PANORAMA FINANCIERO

Por Alfredo Bielma Villanueva



Ahora que ha descendido sensiblemente el ruido ensordecedor de los discursos oficiales y que paulatinamente desaparece del entorno urbano el abuso cromático que embadurnó bardas y fachadas de hospitales, escuelas, centros deportivos, espectaculares, etc., habrá tiempo de reflexionar acerca de los temas que la estridencia ocultaba. Uno de ellos es la opacidad en el manejo del recurso financiero y otro de no menor importancia es la agenda pública saturada de expedientes sin cumplir. En la agenda pública descansa el tétrico expediente de la deuda pública y de la escasa liquidez, pasando por la calificación requerida para conseguir nuevos préstamos que permitan al gobierno arrancar su programa operativo.

No deja de llamar la atención y de alentar esperanzas el que Duarte de Ochoa se refiera con cierta insistencia a la disciplina administrativa y a la transparencia que deben privar durante la implementación programática de su gestión. Ambas son vertientes de importancia cuando se intenta enfrentar y “superar la pobreza, marginación y desigualdad”, de las que habló en su discurso de ascensión al cargo de gobernador de Veracruz. Eficacia y rendición de cuentas parece ser la divisa a seguir como consigna proveniente desde la cúpula del gobierno. No es para menos, la situación financiera del erario pasa por un mal momento, tal y como lo han descrito las diversas firmas calificadoras.

Ya lo declaró el gobernador: "Mi equipo y yo estamos estudiando las diferentes opciones que tenemos para hacer uso de nuestras fortalezas y generar así la suficiencia económica que dé lugar a mejores oportunidades para las familias veracruzanas…". En otras palabras, es inminente la concertación de un nuevo crédito bancario.

Todo esta problemática tiene su historia, es muy reciente porque se desarrolló en el marco de los años 2004 al 2010; arranca cuando por el mecanismo de bursatilización se consiguieron 6 mil 300 millones, en 2007. Fue un compromiso contraído a un plazo de 30 años, al término de los cuales se terminará pagando 14 mil 700 millones de pesos, en capital e intereses. La base para cubrir el compromiso-todos lo sabemos- fueron los ingresos de la Tenencia, que representa el 1.4% del ingreso proveniente de la Federación (que por cierto en este año ya no ingresará en las arcas porque paradójicamente el gobierno de Herrera Beltrán decretó su condonación).

Sin embargo, el daño no proviene de la bursatilización en sí, se debe al exceso del incontrolado gasto corriente generado durante el gobierno fidelista. Así lo muestran los números: existe un déficit de 12 mil 469 millones de pesos acumulados en deudas a proveedores y contratistas y es uno de los motivos por el que la calificadora Standard and Poor´s bajó la calificación del Estado a mxBBB-. La calificadora FitchRatings también bajó la calificación de BBB+ (mex) a BBB (mex). Entre otras implicaciones significa que el gobierno, por el exceso de gasto, carece de ahorro interno, de un remanente monetario para gastos de infraestructura, después cubrir los gastos fijos.

El gasto corriente en Veracruz se incrementó en aproximadamente un 16.7%, en el sexenio de Herrera Beltrán, lo que ha provocado serios trastornos financieros, pues en 2010 su monto ascendió a 50 mil millones de pesos, una verdadera barbaridad pues esta cantidad es casi equivalente a lo que ese gobierno dispuso para obra pública durante todo el sexenio. Un dato revelador lo da Fitch: en 2009, 24 mil 165 millones de pesos se destinaron al gasto corriente. Una diferencia sustancial respecto de otros Estados de la república, en donde la media por este concepto es del 75.3%, contra el 98% de nuestro Estado. El dato nos de la idea de que la inversión en obra pública provino de los préstamos conseguidos, mas que con recursos propios.

Este es parte del panorama al que se enfrenta el gobierno duartista; por eso no deja de llamar la atención el anuncio de que en un año se reconstruirá Veracruz. Porque si bien el gobernador puede conseguir apoyos del gobierno federal para proyectos específicos y el de la reconstrucción es uno de ellos, debe hacer frente también a los servicios de la deuda.

Acerca del compromiso de la construcción de la autopista Tuxpan-Tampico, un proyecto que forma parte del eje carretero Tuxpan-Monterrey, en febrero de 2008 se anunció que el gobierno federal pagaría el costo de ese proyecto. Una obra muy anunciada a que en ese año hizo referencia Fidel Herrera en el marco de la Tercera Cabalgata de las Huastecas. También el hoy gobernador, se refirió al proyecto el 17 de febrero de 2009, cuando andaba en precampaña para la diputación federal. Entonces habló de que “alrededor de 20 mil millones de pesos, serán invertidos en materia de infraestructura carretera este año…”, y afirmó que el Delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Agustín Basilios de la Vega, le habló sobre este paquete de infraestructura, “esta es una gran inversión”. “Con estos recursos –dijo- se concretarán proyectos de muchos años de peticiones y de exigencias, por parte del norte del estado, como por ejemplo la vertebración del eje carretero Tuxpan –Tampico…”. Que bien que retome el compromiso, ojala haya con que cumplirlo.

alfredobielmav@hotmail.com

Diciembre 2010