DESARROLLO URBANO
Alfredo Bielma Villanueva


Durante muchos años los gobiernos estatales privilegiaron con obras a otras ciudades veracruzanas de no menor importancia que Jalapa, dejando a esta ciudad relegada con sus ingentes problemas de desarrollo urbano agravados por la singular topografía de su asentamiento. Fue así que, aunado a la explosión demográfica se sumó el boom de la compra de automóviles, generando un serio problema vial que ha restado considerable calidad de vida a los habitantes de esta otrora apacible ciudad.


Fue el gobernador Murillo Vidal quien inició el despegue urbanístico de la capital veracruzana al construir la Avenida Xalapa con el ensanchamiento de sus carriles dándole una mejor apariencia a su entrada norte, digna de una capital de Estado. La construcción del túnel bajo el parque Juárez fue una inequívoca previsión para lo que después vendría. El encantador Paseo de Los Lagos refrescó el entorno urbano de la ciudad capital, que en años posteriores sufrió un incontrolable crecimiento que hasta ahora no ha sido posible regular, debido a la incompetencia o indolencia de las autoridades.


El gobernador Acosta Lagunes le dio un segundo impulso a Xalapa al abrir a la circulación las avenidas Ruiz Cortinez y Murillo Vidal entroncándolas con la avenida Circunvalación, ahora Lázaro Cardenas a la que se agregaron más carriles de circulación. Seis años antes, don Rafael Hernández Ochoa había pavimentado la Avenida Américas, una ruta indispensable entonces y ahora. Dante Delgado pavimentó e iluminó colonias, introdujo mayor capacidad de agua potable a la ciudad y amplió a cuatro carriles la desembocadura de 20 de noviembre en la Lázaro Cárdenas.


Pero no fue suficiente y se empeoró aún más porque Patricio Chirinos y Miguel Alemán, en materia de vialidad fue poco lo que hicieron por esta capital. Fidel Herrera ha retomado la tarea de proporcionar a esta ciudad los canales viales que la hagan habitable; es tan grande la necesidad de obras para esta capital que es de reconocerle el esfuerzo que se está haciendo.
Se dirá que nunca se está conforme: “si no se hacen las obras, se reclama y si hacen, se critica por cómo lo hacen”. Ciertamente es hasta incómodo parecer ir contra la corriente, pero hay que decirlo porque es un derecho, también una obligación, que la normatividad otorga al ciudadano para expresar con libertad su pensamiento respecto a la actividad de sus servidores públicos y de la manera en cómo se invierte el dinero público, que mejor que hacerla extensiva de manera abierta a la consideración general, que es en primera instancia la que debe importar.
Cuando se construyó el “distribuidor vial de Las Trancas” se suponía que se iba a resolver el problema vial en el cruce de la carretera a la altura de esa población, pero no conectaron el acceso al famoso “distribuidor”, el que por el servicio que presta actualmente ha quedado reducido a la calidad de un simple retorno, que al final resultó bastante caro y no hay quien explique el porqué.
Respecto al Puente sobre la Avenida de los presidentes ¿Qué no hubiera sido mejor construirlo de sur a norte, o hacer un distribuidor vial que sirviera para despejar el nudo gordiano que día a día allí se escenifica? Es decir, que sirviera para despejar el terrible tráfico de sur a norte y salvar la vía del ferrocarril, porque en la dirección que se le ha dado se antoja que el paso de los vehículos sobre el puente los llevará a ninguna parte, mientras que por abajo, la avenida rebsamen seguirá siendo un terrible tapón vial, sin opción para aligerar el paso de los cientos de vehículos de aquella parte de la ciudad que es una de las de mayor crecimiento.
Agréguese a esto la posible construcción del centro comercial que se pretende instalar en el predio denominado “La Joyita” y no se requiere de gran imaginación para deducir el caos vial que se generará.
No esta por demás recordar que la falta de previsión en las obras urbanas ocasiona que estas sean más caras de lo necesario. Basta citar la continuación de circuitos presidentes que con apoyo estatal hizo el ayuntamiento xalapeño en 2004, Pero ¿Qué sucedió? Que pocos meses después se construyó el puente sobre la Avenida Murillo Vidal y parte de lo que se había realizado quedó sepultado, convirtiendo lo invertido en un fardo cargado inútilmente por la ciudadanía. Eso se llama imprevisión, carencia de planeación, por decir lo menos.
Es válido entonces preguntar ¿En Xalapa, hay Plano Regulador de la Ciudad? ¿Existe un Plan de Desarrollo Urbano? Cuando se va a hacer una obra, ¿se hace por inspiración o se tienen estudios serios respecto de sus beneficios a futuro y del impacto ambiental que va a ocasionar? Es preocupante porque un edil del ayuntamiento jalapeño ya adelantó que se van a construir más puentes, un “distribuidor vial”, dijo, en el entronque de Murillo Vidal y Lázaro Cárdenas. ¿Sabrá este señor lo que es un distribuidor vial y su diferencia con un simple puente?


Hay muchas interrogantes que saltan a la mente, como cuando el 13 de abril se lee la declaración del alcalde jalapeño de que hasta ese momento él no tenía conocimiento que hubiera en Desarrollo Urbano Municipal alguna solicitud de construcción en el predio “La Joyita”. Ante las brechas que allí se estaban abriendo, derribando árboles que han ocasionado la protesta de vecinos del lugar ¿No sabía el alcalde qué se va hacer allí?
Es preocupante porque él dejó temporalmente la digna condición de ciudadano para convertirse en servidor público y se ha desempeñado con seriedad y, se presume, con alto sentido de su responsabilidad en el cargo. Pero deja mucho que desear el argumento que esgrimió acerca de que “La Joyita” es una propiedad privada y que para saber qué es lo que están haciendo se requiere de una orden judicial. ¿De veras? Eso cualquier vecino se lo podría decir, o qué ¿las protestas son vanas? No estaría de más que suponga lo que él mismo, como ciudadano, hubiera pensado acerca de este su dicho pero expresado por algún otro servidor público.


Ante estas reflexiones ciudadanas se replicará: “Nunca están conformes” o se esgrimirá: “es mejor que no hacer nada”. Si así fuera serían argumentos baladíes porque el dinero invertido proviene de fondos públicos, no del bolsillo personal; ni es un favor que se le hace a la población, es una grave responsabilidad que recibieron al aceptar el cargo que con tanto afán buscaron en tiempos electorales y tienen la irrevocable obligación de hacerlo bien.


Los reconocimientos que la ciudadanía confiere a quienes les sirven con eficacia son justamente merecidos cuando el servidor público se afana al hacer las obras de beneficio común con honestidad, mirando siempre por el bienestar colectivo. Como Juan pueblo dice: “Hacer el bien sin saber a quien”.


alfredobielma@hotmail.com
Mayo 2007










¿REPUNTE PRIÍSTA?

Alfredo Bielma Villanueva


El Partido Revolucionario Institucional ha ganado las elecciones para gobernador en el Estado de Yucatán; recupera así una importante plaza que, por cierto, ha tenido vocación democrática pues de mucho tiempo atrás ha sufragado con madurez al diferenciar su voto. Tiene el pueblo de Yucatán vocación democrática y capacidad para elegir con discernimiento a sus gobernantes, allá han experimentado la alternancia y eso significa un gran paso hacia la madurez ciudadana.

Muchas son las causas de la derrota panista y de la victoria priísta, para empezar la raíz de la explicación se encuentra en la historia política de aquel Estado peninsular, que no tiene nada que ver con la de otras entidades de la federación; pretender tomar como punto de referencia la victoria del PRI en Yucatán o la derrota del PAN en ese Estado para traslaparla acriticamente a otras entidades sería comparar peras con manzanas, verdes unas, maduras las otras.

No ocurrirá seguramente de esta manera en el análisis que la dirigencia nacional priísta haga de este su afortunado resultado. Ya con anterioridad el PRI ha vivido experiencias alentadoras después del desastre del año 2000, pero por una equivocada lectura de los triunfos y de las derrotas no se previó lo que realmente ocurriría más tarde. Si se recuerda, hace seis años el PRI vivía la euforia de una sensible recuperación, cuando al frente de su Comité Ejecutivo Nacional estaba Roberto Madrazo pues, entre otras victorias, se recuperó la gubernatura de Nuevo León con Natividad González Parás, actual gobernador, quien había perdido la elección hacía seis años.


Medianamente enderezada la nave, ante el panorama optimista que se veía enfrente, quisieron “tapizcar” la milpa sin haberla sembrado y sobrevino al interior de las fuerzas priístas la intensa lucha por hacerse de la candidatura a la presidencia. Las divisiones que esta contienda ocasionó afectaron severamente el paso triunfal que terminó en una aplastante derrota en la elección presidencial.


Desperdiciaron así una ventaja que no supieron aprovechar por las innumerables pugnas al interior de sus filas copulares. El mal gobierno de Fox había provocado una fuerte decepción ciudadana que hubiera servido, en una estrategia correcta, para posesionarse políticamente. Pero se les fue el tiempo entre “Tucones” y “Elbazos” mientras enfrente las otras dos fuerzas significativas de la arena política se estaban preparando para la gran batalla.


En esas condiciones, las traiciones y la simulación partidista mucho tuvieron que ver en la derrota cuyo pronóstico estaba a la vista desde antes de iniciar la campaña. De allí el nada decoroso tercer lugar en la fatídica elección del 2006. Por ello, después del resultado electoral de Yucatán, Saltan a la mente varios interrogantes: ¿Es posible remontar las causas de aquella derrota a partir de la victoria priísta en un Estado? La respuesta depende de considerar en su totalidad las causas que hicieron posible el resultado, y sería incompleta y hasta errónea si no se reflexiona acerca de lo que sucedió en la parte opuesta.


Qué decidió la votación favorable al PRI: ¿una afortunada selección de su candidata o la división que se generó al interior de las filas panistas al escoger a su abanderado? ¿Puede por este resultado el PRI presumir de una militancia siempre activa y fiel? Para comprobar que no es así bastaría con revisar el resultado de elecciones que favorecieron al PAN en votaciones inmediatamente anteriores. Todavía en la elección presidencial pasada Yucatán fue de los Estados que mayor votación favorable aportó al triunfo de Calderón. ¿Por qué pierde ahora? ¿Repunte Priísta?


Son muchos los cuestionamientos que se pudieran hacer así como variadas las condiciones en cada uno de los Estados de la Federación, con circunstancias muy específicas que nada tienen que ver con una generalización simple y superficial. Yucatán no es Veracruz ni se parece a Baja California. En Julio este último Estado elegirá a su gobernador y muy probablemente el PRI se levante con una victoria, aún así habrá de tener mucho cuidado en manifestaciones de optimismos sin bases, aunque en la apariencia los triunfos se constituyan en cimientos para futuras victorias siempre será conveniente conocer las causas de la derrota del oponente. A lo mejor allí está la clave de los resultados aquí comentados..


alfredobielma@hotmail.com


Mayo 2007


VEINTE AÑOS NO ES NADA


Continúa . . .

Alfredo Bielma Villanueva




En el paisaje citadino el gran “Juanote” estaba a punto de pasar a la historia por la desigual competencia que las camionetas de carga ya le hacían. De todos modos el entorno del centro de la ciudad se enorgullecía con la presencia de este hombre fuera de serie. El solidario grito de guerra de José Zayden ya era conocido, sobre todo por las extraordinarias dotes de experto ajedrecista y calidad humana, reacio a malearse con las triquiñuelas políticas. El “Compadre” Manuel Pérez Magaña, de aquellos dirigentes cetemistas ya extinguidos, presumía por las tranquilas calles xalapeñas, con el escape abierto de sus automóviles deportivos de chillantes colores.


En el Café Enricos, tarde a tarde, se podían ver reunidos en amena charla al exgobernador Antonio M. Quirasco y a don Manuel Zorrilla Rivera, de quienes sus acompañantes abrevaban, además del fresco humor político, el conocimiento de cómo se desarrollaron los eventos en los que ambos habían participado y que forman parte vertebral de la historia veracruzana.


La apacible Xalapa, que aún no olvidaba los acontecimientos estudiantiles de 1968, se estremeció de nuevo con el movimiento cañero de Roque Espinosa Foglia, que por más de una semana calentó comida con enormes cacerolas y fogatas en plena calle Enríquez, Plaza Lerdo y corredores del Palacio de Gobierno. El parque Juárez se adornó entonces con sombreros y guayaberas que sobresalían de las chamarras, típico atuendo que los campesinos cañeros utilizan como prenda distintiva.


Qué nuevas experiencias para la clase política naciente, que se estremeció con el fenómeno político por excelencia, que marcó aquella época: “El Carbonelazo”. Un evento registrado en los diarios de su tiempo y de cuyos protagonistas principales alientan vida solo Luís Echeverría Álvarez y Augusto Gómez Villanueva. También el “congelamiento” de las aspiraciones senatoriales del poderoso profesor Arriola Molina, quien por hablar de más (“El Gobierno Federal es un pulpo”) suscitó la ira del Presidente Díaz Ordaz, quien con fulminante disposición evitó su arribo al Senado, dejando al Estado de Veracruz con un solo senador durante el sexenio echeverrista.


Todos estos acontecimientos fueron registrados en las páginas de los diarios y revistas de la época por los reporteros de su tiempo. Expresado en símil con la naturaleza podríamos decir que “en donde hay lagartos hay tortugas”. De la misma manera es inconcebible la actividad política sin el concurso de la actividad periodística. Si narráramos las correrías de los periodistas nos meteríamos en senderos tan sibilinos que es mejor que cada cual los cuente; seguramente se colmarían páginas ricas de anecdóticos contenidos; vivencias, muchas de ellas entremezcladas con las del acaecer político estatal, forman un todo con lo que su trabajo registró.


La cantera periodística veracruzana era riquísima en frutos; en los tiempos que comentamos (65-70) ya brillaban en el periodismo del Distrito Federal, Francisco Cárdenas Cruz, Ángel Trinidad Ferreira, José Robles Martínez, Fausto Fernández Ponte, y el terrablanquense Manuel Mejido, a quienes los políticos veracruzanos acudían con frecuencia para ver sus nombres impresos en la circulación nacional.


Maestro en el arte de las relaciones públicas con los periodistas lo fue Mario Vargas Saldaña, cuyo talento especial lo acomodaba de inmediato entre las amistades más cercanas de aquellas vacas sagradas del periodismo veracruzano. Manuel Ramos Gurrión, paisano de “Chico” Cárdenas, también exploraba ese rentable camino.




ES FUGAZ LA MIRADA


Es un hecho que la historia reposa en las añejas y amarillentas páginas de los diarios; en ellas reposan también, in Vitro, las plumas que dieron vida a la noticia del momento y que, al releerlas ya sin el apasionamiento de lo coetáneo, traslucen con mayor fidelidad el acontecimiento narrado.


De allí la importancia de quien lo escribe, de allí la responsabilidad cuando se escribe. En nuestro breve viaje al reciente pasado encontramos que en aquel entonces había diarios de la importancia de El Dictamen de Veracruz, “El Decano de la Vida Nacional”, que mantuvieron por muchos años muy bien enterados a sus lectores, pues su información era bastante completa respecto a noticias del Estado, de la Nación y del Planeta, con una variada gama de secciones. Pero, respecto del Estado, su información debía extraerla de los mandos altos o medios del sector público, para lo cual contaba con hábiles corresponsales que sabían cómo penetrar los vericuetos del poder.


A nivel de directivos mantenían una excelente relación con el gobernador en turno a quien no dudaban en preguntar para sacar la nota. Qué decir de su rol de reporteros, eficientes y profesionales, incluso los de la sección política, se convertían en influyentes conductos, en una retroalimentada relación entre políticos y reporteros.


“Vaca sagrada” en este periódico lo fue sin duda el poderoso columnista político Bartolomé Padilla, excelente periodista al que le fallaron los cálculos en su abierta diferencia con el entonces alcalde jarocho Mario Vargas Saldaña, su amigo de toda la vida. Esta disputa lo enfrentó al sector público estatal cuyo resultado evidenció que en donde manda capitán no gobierna marinero.


El poderoso columnista fue defenestrado de su tribuna y, al faltarle ésta, como soldado sin fusil, ya no pudo seguir participando en la guerra. No al menos con la inconmensurable fuerza con la que contaba en El Dictamen.


En Poza Rica, el Diario “La Opinión” proyectaba su influencia informativa a casi todo el Norte del Estado y la Sección 30 de petroleros tenía en este diario un conducto idóneo para dar a conocer sus actividades que, como centro de decisión de los asuntos políticos de la región, servían de guía para la toma de decisiones.


En Minatitlán, la Sección 10 de petroleros manejaba con entera disposición “El Sotavento”, un leído Diario cuya Dirección por muchos años se convirtió en la Meca de los políticos estatales que viajaban al Sur y, por supuesto, de los que iniciaban su actividad en el periodismo y en la política. La influencia de este Diario irradiaba casi todo el Sur veracruzano, incluso en el Puerto México de antaño.


En San Andrés Tuxtla el “Eyipantla” de los ´50, en papel revolución, equilibraba su modesta presentación con entusiasmo periodístico digno de todo encomio. Contemporáneo al nacimiento de la XEDQ, estación de radio que pronto cubrió con la música romántica del momento la ensoñación tuxtleca de mitad de siglo; no tenía sección informativa de asuntos políticos. Poco después les hizo compañía el Diario de San Andrés”, al que el maestro Adalberto Toto Linares imprimió su sello personal. Ya en Cosamaloapan señoreaba, como Reina del Papaloapan, la XEFU, potentísima radiodifusora que engalanaba los aires del mediodía cuenqueño y de todo el Sotavento con el cadencioso danzón alternando Memo Salamanca con su virtuosismo en el piano.


En Acayucan, poco después de “El Eyipantla” de San Andrés, surgió “El Diario del SUR” cuyo director-fundador, el “Yayo” Gutiérrez, al crearlo lo hizo acicateado por el especial acontecer social y político de aquella turbulenta zona; percibiéndolo, no ignoró el ambiente de peligro cotidiano en el que los pleitos y las diferencias se arreglaban con balazos. Independientemente de sus destacados logros políticos, superó acres diferencias con actores políticos regionales y con aquella experiencia previa no le fue difícil, al menos en lo que a la parte profesional se refiere, fundar en Xalapa otro Diario que, por su alto perfil contestatario, pronto se convirtió en referencia noticiosa de singular relevancia. (Continuará)


alfredobielma@hotmail.com


Mayo2007





MARCA Y PRODUCTO

Alfredo Bielma Villanueva


Conforme a sus muy particulares y circunstanciadas estrategias cada partido político ha ido desgranando su mazorca de candidatos a alcaldías y diputaciones; todos van a la búsqueda de una ciudadanía que previamente ha observado y cotidianamente comentado los movimientos y preferencias de sus respectivas clases políticas. Desde el gobernador hasta el último de los aspirantes a la regiduría cuarta hacen sus concernientes cálculos, porque de lo que se trata es de conseguir la meta, obtener el triunfo.


Ocho partidos están en la jugada, algunos de ellos apelarán a alianzas porque no tienen la suficiente capacidad de convocatoria entre la ciudadanía ni los recursos económicos para competir en igualdad de condiciones.


Toda la parafernalia de un evento electoral en los últimos tiempos reside y se reduce al candidato que se presenta ante la ciudadanía, pero el Partido que lo postula también cuenta y, en ciertos casos para bien o para mal, de manera determinante. En estos tiempos en los que la mercadotecnia prevalece en todo tipo de campaña, es similar a la relación que se establece entre la marca y el producto. La marca haría las veces del partido, el producto sería el candidato.


En nuestra economía en desarrollo, en el ámbito comercial durante mucho tiempo la marca lo hacía todo, no se requería de mucha promoción. Los no muy jóvenes recordarán al Pan Bimbo o a los cigarros Raleiht como productos de altísimas ventas en sus respectivo nichos de mercado. Por aquel entonces ¿quién pudiera imaginar que serían desplazados del favor de la demanda? Sin embargo, esto último ya aconteció; la oferta aumentó, otras marcas, otros productos han ingresado al mercado que, si son observados con detenimiento, concluiremos que no presentan entre sí mucha diferencia; lo que nos lleva a deducir que todo estriba en el consumidor y en el intenso torpedeo de las campañas de promoción sobre la blanda corteza cerebral del hombre.


En nuestro universo político el PRI fue una marca registrada y más que reconocida; siempre presentó al público buenos y malos productos, pero el prestigio de la marca obligaba a consumirlos ya que no existía competencia al frente y no había más que un expendio, en donde la oferta consistía en los mismos productos. Con la globalización política llegaron otras ofertas amparadas en nuevas marcas, algunas emergentes, que desplazaron del mercado a las ya establecidas. Como nuestra economía política se inspira en el liberalismo económico muchos productos cambiaron de dueño y, obviamente, de presentación.


Tal vez porque el consumidor estaba ya cansado de más de lo mismo, o porque la promoción propagandística es muy buena, los nuevos productos pronto se han posicionado del mercado, ampliando las opciones para el comprador. Pero de inmediato éste fue sometido por las intensas campañas consumistas, que no le han permitido discernir con madurez cual producto es el mejor, simplemente compra y consume. El fenómeno que se observa es que en esta economía en crecimiento y la revolución mediática muchos se han olvidado de la antigua y única marca.


Si bien la canasta básica se amplió pues, además de la sandía tricolor, ahora hay pan, también naranja, papayas amarillas, aguacates y verduras, todo para las diversas preferencias, dicen los que de mercadeo saben que en cuanto a marcas hay que saber escoger. Solo recordemos que hay marcas que prestigian al producto y, a la inversa, que algunos de estos demeritan a la marca; tampoco olvidemos que si el consumidor se equivoca al comprar el producto, de ello se percatará hasta el momento en que lo pruebe, para entonces será tarde porque ya hizo el gasto. En política el riesgo no es menor, aunque tiene el agravante de que si el alcalde, diputado, senador, gobernador o presidente de la república resultan un fracaso, serán por lo menos tres o seis años de lamentaciones por haber escogido un mal producto y, peor, las más de las veces bastante caro.


No está por demás recordar que también hay marcas “patito” y productos chafas, esas que a veces sorprenden ofertando productos que no son promocionados pero que conllevan cierta calidad, confirmando que no todo lo que brilla es oro.


Algo similar a los asuntos del comercio ocurre con los aspirantes a cargos de elección popular. Muchos han cambiado de marca, pero en el fondo siguen siendo los mismos, la diferencia es quizá la envoltura, la presentación pues. Es el caso de políticos que le han tomado gusto al embeleso que produce el poder y persisten en sus intentos por permanecer en el presupuesto; nada malo hay en eso cuando las aspiraciones se revisten de auténtica vocación por servir, lo que en muchos casos es difícil que así ocurra.


Moraleja: No escojamos por lo que se dice del producto, por la envoltura que lo arrope, o por el supuesto prestigio de la marca. Vayamos a sus antecedentes, si ya nos exhortaron a escoger marca y producto, analicemos sus ventajas, precio y calidad. Hagamos como cuando compramos un equino, le revisamos los dientes, le observamos los cascos y los cuartos traseros, así como las patas, y preguntamos por su ascendencia. No es necesario que tenga, como los perros, pedigrí, basta que nos sirva con eficiencia y seriedad en el trabajo que se le encomiende.



alfredobielma@hotmail.com
Mayo 2007




LA HISTORIA DE UN PROCESO

Alfredo Bielma Villanueva

Guadalupe Acosta Naranjo, secretario general del PRD, acusó al gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, de modificar sus posturas en torno a la muerte de Ernestina Ascencio Rosario, mujer indígena de la Sierra de Zongolica.

“Contradice lo dicho por él antes. El señor Fidel Herrera, gobernador del estado de Veracruz, a mí me informó que se estaba haciendo el análisis de todos los miembros del Ejército destacamentados en Zongolica y que habían detenido preventivamente a dos miembros del Ejército, eso me lo informó a mi Fidel Herrera y que me desmienta. Entonces hoy no sé si ya recibió instrucciones para echarse para atrás”, sostuvo Acosta Naranjo. (EL Universal, 30-IV-07)

De repente cambió el tono del dialogo conciliatorio que mantuvieron los diputados del PRD con el gobernador de Veracruz, al que llegaron incluso a proponerle una alianza entre ellos contra el Presidente de la CNDH, porque este declaró con mucha antelación que no había crimen que perseguir.

Vayamos al principio de esta triste historia en la que por un lado, los habitantes de la Sierra de Zongolica, ofendidos por la extrema pobreza, la discriminación y la impunidad, claman porque se aclare el caso de la supuesta violación de la señora Ernestina Ascensio. Por otro lado, una dependencia estatal, la procuraduría de Justicia del Estado de Veracruz encargada de la investigación del caso, se encuentra en medio de una disputa en la que el menor de los calificativos que se le tributan es el de ineptitud. En la otra esquina, el Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, quien declaró que la señora Ernestina Ascensio murió victima de una úlcera gástrica y que no hay delito que perseguir. Coincide en esta conclusión con lo que días antes declaró a La Jornada el Presidente de la República. (Los entrecomillados corresponden a noticias publicadas en los Diarios El Universal, Milenio, Diario de Xalapa, Imagen de Veracruz, Política)

Después de los inciertos inicios, el gobernador Fidel Herrera adoptó el juicioso enfoque de esperar a que el Ministerio Público finiquitara la investigación que por ley le corresponde hacer. Al término de esta, la conclusión a la que llegó resultó coincidente con la de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el sentido de que no hay delito que perseguir.

Una historia que empezó a conocerse a través de la prensa el 27 de febrero, cuando daba cuenta de los hechos ocurridos en la congregación de Tletacingo, municipio de Soledad Atzompa, uno de los más marginados de la república mexicana. Una señora de 73 años de edad, decía la noticia, había sido violada en el interior de su domicilio y se mencionaba la presunta participación de cuatro miembros del ejército en el atentado contra la señora Ernestina Ascensio. Allí cerca, había un campamento militar con 150 elementos del 63 Batallón de Infantería de la 26 zona militar.

La nota periodística señalaba que la anciana dijo a su sobrino Miguel Castro de Jesús que “Fueron los soldados los que se me echaron encima y me atacaron” (DX 27-II-07). La ataron de pies y manos y la violaron. La misma versión obtuvieron los hermanos de la agredida, Luís y Fernando. Para auxiliarla médicamente consiguieron la intervención de René Huerta Rodríguez, dirigente del Congreso Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica para que la trasladaran al Hospital de Río Blanco, al que ingresó a las 23 horas del día 25 en estado de coma y en el que falleció a las 6.25 del día 26. El reporte médico, según la nota, reportó datos de “violencia anal”.

En la Agencia Especializada en delitos Sexuales se integró el expediente 410/2007 por el delito de violación y homicidio. “Exigimos justicia, estamos seguros de que la violación y muerte de mi tía la realizaron los soldados”, dijo Miguel Castro de Jesús. El hermano, Fernando Ascensio, por su parte dijo: “Aunque los militares nieguen, ellos fueron los que abusaron de mi hermana; hay testigos y pruebas de su culpa”.

Al lugar de los hechos por parte del gobierno del Estado, se apersonaron el Subsecretario de Seguridad Pública, Francisco Mora Domínguez; el Subprocurador Regional Miguel Mina Rodríguez y Alejandro Ramírez Morales, del Centro de Planeación y Estrategias, para recabar las primeras impresiones de lo ocurrido.

El sepelio de la difunta Ernestina Ascensio fue el martes 27, en Tetlacingo. Allá se dirigió, para dar sus condolencias a los familiares, el gobernador, quien dijo que el Ejército estaba “comprometido con nosotros a investigar y castigar con la ley, la jurisdicción del fuero común y la jurisdicción castrense, a quienes resulten responsables”. Aprovechó la ocasión para ofrecer que serían entregados dos vehículos para transportar a estudiantes de primaria y secundaria y que se rehabilitaría el camino de Soledad Atzompa a Tepaxapa. Una nota periodística informaba que “Los cuatro elementos del Ejército mexicano señalados como los presuntos responsables de este crimen están a disposición del Ministerio Público”.

También presentes el día del sepelio estuvieron el Procurador Emeterio López Márquez, el Secretario de Seguridad Pública, Juan Orozco, el Director de la Policía Ministerial, Gabriel Pérez Gutiérrez y el Subprocurador Regional, Miguel Mina Rodríguez, a quienes los habitantes del lugar retuvieron, por algo más de media hora, impidiéndoles la salida por carretera para expresarles su deseo de que se hiciera justicia. (28-II-07)

En Santiago Tuxtla, en las festividades del primer viernes de marzo, el gobernador habló de la violación y muerte de la anciana en el municipio de Soledad Atzompa, reiteró su ofrecimiento de investigar a fondo y descartó cualquier problema de reacción violenta de la población, por lo que agradeció “a las comunidades de los Pueblos Indígenas, a la CROIZ, al ingeniero René Huerta, al propio Julio Atenco, que han sido muy respetuosos y confiados de la fuerza moral del gobernador del Estado y no se produjeron actos de interrupción de la vida normal de la región”:

Pocos días después, en un comunicado de prensa, el número 017, de la Dirección general de Comunicación Social de la Sedena, el 2 de marzo, se informa que se hicieron exámenes médicos a efectivos militares de la brigada situada en la comunidad “sin que hasta el momento se haya encontrado alguna prueba que los involucre”. Para atemperar los ánimos el gobernador declaró: “Les digo dos cosas. Primero, ese crimen artero y abominable no va a quedar impune, Segundo, cualquiera que sea responsable lo vamos a encontrar, porque está cooperando la comunidad, porque está cooperando el Ejército y la autoridad”.

Como hubo voces pidiendo el retiro de la partida militar de la zona, Fidel Herrera declaró: “Por cuanto hace de que salga, no se salga, no existe un destacamento fijo, no hay una base, son grupos móviles estratégicos que conforme a la Ley de Seguridad Nacional y el Plan de Seguridad de Veracruz desplazamos, porque se acuerdan ustedes que tenemos un combate organizado contra el crimen organizado”. (5-III-07)

El sábado tres de marzo, un acontecimiento en donde corrió la sangre conmocionó a la población veracruzana: en la comunidad de Villarín, municipio de Veracruz, se desató una fuerte balacera entre los participantes de una carrera de caballos, con saldo de dos muertos, entre ellos el llamado “Zeta 14”, cinco heridos y cinco detenidos. Un asunto de gran trascendencia en medios nacionales que impactó severamente el ánimo de gobernantes y gobernados. Encontrando al Procurador que se apersonó en el puerto de Veracruz para seguir de cerca las primeras investigaciones, los reporteros le preguntaron sobre el caso de la Señora Ascensio, a lo que contestó que “tenemos solamente la versión que nos dan de oídas las personas que auxiliaron a la señora”.

En reacción al informe de la Sedena el alcalde de Soledad Atzompa rechazó la versión, dijo: “nosotros estamos seguros que fueron soldados, no fueron lugareños porque en la comunidad en donde ocurrieron los hechos hay gente pacífica, no hay violencia y nunca se ha presentado ningún hecho de violación sexual como pasó con esta mujer indígena”. (8-III)

Por las dudas que por el desarrollo de la investigación se iban generando, a petición de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el 9 de marzo se exhumó el cadáver de la señora Ernestina Ascensio porque, según la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en Veracruz, Noemí Quirasco, hubo impericia, negligencia y falta de cuidado en los peritajes de la Defensa Nacional respecto del homicidio de la señora. Se argumentó que hubo un error en la investigación ministerial pues se omitió el dato de la violación, aunque si se habla de traumatismo craneoencefálico, fractura de vértebras cervicales y anemia aguda. En la exhumación participaron expertos de la CNDH, “Espero que ahora sí se hayan tomado las muestras necesarias y a ver si todavía es posible hacer lo que no se hizo” dijo Noemí Quirasco. (10-III)

Respecto de la exhumación del cadáver, el director de Servicios Periciales reconoció la falta de algunas pruebas que la hicieron necesaria. Los resultados con las nuevas pruebas obtenidas, dijo, servirían para determinar si hubo negligencia y falta de pericia del personal que hizo la autopsia. “Hubo alguna situación que corroboraremos como consecuencia de que se pudo hacer en la primera necroscopia, como el haber tomado más muestras para emitir un examen de laboratorio”. Dijo que Servicios Periciales determinó como causas de la muerte de la señora Ascencio la fractura de cráneo y anemia aguda. (13-III)

En el oficio 483 de la Agencia Especializada en Delitos contra la Libertad y Seguridad Sexual se estableció que las causas de la muerte fueron: Traumatismo craneoencefálico, fracturas de vértebras cervicales y anemia aguda, lo que coincide con el acta de defunción y el certificado de fallecimiento.

La movilidad del alcalde de Soledad Atzompa seguramente provocó incomodidad pues informó tener conocimiento de que dos militares se encontraban arraigados como presuntos responsables del asesinato de la señora Ascensio y se mostró optimista de obtener resultados confiables después de la exhumación del cadáver.

Por cierto que no dejó de sorprender su presencia en un evento priísta encabezado por el gobernador y Beatriz Paredes, en Boca del Río, al que asistió como invitado de honor. En ese acto priísta Fidel Herrera comparó la importancia de Beatriz Paredes con la de otras veracruzanas, como Lucrecia Toriz, Marina del Toro, María Enriqueta Camarillo, Josefa Murillo, Toña La Negra, Leticia Tarragó “y como Ernestina Ascensio Rosario, cuyo crimen no quedará impune y está en el corazón de todos los que respetamos a las mujeres indígenas veracruzanas” dijo ante cientos de priístas. (12-III)

Para atajar los comentarios que ya surgían en torno a la supuestamente retardada atención que se le brindó a la señora Ascensio, el Secretario de Salud veracruzano, casi 15 días después de ocurrido, declaró que se investigaría al personal médico del Hospital Regional de Río Blanco, en donde la afectada fue atendida una hora después de su llegada, a pesar de los graves síntomas que manifestaba. Aprovechó para dar la noticia de la construcción de un hospital de primer nivel en Soledad Atzompa.

El desarrollo de los acontecimientos en este caso fue tomando un giro de enfrentamiento entre la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Procuraduría de Justicia veracruzana porque los resultados de sus investigaciones eran diferentes. La CNDH solicitó información adicional a las autoridades locales, las que ampliaron la información solicitada no sin recordar que solo la institución del ministerio público tiene la facultad para investigar la existencia de los delitos y la probable responsabilidad de los autores. (13-III).

El día 13 de marzo, el alcalde de Soledad Atzompa permaneció por más de 8 horas rindiendo declaración ante el Ministerio Público Militar, en Orizaba. Allí, ante la teniente de Justicia Militar y agente del Ministerio Público Militar, Norma Sánchez, de la XXVI zona militar, el alcalde declaró que recibió información del gobernador Fidel Herrera acerca de la posible detención de un soldado y la fuga de otros dos militares, involucrados en el asunto de la señora Ascencio.

El 13 de marzo, el Diario La Jornada publicó una entrevista con el presidente Calderón en la que este declara que tenía información que la señora Ascensio había fallecido por “una gastritis crónica no atendida” Preguntado sobre el particular el gobernador se abstuvo de emitir opinión alguna y reiteró que esperaría a la resolución de la autoridad competente; “no voy a declarar absolutamente nada sobre este tema para que cumplan las autoridades con absoluta libertad de la autoridad, de los medios y de todos los actores, con su tarea legal” (…) Mi gobierno garantiza a la comunidad y a la sociedad que se averiguará y se castigará a quien haya sido responsable de este brutal asesinato, cualesquiera que hayan sido las circunstancias en las que haya ocurrido”. (15-III)

Por otro lado, el director del Hospital Regional de Río Blanco, Hugo Zárate, opinó que la causa de la muerte de la señora Ascensio se debió a una anemia provocada “por objeto contundente no genital”, que le perforó el intestino causándole hemorragia: agregó que el deceso no era debido a una violación sexual tumultuaria sino a fallas orgánicas múltiples y a la anemia aguda. “La falla orgánica múltiple y la anemia, se debe a la edad de la mujer, así como al posible periodo prolongado que estuvo atada de manos y que la deshidrató, pero yo solo estoy diciendo la parte médica, no soy Ministerio Público, para señalar culpables”. Aseguró que la señora Ascensio fue atendida por la ginecóloga María Elena Ramírez Cabrera; por Erick Maya Noriega y por el cardiólogo Internista Isidro Mendoza Antonio. Descartó negligencia médica en el tratamiento que se le dio a la señora Ascensio en ese nosocomio. (15-III)

El diferendo hizo crisis cuando la CNDH hizo público que existieron serias deficiencias y omisiones en el trabajo del personal médico de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz. Se omitió, dijo, el estudio de importantes órganos anatómicos, tales como cráneo, vértebras cervicales, pulmones, corazón, hígado, estómago, heces intestinales y órganos sexuales. Esto llevó a asegurar erróneamente que la señora Ascensio murió por “traumatismo craneoencefálico, fractura y luxación de vértebras cervicales, anemia aguda”.

Según la CNDH, como resultado de la exhumación del cadáver se encontró que es incongruente lo de la luxación de cervicales ya que no existe luxación o fractura alguna de vértebras. Informó que el personal médico de la Procuraduría estatal no tomó muestras para las pruebas de laboratorio para determinar la existencia de líquido seminal que llevara posteriormente a la identificación de los posibles agresores. La exhumación no encontró perforación en el recto.

Respecto de estas declaraciones, Julio Atenco Vidal, de la Coordinadora Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica (Croisz) dijo: “hay un claro contubernio entre el Ejército y la procuraduría General de Justicia del Estado, pues al amparo de la confidencialidad de la información, los servicios periciales locales y la Agencia del Ministerio Público Especializado en Delitos Sexuales hicieron un trabajo sucio para garantizar la impunidad de los soldados.”

La Croisz en boletín a los medios manifestó su desconfianza en los procedimientos de quienes intervinieron en la autopsia, “desde el día de los acontecimientos, ni la Procuraduría de Justicia ni los militares habían realizado investigación policíaca ni criminalística alguna, no obstante, la Sedena declaró que ya habían realizado investigaciones científicas y sus resultados no inculpaban a los soldados”… “Ante tales hechos, el Ayuntamiento y la Croisz cuestionamos severamente que el Ejército se pretendiera erigir como juez y parte y desacreditamos la credibilidad de sus investigaciones científicas, nuestra queja la hicimos ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, fuimos escuchados por esta y su trabajo posterior puso en evidencia el teatro de impunidad organizado con premeditación”.

“Lo que debiera ser un simple acto de impartición de justicia poco a poco se descama y se convierte en un acto de impunidad, de injusticia y de discriminación racial; el crimen en contra de nuestra hermana mayor es una agresión al pueblo nahua de Soledad Atzompa, así lo entendimos y así lo asumimos, la impunidad del Ejército hasta ahora avalada por el señor presidente es un agravio a la sociedad mexicana, por ello estoy convencido que nuestra lucha para que se haga justicia a nuestra hermana y la dignificación de la persona indígena tiene el respaldo de los y las mexicanas y eso es lo más importante”.

El Procurador de Justicia, Emeterio López Márquez insistía: “Nosotros en el caso específico de la investigación tenemos que esperar que se hagan las conclusiones de los dictámenes que se practicaron con la exhumación…son como 50 días aproximadamente, una vez que tengamos los resultados podremos empezar a redireccionar lo que es la investigación”. Respecto de lo dicho por la CNDH lo consideró precipitado pues “Primero que nada tenemos que tener los elementos, ver cuales son los dictámenes para de ahí continuar”. (15-III)

Por la anticipación del Presidente Calderón acerca de que la señora Ascensio había muerto de una “gastritis crónica no atendida”, el presidente municipal de Soledad Atzompa dijo “Que el presidente Felipe Calderón venga a Tetlazinga, él es el jefe de las fuerzas armadas y necesita confirmar personalmente lo que pasó con nuestra hermana mayor”. Consideró que el Presidente no está bien enterado del suceso, y reiteró que ella fue agredida. “Podemos decir que esas palabras ofendieron a la comunidad, no sabemos de donde las sacó, pero agravian al pueblo nahua, a la familia de doña Ernestina y no caben en un jefe de Estado, un gobernante que debe velar por los más débiles”.

Sigue diciendo el alcalde: “O el presidente no supo lo que dijo o lo hizo con la intención de preparar el camino para dar impunidad a los soldados, porque el pueblo sabe que fueron ellos los culpables”. (…) Que venga adonde sucedieron las cosas, que nos escuche, que haga un lugar pequeño en su agenda para los indígenas agraviados o de lo contrario nosotros vamos a Los Pinos y le llevamos nuestro testimonio”. (16-III)

El 29 de marzo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos confirmó, de acuerdo a los resultados de su investigación, de exámenes ginecológicos y proctológicos, que la señora Ernestina Ascensio no fue violada y que la causa de su fallecimiento fue una anemia aguda derivada de sangrado del tubo digestivo por úlceras gástricas pépticas. Además se le detectó una neoplasia hepática y un proceso neumónico. “Se advierte la inexistencia de desgarres en la región vaginal de la occisa; no se encontraron equimosis difusas ni eritema ni se observaron datos compatibles con la penetración de un objeto de mayor diámetro en orificio vaginal y anal e igualmente se descartó la existencia de una perforación rectal”.

En el comunicado, la CNDH informó que procedería penalmente en contra de personal de la Procuraduría del Estado por presuntos delitos y faltas administrativas cometidos en la realización de la autopsia del cadáver de doña Ernestina. Señaló que este personal no tuvo cuidado, durante la exhumación, de obtener tejidos del cadáver. Que el 27 de marzo de servicios periciales le manifestaron que “no contaban con laminillas y bloques de parafina de los estudios histopatológicos practicados con motivo de la exhumación, toda vez que la procuraduría carecía del equipo de laboratorio para procesarlos”. (30-III)

Ese mismo día, el Director del Hospital de Río Blanco, Hugo Zárate Amescua declaró que la CNDH posiblemente concluyó en base a observaciones clínicas hechas por personal de ese Hospital. Informó que días antes el Dr. Fernando Cervantes Duarte, forense de la CNDH los visitó y tras la información que le proporcionaron “se fue con una conclusión muy clara, que no había sido objeto de violación”. Que Cervantes Duarte platicó con la ginecóloga María Elena Ramírez Cabrera, el cirujano Erick Maya Noriega y el cardiólogo Isidro Mendoza quienes le explicaron el proceso de atención a la difunta y se le entregó copia del informe médico que incluía radiografías y exámenes de laboratorio que demostraban que no había fracturas de vértebras cervicales, “las fracturas que tenía en costillas fueron provocadas aquí mismo (en el hospital), porque como tuvo un paro cardiorrespiratorio se le dieron maniobras de resucitación, entonces a la viejita se le fracturaron las costillas, pero nada más”.

Agregó que el recto tenía sangrado pero no producto de violación; “nosotros lo que concluimos y lo dijimos desde el principio, fue una falla orgánica múltiple, una paciente senil con diabetes, insuficiencia renal y que llegó séptica pero por una infección, el sangrado de tubo digestivo pudo haber sido por la ruptura de alguna víscera, pudo haber sido hasta por una salmonela, que puede provocar la ruptura del intestino”….”Habrá que esperar los resultados de la necropsia pues tomaron muestras del intestino”: (-30-III)

Por el lado de la Procuraduría de Justicia del Estado de Veracruz se tomó la decisión de suspender a los peritos comisionados para establecer las causas de la muerte de la señora Ascensio, mientras se investiga si fueron omisos o cometieron irregularidades en la investigación; aunque temporal, “no quiere decir que estemos imponiendo ya una sanción”, dijo la subprocuradora Carolina Hernández Pinzón. Pero tendrán que comparecer en el marco de la investigación que para el efecto se realice en un plazo de 5 a 15 días. (30-III)

Sobre el dictamen de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el gobernador expresó “nosotros como gobierno del Estado de Veracruz, no utilizamos, en cualquier sentido o por alguna razón, para hacer una injusticia…”Mis condolencias para los familiares de la señora Ernestina Ascencio (en cuyos funerales) prometí, lo mismo que ahora, que ese crimen, como ninguno que se cometa en Veracruz, quedará impune”. (…) “nuestro respeto, reconocimiento, acatamiento, a las averiguaciones y actuaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ha quedado mas que claro, con la abierta colaboración que mi gobierno dio para la exhumación del cuerpo de doña Ernestina, que ordenó la CNDH, a la que el gobierno de Veracruz contribuyó y adonde pidió la presencia también de representantes del Ejército Mexicano…Yo veo con una enorme identidad, que lo que expresó el gobierno de Veracruz en el acta de defunción de doña Ernestina, es lo mismo de lo que establece la segunda autopsia de la CNDH…Por lo que hace a la posición de mi gobierno está también expresada en el boletín oficial que expedí el 28 de febrero…”

Para la delegada de Derechos Humanos en Veracruz sí hubo violación pues, dice, ninguna mujer en el estado en que se encontraba la señora Ascencio hace revelaciones sobre violación sin ser ciertas, dijo.

La doctora María Catalina Rodríguez Rosas que participó en el dictamen número 1317 del Ministerio Público Especializado en delitos contra la familia, opinó que sí hubo violación: “himen anular con desgarros antiguos en horas, 2, 3, 5, 7 y 11. Equimosis (moretones) en toda la orla himeneal. Equimosis en pared posterior de la vagina y labios mayores con laceraciones”….Pliegues radiados del ano con excoriaciones epidérmicas en horas, esfínter anal con desgarros recientes en horas, con sangrado transanal abundante con probable perforación anal.” (“Estado de salud: grave. Pronóstico: reservado para la vida). (2-IV)

La Procuraduría estatal descubrió que los dictámenes de los tres peritos que practicaron la autopsia al cuerpo de la señora Ascensio no coincidían entre sí, según informó la subprocuradora Carolina Hernández Pinzón. “Nos han enviado copias de los tres dictámenes que se realizaron, pues se advierte una discordancia de criterios”. Un dictamen habla de fractura de cráneo y anemia por choque hipobelémico, como causa de la muerte de Ernestina Ascensio; otro de los peritajes no habla de estos elementos. (10-IV)

El 11 de abril el Procurador del Estado, aclarando que su “postura es no hablar en demasía si no se tiene concluida la investigación”, expresó: “tenemos evidencias” de la comisión de un delito en contra de la señora Ascensio. De lo adelantado de algunas opiniones respecto al asunto dijo: “lamentablemente ahí el problema de que es, sin que exista una investigación ministerial totalmente concluida y determinada, se han alzado voces a manifestar aspectos que en este momento no quisiera abonar más”. Atribuyó la suspensión de los peritos a que había inconsistencia en sus peritajes. (12-IV)

Debido a la polémica desatada entre la CNDH y la Procuraduría del Estado respecto de la investigación ministerial número 140/2007/AE relativa al caso de Ernestina Ascencio, la procuraduría emitió un comunicado en el que hace aclaraciones a los puntos que la citada Comisión resalta: A.- que hay contradicciones en los peritajes; b.- retardo en la formulación de los peritajes y c.- pérdida de indicios por parte de personal de servicios periciales. Al respecto Insistió en que no hay dilación en su trabajo, copia del cual ha sido remitido a las instituciones que lo han solicitado. Cierto que algunas de las muestras se agotaron en su desarrollo más nunca se extraviaron. Los dictámenes han sido elaborados por personal de servicios periciales y, finalmente, insiste en que conforme al artículo 21 de la Constitución General el Ministerio Público es la única institución facultada para investigar delitos, por lo que ninguna otra institución debe arrogarse ese papel.

Sobre la entrega de evidencias a la visitadora de la CNDH la procuraduría informó que se le habían hecho el 10 de abril. La Dirección de Servicios Periciales entregó los tres hisopos de muestras de las cavidades vaginal y anal de la señora Ernestina Ascensio, mismos que ya fueron analizados por los peritos de la PGJE. (13-IV)

El 16 de abril una delegación de diputados federales integrantes de la Comisión legislativa de Derechos Humanos visitó la entidad veracruzana para tratar de dilucidar lo que realmente ocurre con el caso de la señora Ernestina Ascensio, enrarecido ya por la disputa entra la CNDH y la PGJE. La idea es entrevistarse con el Gobernador y con el Procurador, así como trasladarse a Soledad Atzompa para recabar información que les aclare lo que realmente ha sucedido. Les servirá también, dijeron, para recabar daos y aprovecharlos en la ya próxima comparecencia del licenciado José Luís Soberanes ante la Cámara de diputados.

Referente a las críticas recibidas en torno al caso de Ernestina Ascensio el gobernador declaró que él no tiene la piel delgada, “normalmente me espero, no soy de espolón corto, no me caliento a la primera cachetada, me espero hasta la octava, me espero hasta que concluya la investigación para aclarar todo”. Pidió esperar a la conclusión de las investigaciones y lamentó el diferendo entre la Procuraduría estatal y la Comisión Nacional de Derechos Humanos. (18-IV)

El diferendo entre la Procuraduría de Justicia del Estado y el Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos se radicalizó pues este insiste en que no hubo violación en el caso de la señora Ernestina Ascencio sino por una gastritis mal atendida. El Procurador en cambio aseguró que “sí existen rasgos y demás, que tienen como efecto que se haya producido una violación”; y lamentó que el Presidente de aquella Institución utilice un lenguaje “tan soez, tan impropio de una persona calificada”. (20-IV)

No obstante la insistencia del Procurador de Justicia de Veracruz e el sentido de que había señales de violación que presumían la comisión de un delito, finalmente el gobernador, en base a los últimos datos arrojados por la investigación del órgano investigador, dijo que “La hipótesis con que se construyen las averiguaciones las realiza la autoridad ministerial y la parte que ya concluyó y que conozco, el Ministerio Público de Veracruz, por no existir ninguna presunción de vinculación con ninguno de los 94 elementos del batallón, no expidió ninguna comparecencia ni citatorio”. “Tengo la absoluta certeza de que no existe ninguna vinculación con algún miembro del Ejército” (30-IV).

“Fue la CNDH la que al atraer el caso hizo presumible la hipótesis de posible responsabilidad de algún funcionario público federal, y derivado de eso tengo la absoluta certeza de que no existe ninguna vinculación con ningún miembro de los 94 integrantes del batallón”. (Política 30-IV)

Después de estas reveladoras palabras pronunciadas por el gobernador estatal, apenas un día después, el 1 de Mayo se hizo el anuncio por parte del Ministerio Público de que la señora Ernestina Ascensio murió de causas naturales y que no hay delito que perseguir. En este sentido, el fiscal especial, Juan Alatriste Gómez, informó: “Existen desgarres anales en el cuerpo de Ernestina Ascensio, los cuales pueden deberse a diversos factores, razón por las que no existen indicios criminalísticos que hagan presumible la introducción de un miembro viril o instrumento por esa vía no idónea (…) se cuenta con datos de laboratorio relativos a una parasitosis y la opinión médica sobre la existencia de heces intestinales o impactación fecal (…) La institución del Ministerio Público no ejercita la acción penal por los supuestos delitos de violación y homicidios, esta es la conclusión a que se llegó después de hacer un estudio técnico, científico de la investigación”. (2-IV)

Entrevistada sobre el particular, la delegada de Derechos Humanos en Veracruz, Noemí Quirasco, quien días antes había declarado su convicción de que sí había violación, reiteró que su postura personal persiste: “Mi experiencia profesional me lo permite y sigo en lo mismo, lo demás ya queda en manos de la opinión pública”.

Allá en Soledad Atzompa, en lengua náhuatl, sus pobladores tal vez se muestren indiferentes o quizá se quejarán del dictamen final o, por ventura, viendo los beneficios que el gobierno estatal ha procurado para los familiares de la señora Ascensio, lamentarán que aquellos no sean para todos.

Dice un conocido refrán mexicano que no se deben hacer cosas buenas que parezcan malas. Pareciera aplicable al final de este asunto, pues casi aparejado con su finiquito oficial se publicó que la secretaría de la Defensa Nacional, en obsequio a la petición del gobierno del Estado, construiría en el término de 72 horas un puente que comunicaría varias comunidades del Municipio de Álamo. Extraordinaria noticia que confirma la idiosincrasia popular de la milicia mexicana, que en infinidad de desastres naturales ha dado muestras de heroísmo y desinteresada entrega. Sin embargo, la coincidencia de las noticias empaña el asunto que aquí comentamos.

El caso judicial ha quedado cerrado, resuelto oficialmente, apenas lo cual se abre el expediente virtual; ese que se nutre con la desconfianza ciudadana hacia sus autoridades y hacia sus instituciones. El que se fortalece con el rumor de intereses políticos, porque, ni duda cabe, que estos estarán presentes. Todo porque en sus inicios afloró el clásico “aí se va” del mexicano, expresado aquí por una burocracia que no desempeñó con la seriedad requerida su trabajo. Lo virtual del expediente que ahora inicia permite la pregunta: ¿ese personal que realizó los iniciales peritajes hubiera obrado de igual manera si la víctima no hubiera sido una indígena?

alfredobielma@hotmail.com

Mayo 2007

DIRIGENCIAS PRIÍSTAS
Alfredo Bielma Villanueva



Con frecuencia se escuchan acres comentarios en torno al desempeño de Ricardo Landa al frente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional. Los mas de estos comentarios consisten en que el dirigente priísta no ha podido llevar a este partido a una instancia en la que pueda participar con ventaja para reposicionarse ante el electorado en septiembre próximo. Tales reflexiones, se antoja, pudieran estar inspiradas en la malquerencia, porque no ofrecen argumento de análisis alguno o por la pasión del momento que viven los Partidos Políticos.


Para empezar, tomemos en cuenta que no podemos analizar con los viejos esquemas las circunstancias actuales, bastante diferentes a las que todavía hace 10 años prevalecían en el país y en el Estado. Debemos pues ajustar los criterios a las nuevas condiciones políticas que se han venido desarrollando en México. Además, en cuanto a Partido político se refiere, los resultados son los que cuentan, y estos los veremos hasta el próximo septiembre.


Antes de continuar, cabe aclarar que estas líneas pretenden ser un breve análisis acerca de un fenómeno político muy actual al margen de pequeñeces laudatorias, porque no expresan subjetivismos innecesarios sino que son producto de la objetivación de una personal concepción de la realidad.


Como dirigente partidista, Ricardo Landa no es ni mejor ni peor que sus antecesores en el cargo. Bastaría para confirmarlo con suponer a Gonzalo Morgado Huesca, a Amadeo Flores o a Raúl Ramos Vicarte, por poner tres ejemplos, en la dirigencia priísta actual y, en esta hipótesis enfrentarlos a las actuales circunstancias, en contraste con el entorno en el que les tocó actuar, se entiende claro, con la poca o mucha experiencia con la que en su momento arribaron a sus respectivas dirigencias.


De los tres, dos actuaron en un tiempo político en el que el PRI como partido no tenía interlocutores y en el que la clase política provenía de un solo manantial que era el propio Partido; el Presidente del Comité tenía cierta discrecionalidad para decidir en algunos casos, porque el gobernador así lo permitía. En asuntos electorales, los gobernadores eran el centro único de las decisiones pero las transmitían a través del Presidente priista estatal. Este servía fielmente de correa de transmisión de las decisiones gubernamentales hacia la base priísta, a la vez que transmitía a la cúpula las peticiones de la militancia.


Es preciso acotar que la mención de los ex dirigentes no es caprichosa ni al azar pues cada uno de ellos actuó en circunstancias muy representativas. A Morgado le tocó la plenitud priísta, sin obstáculo enfrente; Amadeo enfrentó un antipriísmo político, generado por el estilo político del gobernador Chirinos, que delegó la operación en Miguel Ángel Yunes Linares y este le imprimió su sello particular. Hubo rebeliones al interior del PRI, por lo que en 1994 perdió 54 alcaldías, cerca ya del tobogán de 1997. Ramos Vicarte se enfrentó a un antipriísmo social, que tiene su raíz en el desencanto ciudadano que ya no ve al PRI como una opción válida para la solución de los problemas económicos que afectan al país.


En estos antecedentes comprobamos la diversidad de circunstancias: el PRI enseñoreaba el panorama político como un Partido Hegemónico. El Presidente del Comité Directivo Estatal era un factor importante de poder dentro de la jerarquía política local. Adicionalmente, el gobierno, el PRI, en el caso de Morgado, contaba con la complicidad de las instituciones electorales: la Comisión Estatal Electoral y el Registro Electoral a los que controlaba el Secretario de Gobierno, pudiendo de esta manera convertir en triunfos las derrotas sufridas por el PRI y cuando esto no era posible se podía acudir al subterfugio de nombrar Consejos Municipales con gente adepta al gobierno.


Ahora, en cambio, el PRI tiene enfrente a un buen número de partidos interlocutores; su militancia ya no está sumida en la férrea y oprobiosa disciplina de antaño; la práctica del transfuguismo, aunque siempre la sufrió, ahora sí le afecta severamente porque quien se va ya no regresa; el gobernador ya no es el único decididor de toda la cosa política en el Estado; la clase política veracruzana ya no tiene como único origen las filas del PRI y, lo más determinante en este caso, el estilo personal de gobernar de Fidel Herrera no le permite al presidente priísta, al menos eso es lo que se ve, la más mínima de las decisiones, así cualquiera se despersonaliza y, obviamente, pierde capacidad de convocatoria, de negociación y de liderazgo. En estas circunstancias, seguramente hubiera sucedido igual a Morgado, Amadeo y a Raúl o a cualquier otro a quien le tocara la rifa del tigre. ¿O no?



alfredobielma@hotmail.com
Mayo 2007











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HIPÓTESIS

Alfredo Bielma Villanueva


El viernes 4 del presente mes los gobernadores priístas, acompañados por la lidereza del Comité Ejecutivo Nacional del PRI se reunieron con el presidente de la república. Entre otros temas, se trató el relativo a la actuación partidista de los delegados de dependencias federales en los procesos electorales que este año se efectuarán; el Ejecutivo Federal ofreció revisar los casos.


Previamente, como sucedió en Veracruz, se había realizado una intensa campaña priísta en contra de los nombramientos de titulares de las delegaciones, algunos de ellos, según los detractores, no cumplen con el perfil requerido para desempeñar con eficiencia la función encomendada. Todo lo que se arguya en este sentido no será para menos porque lo que está en juego son posiciones políticas de mucha relevancia como, por ejemplo, la gubernatura de Yucatán.


Cuando en 1988 los resultados de la elección presidencial dejaron serias dudas en la ciudadanía mexicana, pusieron en graves aprietos los titubeantes inicios del gobierno que encabezaba el cuestionado Salinas de Gortari, este tuvo que emplearse a fondo para de alguna manera deshacer los entuertos de una elección censurada. Por esta razón se iniciaron las que se convertirían en las famosas “concertacesiones”, que se referían a la entrega de posiciones políticas a cambio de obtener legitimidad.



Por una de aquellas negociaciones se llegó a la entrega del gobierno del Estado de Baja California Sur al candidato del Partido Acción Nacional, aún después de que el presidente del CEN priísta, Luís Donaldo Colosio, había anunciado el triunfo de su partido. La idea era desahogar la intensa presión que hacía el PAN aprovechándose de la debilidad política con la que ascendió al poder el presidente Salinas. De tercero en los resultados de aquella elección, el PAN supo cómo obtener sustanciales avances políticos. La Iglesia y los grandes capitales también consiguieron ganancias. La primera reposicionándose hasta lograr el reconocimiento oficial y los segundos organizándose para incrementar sus cuotas de poder.


De tercero en la elección de 2006, el PRI ahora se encuentra en similares circunstancias de negociación ante el gobierno de Felipe Calderón, el que requiere del concurso favorable de este Partido para rebasar la etapa inicial y fortalecer su posición. Dos pasos atrás y uno adelante, sería la divisa. Su golpe de timón lo dio al guarecerse con el Ejército, institución que históricamente en México y en el orbe ha sido un irrebatible factor de poder. En la negociación política, en un rejuego de valores entendidos, el PRI y el gobierno se van entendiendo en una sutil estira y afloja.


En esta tesitura, en la primera elección del año ¿dejará Calderón al libre juego de las correlaciones políticas el resultado electoral en Yucatán? Es decir ¿habrá instruido que las dependencias federales se abstengan de participar activamente en el proceso? Como jugada de ajedrez ¿cambiara alfil por torre?


Analicemos: En su trinchera tiene el presidente de la república a un dirigente de su partido que no le es propicio. Es más, pareciera que Manuel Espino está dedicado a hacerle la contraria al Presidente. Si gana Yucatán el PAN, Espino se fortalece, no sin despertar la inmediata reacción del PRI, quejándose de los apoyos federales al candidato panista a través de las delegaciones federales. Un asunto importantísimo en la agenda pública y de gobierno es la Reforma del Estado, que incluye, entre otros asuntos la reforma hacendaria. No pasarían sin los votos favorables del PRI en el Congreso. Con el resultado en contra, por supuesto que no quedaría bien parada la flamante dirigente del PRI, Beatriz Paredes.


En el escenario opuesto, si el gobierno federal cierra las válvulas de su apoyo y gana el PRI, Espino quedará en evidencia como un dirigente nada idóneo para su partido; la bancada legislativa priísta se esforzaría por las reformas y Beatriz Paredes tomaría un interesante vuelo. Aquí sí todos contentos. Hasta al derrotado panista, al que no tardarían en encontrarle acomodo en un cargo federal. Al gobernador Patrón Laviada, el agradecimiento por el apoyo que proporcionó a Calderón a favor de su candidatura para la postulación por el PAN a la presidencia de la república y, quizá, también un espacio en la cúpula federal a pesar de su mal gobierno.


Según las encuestas la candidata del PRI repunta y el del PAN se estanca; pero esto es solo un asunto de percepción; las campañas actuales se ganan con recursos y si estos escasean el impacto es demoledor. Frente a frente, sin utilizar los programas federales como mecanismo clientelar, pareciera clara la ventaja priísta. Al menos así lo otean los dirigentes del tricolor que, en caso de perder, no aceptarían la versión del juego limpio porque en este ramo hay experiencia histórica en la que el PRI cursó el doctorado.

Del resultado electoral de Yucatán dependen muchos expedientes para el futuro político de México, roguemos porque sea el mejor para los mexicanos.


alfredobielma@hotmail.com
Mayo 2007



PARECE QUE FUE AYER
Alfredo Bielma Villanueva


Después de los ´60 años de edad, lo que para unos es biografía para otros es historia. Corta es la vida del hombre, 60 cuando más y si se es fuerte 80, dice la Biblia. ¿Cuánto ocurre en ese breve lapso que marca el tránsito de las generaciones humanas por el espacio vital que les correspondió vivir? Constreñidos a Jalapa y algunas partes de nuestro Estado se pueden recordar en lontananza, con meridiana claridad, el entorno social, algunos sucesos y los personajes que con su acción le dieron contenido a ese trozo de la existencia social. Eso, para quien haya rebasado la treintena, es apenas un recuerdo entresacado de las pláticas paternas.


Si recordar es volver a vivir, cuan grata es la experiencia de plasmar en unas líneas los vívidos recuerdos de lo que se observó, se vivió y se fue testigo. Así sea a vuela pluma vale el intento de ensayar una brevísima y parcial constancia de una época que ya se fue pero que románticamente se mantiene viva, como la flama que consume al cirio y que pecaría de inútil si no se deja constancia impresa.


Veinte años son nada dice el Tango, así parece cuando se recuerdan hechos cuya data tiene casi cuarenta años y muchos de sus protagonistas aún respiran. Son quienes dieron sustancia a toda una época, le dieron vida y contenido. En este caso al término de la década de los 60 e inicios de los setenta.


En aquellos no muy lejanos tiempos la capital del Estado de Veracruz era, y por muchos años más siguió siéndolo, el centro absoluto de las decisiones políticas y la fuente casi única de las noticias gubernamentales. Cualquier noticia de importancia partía ineludiblemente del Palacio de Gobierno; consecuentemente, en los ámbitos de las actividades culturales, periodística, reporteril, empresarial y hasta deportiva había que buscarla en la Ciudad de Xalapa. Por ser el centro de gobierno, hasta las obras municipales eran dadas a conocer primero aquí, después en cualquier otra parte.
Una gran diversidad de publicaciones de carácter político se exponía ante los noveles y viejos actores, todavía era Jalapa un pueblo grandote desparramado en el remanso neblinoso del imponente Macuiltepetl. En Palacio de Gobierno cabían todas las dependencias que lo integraban y asombraría conocer la explosión de la burocracia si comparáramos el espacio físico que en 1970 ocupaban la Tesorería del Estado; o la Secretaría de Gobierno, o la Dirección de Comunicaciones, la de ganadería, etc.; con los espacios que ahora emplazan, lo que revela cómo la ineficiencia y la improductividad han auspiciado un Leviatán burocrático difícil de manejar. Su tamaño y eficiencia es medible en vacaciones cuando, a pesar del asueto oficinesco, Veracruz sigue adelante.
El siempre hermoso Parque Juárez era el sitio de reunión de grupos de jóvenes que blandían sus guitarras en pequeños grupos, al igual que en los Berros y en todo espacio donde la fronda de los árboles propiciaba la ocasión para el romance y para acompañar las canciones que se preparaban para las nocturnas serenatas. La calle de Enríquez era de doble sentido, suficiente para la escasa circulación vehicular que a las nueve de la noche deba paso al quietismo citadino, interrumpido solo por las bullangueras expresiones de los jóvenes estudiantes, que ahora pintan canas y duermen nietos.
Restaurantes de postín como la Pergola no hacían mella en el éxito comercial del “Chapala de Noche” de Don Laureano, que en “jalapeños ilustres” deleitaba con el chile atole de panza y comida típica las 24 horas del día. “El Ixtacamatiteco” embelesaba con sus aceitosos tacos el paladar de más de un trasnochado. Mientras los tamales de Úrsulo Galván seducían a familias enteras, el restaurante del Hotel Salmones atendido por Don Agustín Igartúa atraía comensales con su exquisita comida española, compitiendo con el elegante Casino Español y el restaurante del “Hotel México”. Qué decir del famoso “Cantábrico” del “Maño”, en Ávila Camacho, comedero del gusto de Don Rafael Murillo Vidal.
El café “La Parroquia” abrevadero por excelencia, casi único, de la clase política jalapeña, y “El Emir” en el Pasaje Enríquez. “El Escorial”, con luces “sicodélicas” en el Pasaje Tanus reunía a jóvenes que podían pagar “un poco más”.


Frente al Parque Juárez, el café de las broncas estudiantiles, el siempre bien recordado “Terraza Jardín”, en donde el famoso mesero Vargas espiaba para el gobierno los movimientos estudiantiles. ¿Cuantas “grillas” no se tejieron allí? Fue el primer salón de clases en la real política de aquellos iniciados. Ángel Hernández y su numerosa camarilla de amigos, entre ellos Gonzalo Morgado, a quien le abría brecha. Ricardo Olivares Pineda, mas avanzado, ya estaba en la cúpula del poder con Carbonell de la Hoz. Polo Troncoso, jarocho por excelencia entretenía con su “caló”, Joel Hurtado experto ya en la tenebra estudiantil, al igual que Manuel Izazaga, Miguel Everardo Serna, Miguel Sosa Acosta y Leobardo Sartorius quien buscó y consiguió la suplencia de diputado local de don Manuel Meza Hernández. Rafael Fernández de Lara, Miguel Caldelas y Rafael Alcolea Recio formaban grupo contra los famosos “Cachuchos” del Puerto de Veracruz. Allí andaban Fabiancito, el “Famoso Guerrillero Téllez” y el “”Galambao”.


Flavino Ríos Alvarado y Ranulfo Márquez, sureños ambos, pertenecientes a la fuerza istmeña del sur, bogaban en otra línea de la inquieta juventud estudiantil.

Dante Delgado ya se les había adelantado en tiempo y, afanoso, buscaba acomodo político en el altiplano; cronológicamente tras él Fidel Herrera, quien lideraba a los jóvenes priístas, bajo la égida del famoso “Gallo Palacios”, pero cobijado a la sombra política del profesor Rafael Arriola Molina.


Rubén Pabello Rojas, Carlos Domínguez Millán, Francisco Sánchez Contreras, Rodrigo Ángeles Pizzoloto, Carlos Brito Gómez, Marcelo Ramírez, Ignacio Altamirano Marín, Melitón Morales, los hermanos Alberto y Jorge Uscanga Escobar, todos del Comité Directivo Estatal, observaban de cerca cómo Manuel Ramos Gurrión, su adlátere, ascendía a la presidencia del PRI estatal, en sustitución del políticamente “congelado” Profesor Arriola Molina.

En 1974, cuando el gobierno Murillovidalista construyó el “paso a desnivel” del Parque Juárez, encontró serias resistencias de grupos citadinos porque suponían que la obra iba a romper con la tradicional fisonomía del majestuoso Parque. El inaugurado Paseo de los Lagos y la ampliación de la Avenida Xalapa se antojaba para los jalapeños el transito de un pueblote a la dimensión de una gran ciudad, sobre todo porque la “carretera nueva a Coatepec”, más segura y más corta, los acercaba a tiro de piedra de aquella preciosa ciudad. Xalapa terminaba al norte en el Panteón Xalapeño, y al sur en el Panteón de Palo Verde. 20 de noviembre era el límite urbano de la ciudad y su cinturón lo constituía la entonces avenida circunvalación, la carretera México-Veracruz. Non plus ultra, nada más allá, todo terminaba allí.