CREER O NO CREER

Por Alfredo Bielma Villanueva


A raíz del impacto social y económico que representaron las medidas en contra de la propagación masiva del virus que causa la influenza humana se tejieron varias versiones sobre ese particular, algunas de ellas descalificaron las medidas tomadas por el gobierno porque además ponían en tela de duda la existencia del tal virus, aduciendo que eran cortinas de humo para desviar la atención de la sociedad de las otras crisis-la económica y la de inseguridad- igual de graves por las que atravesamos. Esas versiones fueron atajadas por la autoridad moral de la Organización Mundial de la Salud que avaló la manera en cómo enfrentó el gobierno federal la crisis de referencia.


Las dudas, las desconfianzas acerca de lo que proviene del sector público en México habrá que atribuirlas al descrédito que tiene la clase política y al prolongado espacio de tiempo que la población lleva presenciando una amplia gama de imprecisiones y hasta abiertas falsedades que tarde o temprano han salido a la luz pública, porque la verdad siempre flota. Las pruebas que soportan este dicho pueden ser fácilmente obtenidas en el baúl de la historia nacional, aún de la más reciente. Pero débase precisar que no es necesario acudir a expedientes añejos para comprobar la endeble corteza que tiene el buen crédito de nuestros políticos.


Cuando el empresario Carlos Slim dijo el 9 de febrero pasado: “No quiero ser catastrofista, pero la crisis es una situación que va a ser delicada, y hay que prepararse para prever y no estar viendo las consecuencias después, y estar llorando”, de inmediato fue tachado precisamente de catastrofista desde círculos del gobierno; éste que ahora informa por voz del secretario de Hacienda que el “catarrito” ha provocado una caída del Producto Interno Bruto de 5.5%, y que representa una auténtica catástrofe económica.


Si de contradicciones hablamos, acá en el solar jarocho con asaz frecuencia hemos escuchado que la deuda pública ya había sido saldada con el procedimiento de bursatilizar el impuesto sobre tenencia de automóviles, adquiriendo así otra obligación crediticia. Y, salvo que la secretaría de Hacienda esté equivocada, resulta que somos uno de los Estados de la república más endeudados: “La Secretaría de Hacienda informó que los gobiernos estatales incrementaron su deuda en solo ocho años pues se elevaron de 89 mil 501.5 millones de pesos en el año 2000 a 203 mil 70.2 millones de pesos al cierre de 2008 (…) “En Veracruz se observó un crecimiento de 51 mil 415%, después de haber tenido en el año 2000 una deuda de apenas 17.8 millones de pesos, al cierre del año pasado alcanzó 9 mil169.7 millones de pesos”. (Diario de Xalapa de 11-V-09).


Una información que el gobierno estatal ha estado moviendo en los medios es la que se refiere a la creación de empleos en Veracruz y desliza la idea de que poblamos una isla a la que la crisis no afecta. Sin embargo, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), correspondiente al primer trimestre de 2009, reporta la tasa de desocupación en México subió a 5.1% de la población económicamente activa (PEA), que equivale a que 405 mil personas perdieron su trabajo, no obstante en nuestro Estado se registraron 19,420 nuevos derechohabientes en el IMSS en el periodo enero-abril.


Pero en esto no estamos solos pues el delegado de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), Aarón Yamil Melgar Bravo en Chiapas asegura que ésta “es la primera entidad a nivel nacional que más empleos formales ha generado, según estudios estadísticos realizados por la dependencia federal. Melgar Bravo precisó que sólo seis estados del país lograron generar trabajos formales en abril, siendo que Chiapas y Veracruz obtuvieron el mejor desempeño, seguidos de Campeche, Durango y Colima. (Organización Editorial Mex.19 de mayo de 2009) (El “norte industrializado, el sur agrícola”, esa pudiera ser una explicación al porqué la crisis no nos ha impactado con la rudeza que está resintiendo la industria nacional).


Por otro lado, cualquiera puede observar el desmesurado ánimo de algunos gobernantes por parecer, no ser, como los elegidos espirituales y non plus ultra de sus respectivos gobernados. A diferencia de lo que ocurría en la sociedad Teotihuacana que habitó el centro de México del 150 a.C. al 650 d.C. en la que la institución estaba por encima de los individuos, en la que “el sistema estaba diseñado de tal manera que las figuras políticas no destacaran al tiempo que ejercían su trabajo… y los gobernantes no figuraban” (El Universal 22-V-09), ahora se privilegia la imagen de quien gobierna por sobre sus acciones de aparente beneficio colectivo.


En ese sentido tal pareciera que en cada Estado se formulan las apreciaciones a modo de cada cual pues aquí se nos dice que el gobernador veracruzano tiene una elevada aceptación, aunque de acuerdo con los resultados del estudio Indicadores de Imagen y Posicionamiento de Gobernadores, realizado por la encuestadora Covarrubias y Asociados: “los mandatarios de Colima, Campeche, Chiapas y Querétaro son los mejor posicionados en el combate a la inseguridad pública. Destaca que en el combate a la corrupción los gobernantes mejor calificados son Juan Sabines (Chiapas), Francisco Garrido Patrón (Querétaro) y Silverio Cavazos (Colima).


En apoyo al campo, los mandatarios de Sonora, Nayarit, Chiapas, Tamaulipas, Sinaloa, Colima y Coahuila lideran la calificación. Los gobernadores mejor calificados por su desempeño general durante el primer trimestre de 2009 fueron Humberto Moreira (Coahuila) con una calificación de 8.64; Eduardo Bours (Sonora), 8.63; Eugenio Hernández (Tamaulipas), 8.28, Juan Sabines con 8.13 y Silverio Cavazos”. (MILENIO-V-18- México/Redacción-) ¿Y Veracruz? He allí el detalle.


Por esta versatilidad de criterios con la que se maneja la clase política mexicana pudiéramos seguir reseñando incontables divergencias en la información, pero ante tantas constancias de su dudosa credibilidad resultaría hasta tedioso prolongar el rosario de dudas. Creer o no creer, ¿habrá alguna otra alternativa?


alfredobielmav@hotmail.com


Mayo 2009