apego a las normas establecidas.


Ya enfocadas las baterías, el PAN organizó todo un safari capitaneado por César Nava, quien después de describir a Herrera Beltrán como un “Virrey Tropical que se ha apoderado de la vida, destino y recursos de miles en Veracruz”, nos vino a decir que han demandado al secretario particular del gobernador por una “presunta comisión de 12 delitos electorales”. Por su parte, en el mismo tenor, Miguel Ángel Yunes anunció otro paquete de denuncias en contra de varios secretarios del gobierno estatal y otra más contra uno de los hermanos del gobernador “por el manejo indebido del programa Oportunidades al mismo tiempo que afirma “que toda esta etapa negra y oscura, de este Veracruz de corrupción, de un Veracruz sucio, la tenemos que sepultar el próximo 5 de julio…”


Ante esa granizada de petardos el gobernador se defiende, y para evitar que lo arrinconen en una esquina de la arena política declara que “en Veracruz se permite el libre tránsito y respeto a todas las ideas y corrientes ideológicas que quieren descarrilar a Veracruz o le apuestan para que les vaya mal con tal de que a ellos les vaya bien. (Manifestó) que en Veracruz se da paso libre a todos incluso a los Demonios del Edén y a otros espíritus, que llegan al estado denostando lo que el Gobierno del Estado hace y que se puede ver reflejado en las cifras que maneja la propia Federación”.


Conociendo como mascan las iguanas, el ex gobernador Dante Delgado reitera su apreciación acerca de que avista una elección de estado, por cuanto a “que si bien se puede acusar una intervención de algunos funcionarios estatales en la campaña a favor del PRI, estamos muy claros que actualmente incluso desde la Presidencia de la República sí se tiene una intervención directa en las elecciones, con toda la fuerza del Estado para favorecer al PAN”.


En esa fiesta pagana, en la que las antagónicas fracciones de la clase política luchan por adjudicarse la mayor tajada del pastel, bien se puede observar que a los ciudadanos se nos coloca en la condición de ser los rehenes del botín y en el mejor de los casos como simples espectadores cuyo papel se circunscribe a votar. Sin embargo, tenemos un mejor papel que desempeñar pues el asunto de la elección nos involucra a todos, gobernantes y gobernados, porque, viéndolo bien, esa clase política a la que tanto denostamos no es la única culpable de lo mal que va el país y el estado, porque ella es nuestro reflejo, de ninguna manera es un invento pues nace de la forma en cómo actuamos y de la actitud que adoptamos en el momento de elegir.


En ese entendido, a sabiendas que azules, colorados, amarillos, naranjas, rojos y verdes que se acompañan en un arco iris de opciones sin color, al final del día, cuando la representación teatral termine, recogerán sus tiliches, cobrarán sus ganancias y nos dirán ¡hasta la próxima! Solo nos queda la reflexión acerca de ¿por quien votar?, ¿a quien depositarle la confianza de nuestro sufragio? ¿Voto “razonado” o voto comprometido? ¡Eh allí el dilema!


Como hasta ahora el único gobernante que en su campaña se comprometió a cumplir sus promesas ante fe notariada ha sido Peña Nieto y en ese tenor ha ido registrando sus cumplimientos, sin comerciales de ninguna especie, habrá que reconocerle que es pionero de una actitud que seguramente inicia un proceso de dignificación de la política, siempre tan vituperada en buena parte del territorio nacional; obviamente incluyendo a Veracruz, en donde podemos extraer múltiples casos de lo que debiera ir desapareciendo en el comportamiento político para dejar paso a mejores conductas y a quienes verdaderamente adopten la actividad política como un compromiso con la gente, a quienes dicen servir.


alfredobielmav@hotmail.com

Junio 2009




EL PRELUDIO

Por Alfredo Bielma Villanueva



Bernal Díaz del Castillo narra con crudeza una realidad que de suyo era difícil matizar con falsos oropeles. El salvajismo en toda su extensión sintetizaba el desencuentro de dos mundos luchando, uno por sobrevivir y el otro afanándose hasta la muerte tras el botín. La sangre de las víctimas del holocausto ofrendadas a Huichilobos corría formando arroyos en las enlodadas calles de la gran Tenochtitlán y del magnífico Tlatelolco, tras desbordar el altar de los sacrificios. El cronista confiesa que se orinó de miedo al observar atónito la manera en que abrían el pecho de las victimas propiciatorias para sacarles el corazón y ofrendarlos sangrantes a Tezcatepuca o a Huichilobos, los Dioses Aztecas del infierno y de la guerra, respectivamente.

Guerras cruentas las de la conquista que fatalmente dejaron huella en la génesis de un pueblo con raíces de mestizaje entre triunfadores y subyugados, aparejada con la inevitable confrontación de culturas incompatibles. Este fenómeno conforma y trasciende, sin duda, el inextricable círculo de contradicciones históricas y culturales que nos apergollan. Los siglos de vasallaje y la conjunción de razas no han borrado aún de nuestra mentalidad la duda acerca de si somos un solo pueblo o un mosaico de naciones esparcidas en un territorio que llamamos México.


Parecería exagerado hacer el parangón de aquellas guerras de conquista con las que en la actualidad se desarrollan entre quienes buscan el poder. Tal vez lo fuera, pero vale extrapolar el caso para describir en toda su extensión la beligerancia mediática sostenida por los pretendientes, una pugna que tiene entre sus fines llevar al sacrificio, si se puede, a uno o más de los vencidos. Al menos así lo aparenta en el caso de Veracruz.

En esa batalla el escenario de fondo es el país con su población multifacética en la que el espectador, el pueblo, o mas bien el ciudadano, harto de la clase política desea cobrar facturas pendientes y, por lo visto, quiere aprovechar el evento cívico-político del ya no muy lejano 5 de julio.


“¿Qué es el Tercer Estado?, Nada. ¿Qué quiere ser? Todo”, decía el abate Sieyes (1789 en Francia, tiempos previos a la Revolución Francesa) cuando definía que “el Tercer Estado es una nación completa y que no necesita a los otros dos estados: el clero y la nobleza”. Sieyès proponía que la Asamblea General debía estructurarse de tal manera que la votación fuera por personas y no por estamento. Esto último porque, como con frecuencia siguió ocurriendo en México, el clero y la nobleza votaban en el mismo sentido dejando sin oportunidad de mejoras al Tercer Estado, constituido por campesinos en situación de servidumbre, por artesanos y comerciantes que integraban una emergente burguesía que, cansados de explotación y sumisión, rompieron las amarras y con su empuje lograron que se creara la Asamblea Nacional, un digno preludio a la Revolución Francesa.


En el México del Porfiriato, cuando en 1892 el Dictador proyectaba una cuarta reelección y sus incondicionales preparaban “el sentir popular” para alcanzar ese propósito, el Ing. Francisco Bulnes, uno de los conspicuos ideólogos del oaxaqueño (Justo Sierra, Emilio Rabasa, Zamacona, Alatorre, Escobedo, figuraban en ése selecto grupo conocido como “Los Científicos”), argumentaba acerca del sufragio libre y efectivo: “…Cuando una masa humana se abstiene de ejercer el sufragio, es porque no puede ejercerlo. ¿Por qué no puede ejercer sus derechos para engendrar el poder público? (algunos dicen:) porque el gobierno se lo impide- porque los agentes del poder oficial se apoderan de las casillas… no comprenden que si nuestro pueblo no puede ejercer el sufragio, no es porque el gobierno se lo impida…. (Sino) porque no hay pueblo político para el sufragio, y que lo único que hay es una abstracción…”

“El súbdito de los bárbaros emperadores aztecas, protegido por la conquista española, que castró todas sus actividades para formar un ser insípido, sin pasiones y muerto para todos los estados sociales, no ha podido convertirse repentinamente en el súbdito inglés….La gran masa indígena, característica de la masa nacional, no tiene condiciones para sufragar en la actualidad; su indigencia está al nivel de las más soeces miserias… Los animales que han crecido en la oscuridad no son sensibles a la luz aún cuando tengan ojos; los pueblos que se han formado en largos años de abyección no son sensibles a la libertad, no obstante que la necesitan. (Se requiere entonces) construir ese pueblo político que tanta falta nos hace…”

Esta hiriente disquisición de una mentalidad del Siglo XIX pudiera encajar sin anacronismos en la realidad actual, porque nos recuerda que no hemos avanzado en la toma de conciencia respecto de para qué sirve ejercer a través del voto nuestra voluntad ciudadana. Por las razones que se quieran, está visto que estamos lejos de adquirir ese convencimiento y que quizá estamos más cerca de Huichilobos por nuestra tendencia al sacrificio que del ejercicio democrático nacido de la voluntad de aquél Tercer Estado francés del siglo XVIII.


¿Acaso seguimos siendo aquella “Caballada”, como calificaba al pueblo mexicano el dictador cuyo centenario destronamiento celebraremos el próximo año? La diferencia consiste en que el lugar de un Dictador lo ocupa ahora una clase política que se maneja a su antojo, sin el reclamo ni vigilancia y sí dramática apatía de quienes la hemos hecho posible.


Estas reflexiones que no intentan convencer a nadie solo invitan a recapacitar que los actuales son tiempos para tomar conciencia de que es hora de que la ciudadanía se manifieste tal cual es su deseo. Que, respecto al voto, es falso que si no se vota por alguna opción de la papeleta se evade una responsabilidad y que por lo mismo quien así lo hiciere no debe quejarse respecto de las acciones de sus gobernantes. Recuérdese que la soberanía radica en el pueblo, que es intransferible e inalienable, que tiene todo el derecho de darse el gobierno que mejor le convenga, luego entonces el ciudadano, vote o no, guarda para sí la potestad de obligar a los gobernantes a que actúen como la voluntad general se lo demanda.


Un presidente de la república, un gobernador, un alcalde, son mandatarios, servidores públicos susceptibles de ser exigidos por la ciudadanía en los términos que a esta le plazca y le convenga, como lo enmarcan las leyes. Por lo mismo, si la ciudadanía ha decidido poner un hasta aquí con el imperativo categórico de hacerse sentir, estará reivindicando lo que en 1789 sugería Sieyés: ¿Qué es el tercer Estado? Nada. ¿Qué quiere ser? Todo.


Así pues, si nos place ejercer nuestro derecho a votar como mejor nos convenga, hagámoslo por la mejor candidatura, y si ésta no aparece en la boleta simplemente aprovechemos la oportunidad para emitir una opinión respecto a lo que se quiere cambiar, pero nunca dejar en blanco la boleta. Está visto que los grandes promotores del voto de castigo son los partidos políticos-todos- que se han mostrado incapaces para convencer de la utilidad del sufragio. Por lo pronto, el solo amago de la intención para el voto anulado ya obligará a pensar en incluir en la agenda legislativa y la política los ajustes necesarios al sistema político. En lo inmediato, evitemos que la urna solo sea el pozo de los buenos deseos o de los malos entendidos, sino el depósito de una manifestación ciudadana que contribuya a que la gobernancia escuche el ¡Ya Basta! que recorre al país y que el IFE se encargue de registrar y de comunicar esa expresión como constancia del deseo colectivo.


alfredobielmav@hotmail.com
Junio 2009





EL VOTO ES UNIVERSAL

Por Alfredo Bielma Villanueva


“Autorizo y renuncio a mi derecho a gobernarme a mí mismo a favor de este hombre, o de esta asamblea de hombres, a condición de que tú a la vez le cedas tu derecho y le autorices a actuar de la misma manera” THOMAS HOBBES


El voto es universal, entendiendo por esto que la Ley concede el derecho a votar a quienes cumplen con una serie de requerimientos que a juzgar por el criterio del legislador lo sitúan en aptitud para incursionar y decidir sobre asuntos de carácter público y en la competencia social, dejando sin efecto consideraciones de raza, etnia, religión, educación, sexo, condición social, etc. La universalidad del voto abarca un espectro que va desde su origen por quienes adquieren capacidad para emitirlo hasta el objeto favorecido por su elección. Si el voto es la manifestación de una voluntad individual, que por la suma se convierte en un mandato colectivo, habría que convenir en que como decisión personal lleva implícita la libertad para ejercer el libre albedrío en el sentido que se juzgue conveniente.
La libertad para emitir el voto tiene, sin embargo una delimitación importante, pues en la papeleta que será depositada en la urna aparecen los nombres de partidos y candidatos como únicas opciones. Aquí es en donde el libre albedrío encuentra una restricción legal, pues si ejerce su libertad para votar al margen de las opciones enlistadas, automáticamente el voto se anula. Esta circunstancia constriñe al ciudadano a votar, en última instancia, no por la opción más conveniente, sino por la menos mala y esto sí constituye una verdadera limitante al ejercicio democrático de una ciudadanía que busca mejores alternativas.
Entonces, ¿qué hacer cuando la oferta no nos convence? En aras “del fortalecimiento democrático” ¿tenemos que votar necesariamente “por el menos malo”? ¿Acaso nuestra libertad para elegir se debe agotar en las propuestas que nos hacen partidos políticos o candidatos que no han sabido convencernos? Entonces, ¿no tenemos más opción que el de votar por algo que se nos impone sin apelar a nuestra libertad de elección? ¿Si no estamos conformes con la situación que se vive y carecemos del recurso del plebiscito, del referéndum o de la revocación del mandato para decirle a quienes gobiernan que no estamos de acuerdo con lo que hacen o dejan de hacer, debemos optar por el “ai” se va?
Son muchas las interrogantes que surgen desde el seno de una sociedad atosigada por las crisis. Si bien se nos dice que el aprieto económico de ahora es de similares proporciones del que sufrimos en 1995, en el contexto actual habrá que agregar la crisis de inseguridad, surgida a partir de que el actual gobierno federal se decidió, por fin, tirarle la pedrada al gran panal del crimen organizado, un asunto al que los gobiernos anteriores, los priistas y el panista del inefable Fox, por las razones que se quieran le habían hecho irresponsable mutis. Juntas ahora, ambas crisis conforman un caldo de cultivo en el que destaca la inconformidad social, que ante la proximidad de las elecciones federales del 5 de Julio la ciudadanía desea expresar sin límite alguno.
En este contexto, mucho influye el descomunal descrédito de la clase política mexicana, por su formidable debito con la sociedad y ésta, a propósito de los comicios del 5 de Julio, aprovechará la oportunidad de expresarle su rechazo, sin importar que ello implique la anulación de su voto. Anulado, que no nulo, pues se trata de un voto activo que estará expresando un manifiesto repudio a la corrupción, a la impunidad y a la incompetencia gubernativa en todos los órdenes de gobierno.
En este modesto espacio con harta frecuencia hemos insistido en la necesidad de que la ciudadanía participe en los asuntos que a todos competen, de tal manera de no dejarle el camino libre a los políticos, y en este sentido no hay abstención que valga, ya que al inhibir nuestra participación extendemos un cheque en blanco a quienes ejercen el poder. Solo que, puestos en la tesitura de elegir una oferta política que se antoja pueril y vaga como la que nos presentan los candidatos y los partidos, y al observar la conducta de gobiernos que se preocupan más por el parecer que en el ser, la ciudadanía ya más madura y participativa buscará la manera de cómo hacer para que se entienda su inconformidad. De allí que surjan opciones como las del “Voto Blanco”.
Aquí es en donde debe prevalecer la universalidad del voto emitido, aunque no sea por las opciones de la papeleta y bien harían las autoridades en tomar nota del mensaje ciudadano. Poco falta para conocer el impacto de esa otra campaña que promueve el voto anulado, tan válido como cualquier otro y mucho más significativo que “votar por el menos malo”. Como fuere que resulte, será saludable para la ciudadanía y para el gobierno. Para aquella, porque el ejercicio democrático le servirá para hacerse oír y como un desfogue a su creciente inconformidad, y para el gobierno como un termómetro para medirle la temperatura a un caldo de cultivo cada vez más caliente y picoso.
“Todos los gobernadores de los últimos seis años han sido electos por menos de tres de cada diez ciudadanos”, dice un interesante reportaje publicado en Milenio El Portal el 9 del presente mes. La nota hace referencia a que el gobernador del Estado de México fue electo por solo el 20.31% del padrón electoral mexiquense, al igual que el gobernador de Veracruz, Herrera Beltrán, quien solo obtuvo el 20.88% de los electores veracruzanos. Muy abajo del 32.4% que obtuvo en su terruño el gobernador de Tabasco, por ejemplo. En lo que corresponde a Veracruz sabemos que Fidel Herrera Beltrán fue electo por una tercera parte de los votantes, sólo 26 mil electores más que Buganza, del PAN, seguido muy de cerca por Dante Delgado, de Convergencia y aliados. El número de quienes votaron en 2004 fue casi equivalente al de quienes no lo hicieron; esta abstención representó un voto inútil.
Aquí se ratifica la teoría que considera que la democracia consiste en la lucha de unos cuantos para hacerse del poder y gobernar a los muchos. Así seguirá aconteciendo en tanto que la sociedad no participe más intensamente en los procesos instituidos para integrar los órganos públicos. No está por demás recordar que en México los comicios conllevan un elevado costo económico para la sociedad; que cada urna y la parafernalia que la rodea representa un auténtico sacrifico para un pueblo con enorme porcentaje de pobres, luego entonces debemos aprovechar el gasto para ejercer nuestro derecho a elegir, así sea por la tercera opción del voto anulado, que no nulo. Por sí mismo llevará un mensaje de inconformidad, el destinatario no importa, solo que se dirija a quien corresponda y siempre que sea por la mejor opción, nunca por “la menos mala”.
alfredobielmav@hotmail.com
Junio 2009



¿PAN O PRI?

Por Alfredo Bielma Villanueva



Como respuesta a las acciones implementadas por el primer gobierno revolucionarias de México, el de Lázaro Cárdenas, representantes de un sector, el más retrógrada de la sociedad mexicana, decidieron salir a la superficie para exponer su inconformidad en contra de quien, según ellos, “llevaba al país al comunismo”.Estaba aún muy fresca la sangre derramada en el movimiento cristero (1926-1929) contra el gobierno de Calles, por lo que cuando en 1937 se fundó el Partido Sinarquista, hubo inquietud. La identificación de esta corriente política con la cristiada conjugada con una clara tendencia fascista lo contraponía con el deseo de un pueblo que cicatrizaba heridas y aspiraba a construir un país lo más alejado de su reciente pasado, una historia de cruentos cuartelazos.


Sin embargo, la conformación social de aquel México rural y semifeudal colocaba en la cúspide de la pirámide a una clase integrada por individuos recientemente enriquecidos, por una oligarquía rural que se empeñaba en defender a toda costa la propiedad de sus grandes latifundios y por una flamante burguesía urbana ligada a la incipiente industria, todos pujaban por impedir que se trastocara un sistema que mantenía a los campesinos en calidad de siervos y a los obreros como esclavos. En ese elenco no podía faltar la Iglesia desarrollando un papel de elevado protagonismo. En defensa de sus intereses tenían que expresarse políticamente; era la manifestación actualizada del viejo Partido Conservador decimonónico que se había mantenido latente, como larvado, mientras quienes hacían la Revolución peleaban entre sí por sus respectivos cotos de poder.


Una sociedad de demasiados pobres y de ignorancia supina no podía estar a salvo del engatusamiento. Además, la pobreza seguía siendo extrema, como si el país no hubiera caminado a pesar de la sangre derramada por generaciones de mexicanos.
En ese contexto social nace el Partido Acción Nacional en 1939, como una opción ciudadana en contra del “comunismo” cardenista, del repartidor de tierras, en contra del expropiador del petróleo, enfrentada a quien había mandado al exilio a la última sombra del caudillismo amenazante de Calles y sus adláteres, de la misma manera en que confinó a la historia al nada viejo Partido Nacional Revolucionario, de tufo callista, el mismo que lo había postulado a la presidencia y para sustituirlo fundó al Partido de la Revolución Mexicana, el joven padre del PRI.


Manuel Gómez Morín creó al PAN, que de inmediato fue acogido por sus aliados naturales en la defensa de sus intereses y por políticos que estaban siendo desplazados por el cardenismo. De entrada se alió con quienes apoyaban la candidatura de Juan Andrew Almazán a la presidencia de la república en contra de Manuel Ávila Camacho, del PRM en 1940. Pero pronto el PAN obtuvo su primera alcaldía en 1946 en Quiroga, Michoacán. En 1947 conquistó dos más: en Santa Rosalía, Chihuahua y en Magdalena Llano Hondo, en Oaxaca. Sus primeras diputaciones federales las ganó en 1946 en: Monterrey, Tacámbaro, Distrito Federal y Aguascalientes y en 1947 logró su primera diputación local, en Zamora, Mich.. Su nutriente ideológico tuvo su fuente principal en las encíclicas Rerum Novarum, Cuadragésimo Anno, Mater et Magistra y Pacem in Terris.


Adolfo Christlieb Ibarrola, uno de sus líderes más destacados, escribió páginas brillantes en el escenario político mexicano; desde la tribuna de la Cámara de Diputados, en donde coordinó a los primeros diputados de partido de origen panista, fijo interesantes tesis al hablar de solidarismo social, “la participación responsable de la persona en la convivencia” convocando a una reforma de las estructuras económicas aún en contra de los grupos económicamente poderosos.


La reforma electoral de 1963 fue un gesto de apertura democrática del gobierno de López Mateos para que la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión tuviera componentes de “las minorías”; el dirigente nacional panista Christlieb Ibarrola la interpretaba de esta manera: “Ya es hora que el Congreso deje de ser una oficina de correspondencia por donde el presidente remite al país las leyes que a su juicio deben expedirse. Ya es hora que el Congreso deje de ser la voz y la orquesta donde la nota que domina, bajo la batuta del Ejecutivo, es la del sí, señor”.


El 11 de octubre de 1984 José Ángel Conchillo, otra cumbre de los años dorados del PAN como partido opositor, decía: “Si llegáramos a la presidencia de la república se reformarían los artículos 1°, 3°, 27, 123 y 130, así como todo el capítulo de las garantías constitucionales y los nuevos apartados demagógicos de los derechos a la salud y a la vivienda”. Coincidía en esto con lo que en 1917 y en 1926 había declarado el Arzobispo de México, Mora y del Río: “La doctrina de la Iglesia es invariable, porque es la verdad divinamente revelada. La protesta que los prelados mexicanos formulamos contra la Constitución de 1917 en los artículos que se oponen a la libertad y dogma religiosos, se mantiene firme. No ha sido modificada sino robustecida, porque deriva de la doctrina de la Iglesia. La información que publicó el Universal de fecha 7 de enero, en el sentido de que (la Iglesia) emprendería una campaña contra las leyes injustas y contrarias al Derecho Natural, es perfectamente cierta. El episcopado, clero y católicos, no reconocemos y combatiremos los artículos 3°, 5°, 27 y 130 de la Constitución vigente. Este criterio no podemos, por ningún motivo, variarlo sin hacer traición a nuestra fe y a nuestra religión”. (El Universal, 7 de agosto 1926).- De allí, a la cristiada.


La fuente de la militancia panista fueron: el Consejo Coordinador Empresarial, la Confederación Patronal de la República, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio; del Opus Dei, Caballeros de Colón, Movimiento Familiar Cristiano, Caballeros del Santo Sepulcro, y ahora El Yunque, todos ellos poderosos, unos por la fe, otros por el dinero. Hicieron uso de ése poder para negociar con Salinas de Gortari los márgenes de gobernabilidad que éste requería para superar la difícil crisis postelectoral de 1988 y poder concretar su proyecto de nación basado en el Neoliberalismo Económico. Allí emprendió el PAN su carrera hacia la Presidencia de la República; allí nació el amasiato entre el PRI y el pan exhibido sin recato en las (re) cámaras legisladoras y allí consiguieron el PAN y el clero, paradójicamente de un gobierno priista, las reformas a la Constitución tan caras a la Iglesia y al propio PAN, pues Salinas de Gortari reformó, entre otros, los Artículos: 3°, 5°, 25, 27, 28, 83, 130. Para los priístas “de izquierda”, cualquier similitud sería solo coincidencia.


No fue fácil para el PAN llegar a la presidencia de la república y concretar la alternancia; de 1939 año de su creación al 2000 transcurrieron 61 años de duras luchas político-electorales e ideológicas, diferencias que se fueron zanjando cuando el PRI dio el viraje hacia la derecha, al grado de que los propios panistas se regodeaban recordándole al PRI que estaba gobernando con su programa. Por razones de espacio, de la interesante historia del PAN queda mucho en el tintero por cuanto a que está colmada de luchas y frentazos electorales.


Ante la carencia de propuestas serias y con un pelotón de candidatos anodinos (hay respetables excepciones); con dos partidos, PRI y PAN que se parecen en esencia por el proyecto económico que defienden-pero no en historia porque divergen en prosapia, ya que uno es de estirpe revolucionaria y el otro de rancia alcurnia-no debiera extrañarnos el porqué surge un movimiento como el del Voto Anulado, o Voto Blanco, recordemos que en política los vacíos se ocupan de inmediato. Además, como decía el vate orgullosamente veracruzano: “No viendo más que sombras en el camino, me contempla el resplandor del cielo”.


alfredobielmav@hotmail.com


Junio 2009




EL PASADO NO SE HA IDO

Por Alfredo Bielma Villanueva


“Las canas denuncian la vejez, pero nunca dicen cuanta juventud les precedió” escribe José Ingenieros en “El Hombre Mediocre”. Cuanto más pudiera decirse en un antes y un después respecto del poder que suele acumular una sola persona durante un mandato constitucional en México. La diferencia es abismal. Este considerando evoca la imagen del licenciado Miguel de la Madrid Hurtado cuando ya en su vejez sus propios “amigos” y antiguos protegidos decidieron expedir algo parecido a un decreto que lo declara decrépito y no responsable de sus dichos, por aquello de su recula en las afirmaciones acerca de que Carlos Salinas, su sucesor en la presidencia de la república, se había robado parte de la partida secreta que el presupuesto federal puso a su disposición.


Las declaración rectificada de De la Madrid vale para la reflexión de aquellos que pretenden trascender su poder a través de interpósitas personas a quienes consideran maleables a sus designios, a pesar de que la historia del hombre ha demostrado hasta la saciedad que en el dominio del poder una vez que éste es transferido a otras manos no se comparte, simplemente se ejerce, y que si en el andar encuentra un obstáculo no hay impedimento alguno para arrollarlo y despejar el camino.


Ya en alguna ocasión comentamos el arrepentimiento expreso de Gustavo Díaz Ordaz por haber señalado a Echeverría como su sucesor. También las intentonas de Echeverría por trascender su poder personal en el gobierno de López Portillo y la reacción de éste cuando, ya investido de poder, lo mandó como embajador plenipotenciario de México en las Islas Fidji, allá en el confín del mundo y para no dejar dudas encarceló a cercanos colaboradores de Echeverría, mientras que a otros los despachó como embajadores para alejarlos del país.


La justicia divina repitió su aleccionadora dosis cuando el heredero de López Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado, encarceló al Ing. Díaz Serrano, ex Director de PEMEX y uno de los más cercanos al corazón de López Portillo; también encarceló al amigo de juventud del ex presidente, el tristemente célebre Arturo, “El Negro” Durazo.


En los inicios del gobierno de De la Madrid también fue muy sonado el proceso judicial que se le siguió a Everardo Espino, quien se desempeño como Director del Banrural durante la presidencia de López Portillo: “Durante uno de mis primeros acuerdos en Palacio como Director del Banrural, el licenciado López Portillo me indicó que la caja chica del Presidente de la República, manejada en tiempo del licenciado Echeverría con recursos de la Lotería Nacional, en adelante quedaría bajo mi responsabilidad”, según comentó Espino a Julio Sherer García y éste publicó en “El Poder, Historias de Familia” en 1990.


El 8 de enero de 1983, (seis años mas tarde el 9 de enero de 1989 Salinas encarcelaba a “La Quina”), apenas un mes y días de haberse iniciado el gobierno de De la Madrid, ingresó al Reclusorio Norte de la Ciudad de México Everardo Espino, acusado de peculado en su tránsito por Banrural y por la Comisión Nacional de la Industria Azucarera. Fue Espino un reconocido actor político, afamado por entregar cuantiosos recursos para el pago de campañas políticas del PRI y para allegarse a columnistas y articulistas, así como de Directores de periódicos de la Ciudad de México y de la provincia mexicana, a quienes suministraba generosos “chayotazos”, mucho de lo cual salió a la luz pública confirmando a la ciudadanía lo que era un lugar común en el régimen de impunidad y corrupción que caracterizó al México del siglo XX, constituido en una verdadera epidemia nacional que aún no ha sido erradicada.


En 1981, al acercarse la fecha del “destape” del candidato a la presidencia de la república, el país enfrentaba una tremenda crisis económica y política que recordaba la de seis años antes con Echeverría. A López Portillo su gabinete económico no le mostraba con certeza los síntomas de la enfermedad económica pues en agosto de 1981, al examinar las cifras del ejercicio, Ibarra, el Secretario de Hacienda, le advertía de un déficit superior a los 600 mil millones de pesos, mientras que el Secretario Técnico del Gabinete Económico, Carlos Salinas de Gortari, dependiente de De la Madrid, le informaba que el déficit sería de 490 mil millones.


El 25 de Septiembre de 1981 el PRI destapó la candidatura de Miguel de la Madrid Hurtado. El perfil de este precandidato distaba radicalmente del político tradicional, pues su procedencia, al igual que Echeverría en su tiempo, era totalmente burocrática. Aquel perteneciente a la llamada Tecnoburocracia formada en los perfumados cubículos de Hacienda y el Banco de México de donde emergía para tomar el poder.


Según el presidente López Portillo el factor que inclinó la decisión a favor de De la Madrid fue el económico debido a los graves problemas por los que transitaba el país, aunque reconoció que al final llegaron García Paniagua y de la Madrid: “Uno, para el caso de que se desordenara el país por la crisis económica y se necesitara una mano de fuerte y sabia raíz popular; el otro, para el caso de que la expresión critica fuera fundamentalmente financiera. Como esto último es lo que básicamente ocurría, el Partido se fijo en quien, desde hacía dos regímenes, estaba vinculado en distintos grados de responsabilidad, con el proceso del financiamiento del desarrollo y las políticas económicas”.


José López Portillo escribe en sus memorias que el 3 de noviembre, después de tomada la gran decisión, el nuevo Secretario de Programación Ramón Aguirre sustituto de De la Madrid, confirmó en reunión de Gabinete Económico que el ejercicio 1981 se terminaba con un déficit de 715 mil millones. “Yo, desconcertado, no lo podía creer. Ibarra, sonriente, con cara de ”. Un presidente engañado por sus colaboradores del ramo presupuestario; paradójicamente, a favor de ellos había decidido su sucesión, y así le fue.


Ya como candidato De la Madrid inició su campaña con el lema de “renovación moral de la sociedad” que implicaba una demoledora censura al terrible deterioro político con el que cerraba la administración de su ex jefe. Ungido presidente encarceló a los arriba citados; inició proceso penal contra Roberto Martínez Vara, sobrino de López Portillo; al hijo de éste, el “orgullo de su nepotismo” como el mismo lo calificara, lo mandó a la FAO en Roma; a la preferida de López Portillo, Rosa Luz Alegría, a quien hizo subsecretaria de Programación, simplemente la borró del escenario político. Todo en “pago” a los favores de la sucesión. ¿Condición Humana o valor para enderezar las desviaciones del sistema? He aquí al ahora tristemente defenestrado Miguel de la Madrid.


En estos antecedentes podemos leer que en el libreto de los actores políticos el guión no ha cambiado y que en el fondo está la explicación a la crisis existencial de quienes ostentan un poder que por designios constitucionales fatalmente tendrán que entregar. Es como construir castillos de arena, viene la ola y los derrumba. Cuando bien les va.


alfredobielmav@hotmail.com
Mayo 2009