PODER CIUDADANO

Por Alfredo Bielma Villanueva



“Ensayo el rompimiento de los barrotes de la política que desde hace mucho me aprisionan. Para mí la literatura es intento de aprendizaje iniciado en la infancia, y postergado en ese encierro de la política y en lid de sobrevivencia entre los oficiantes, los políticos; pocos lo son en una realidad de grillos, en un medio poblado por inverecundos, defraudadores, casta de mentirosos, impostores hasta de la propia piel”.


“El servicio no es un fin para esta clase de político, pero sí lo es, y primordial, aparentar que sirve al pueblo en abstracto pero en zonas concretas como el distrito electoral, el municipio, el sindicato, la entidad, el partido, los correligionarios, la Revolución, la Constitución”.

Con estos párrafos inicia Manuel Becerra Acosta su libro “Dos Poderes” (Enero, 1985) en el que narra parte de los sucesos que ocasionaron la salida de Julio Scherer García y su grupo, él incluido, del periódico Excélsior, el 8 de Julio de 1976, como resultado de un albazo imaginado en las más elevadas instancias del poder político. Sin duda, sus observaciones son valiosas porque acercan a la verdad de lo acontecido en un episodio de viva discordia entre el poder político y el “cuarto” poder. Quien lo narra conoció los intestinos del poder político y del periodístico, ambos ampliamente interrelacionados porque la materia que los ocupa es la misma, aunque varíen en propósitos, lo cual ocurre con frecuencia.

Como se puede observar en la cita arriba inscrita, la opinión del Becerra Acosta, entonces ya ex subdirector de Excélsior, no favorece mucho a los políticos, y en eso guarda coincidencia con buena parte de la opinión ciudadana de antes y de ahora, una concordancia que nos refleja el largo tramo cronológico que este país ha recorrido sin que haya sobrevenido un cambio substancial en la concepción de la opinión pública respecto de la conducta del individuo ocupado en la cosa pública. Eso para nada es motivo de regocijo.

El día 5 del mes en curso un grupo de ciudadanos avecindados en la Ciudad de Xalapa nos congregamos en el Restaurante “San Carlos” en torno a un propósito que nos es común: trabajar para terminar con esa relación entre ajenos, dos sectores que paradójicamente forman parte del mismo contexto social: la sociedad civil y la clase gobernante. Es una tarea que no por gigantesca evita que se le emprenda con entusiasmo y optimismo, por mucho que parezca de concreción imposible. Quienes nos reunimos acordamos crear una Asociación Civil a la que se denomina Poder Ciudadano, un apelativo que encierra muchos propósitos y entre los más importantes está el de aparejar esfuerzos con el sector gobierno, porque buscar las afinidades con el poder público no siempre es afán acomodaticio sino positiva estrategia para lograr los propósitos. La imaginamos como instancia propositiva en la que se ventilen los aciertos y desaciertos gubernamentales con un enfoque que permita superar los ancestrales expedientes que permanecen sin resolver.

Para cambiar es necesario conocerse, y es reconocer que una confrontación entre ciudadanía y poder político sería prolongar innecesarias fricciones que por su naturaleza radican en entidades públicas como lo son los Partidos Políticos. Pero Veracruz atraviesa tiempos difíciles en los que conviene dimensionar las acciones, ya sea de la ciudadanía, ya del sector público. Nada que haga el gobierno es ajeno a la colectividad y trabajar por el bien común es una responsabilidad compartida entre Sociedad y Gobierno. Es reconocer que mucho de lo que ahora ocurre en cuanto a la conducta de la clase política es por desidia ciudadana, pues si existe divorcio entre clase política y la sociedad civil es imputable a esta porque ha dejado hacer sin control alguno a quienes son el producto de su poder y voluntad.

En ese universo conceptual se inscribe Poder Ciudadano, porque la ciudadanía debe organizarse para recordarle al mandatario, Presidente, Gobernador o Alcalde, los compromisos y propuestas, aportar soluciones y vigilar su cabal cumplimiento.

En la reunión en comento fue muy significativa y alentadora la presencia de dos legisladores federales: Ricardo Ahued y José Yunes Zorrilla, quienes confirmaron una vez más el porqué se les considera como políticos de un diferente perfil al que estamos acostumbrados en México. Ambos coinciden con el propósito de la Asociación, Ahued es uno de sus coordinadores.

No todo en la clase política es negativo, y la asistencia de los citados representantes populares nos alienta, a la vez que nos revela que en nuestro Estado hay servidores públicos y políticos que hacen la diferencia y constatan que es posible el cambio. No aventuraremos en el riesgo de involuntaria omisión o pifia, pero hay elementos citables que destacan en la clase política con un perfil de valiosos auxiliares en la promoción del cambio, para ellos la puerta está abierta.

Poder Ciudadano es una Asociación sin supeditaciones; aunque alguien la debe coordinar sus integrantes son destacados ciudadanos, cuya principal característica es una muy definida concepción de lo que debe ser una sociedad armónica; quienes han decidido integrarla aportan tiempo y convicción sin marginarse de la actividad productiva en la que invierten su diario acontecer. Su tiempo es valioso, su vocación para el cambio es superior. Esta nueva organización está presidida por Alfredo Bielma Villanueva, como presidente; el diputado Ricardo Ahued, Vice-presidente, Carlos Luna Escudero, Secretario y Zayda Lladó, Tesorera. Participa destacadamente el diputado José Yunes Zorrilla quien se solidariza ampliamente con los fines de la agrupación. En ella participan y aportan luz, fuerza, experiencia y voluntad de cambio: Leticia Tarragó, Dulce María Dauzón, Raquel Torres, Claudia Bandala, los Premios Nacionales de Periodismo José Valencia Sánchez y Edgar Hernández, Felipe Hakim, José Luís Mancilla, David Bouchez, Emilio Cárdenas, Ernesto Aguilar Yarmuch, José Zayden, los hermanos Benjamín y Magno Garcimarrero, Armando Ortiz, Leticia Tarragó, Carlos Soto, Uriel Flores, Humberto Ortiz, Hipólito Cuevas, Gustavo Cadena Mathey, Miguel Macías, León Ruiz Ponce, Ernesto Aguilar, José Morán Niembro, Elías Galicia, entre otros destacados ciudadanos a los que muchos más se sumarán. El primer impulso esta dado y nada hay de subrepticio en ello.

alfredobielmav@hotmail.com
Enero 2011