EL FUTURO

Por Alfredo Bielma Villanueva



A pesar de que el arte de la política consiste en el hacer, esto no sería posible sin la previa condición del pensar, del percibir, de especular, de concebir previamente lo que se va a realizar. En ese proceso entre el pensar y el hacer, entre potencia y acto, cabe una extraordinaria gama de matices entre los que destaca la especulación, considerada ésta en su faceta de imaginar y hasta de adivinar lo que pudiera suceder, según los datos duros que la realidad presenta. En ocasiones se llega al pragmatismo más extremo al esperar que solo acontezca lo que al especulador conviene.

De esa manera de especular estuvo permeado el largo lapso entre la elección y la resolución del TRIFE, que finalmente concluye con la ratificación que éste órgano ha votado respecto del dictamen de mayoría extendido a Javier Duarte de Ochoa como gobernador electo y por el que a partir de que rinda la protesta de Ley correspondiente se convertirá en gobernador constitucional del Estado de Veracruz- Llave para el periodo 2010-2016.

El camino de Javier Duarte de Ochoa para arribar al gobierno veracruzano no ha estado cubierto de rosas, tuvo que bregar en contra de una fuerte corriente opositora al interior de su partido porque allí se consideraba que había otras opciones de candidatura. No poca de esta oposición encontraba su origen en que era una propuesta del gobernador Herrera Beltrán y, por lo tanto, significaba una inaceptable estrategia continuista. Por esta razón, junto a los justificados y legítimos afanes de otros aspirantes Duarte tuvo que enfrentar además a los adversarios políticos del gobernador.

También hizo frente a una oposición política plural cuyo éxito se refleja en los cientos de miles de votos que ganó para su causa.

Ahora, a la etapa de incertidumbres, de suyo difícil, prosigue una más compleja para Javier Duarte, que es la de enfrentar al enorme monstruo de mil cabezas representado por la problemática veracruzana actual. Se trata de un auténtico nudo gordiano, conformado por problemas financieros, económicos y políticos, adicionados a la enorme tarea de reconstrucción que viene. A este panorama se puede agregar la lógica actitud de una oposición que sin duda aumentará su activismo en vista del proceso electoral del 2012.

El gobernador entrante recibirá un Estado en condiciones políticas, socioeconómicas, financieras y ambientales inéditas, producto entre otras razones de una muy suigéneris manera de conducir un gobierno. La descomunal, inexplicable y no justificable deuda que se heredará sin duda incidirá acentuadamente desde sus comienzos al próximo gobierno estatal. Adicionalmente, habrá que reconstituir el tejido social y el político; de alguna manera se tienen que recomponer las relaciones con los partidos de oposición, algunos de ellos, principalmente el PRD, fuertemente cooptados y desbalanceados en sus respectivas dirigencias.

Accesoriamente, se requiere una rigurosa labor de depuración en el lenguaje oficial, de tal manera de conferirle congruencia con la realidad. Un discurso oficial creíble, responsable, serio, que no camine en sentido contrario a lo que todo el mundo observamos. Porque no es aceptable que, por ejemplo, a estas alturas de una administración gubernamental, después de las desastrosas inundaciones que mantuvieron bajo el agua a importantes zonas cañeras, se nos diga que tendremos una zafra extraordinaria. O que, a pesar de los datos duros de una inocultable realidad, se exprese desde el gobierno que las finanzas públicas están sanas. Un discurso así diseñado no colabora a un cabal buen entendimiento entre el gobierno y la ciudadanía.
Un expediente de no menor importancia es el de la corrupción en todos los órdenes, el nivel de gobierno municipal “se fue al agua” y desde lejos se observa que no hubo control en el manejo de los recursos públicos de que dispusieron los alcaldes. Por asociación de ideas, la opacidad en la forma en cómo se manejaron los erarios ha sido proverbial y dará mucho de que hablar.

En las circunstancias en que ha venido aconteciendo la sucesión gubernamental veracruzana, cualquier hombre agradecido sufriría conflictos emocionales en el hipotético caso de un indeseable intento de propósitos transexenales. ¿Cómo actuaría un hombre agradecido frente a quien sin duda lo impulsó y llevó al cargo que desempeñará a partir del 1 de diciembre? Puesto en el dilema ¿Pesará más el sentimiento subjetivo que la responsabilidad de llevar a cuestas el destino de más de siete millones de personas?

Por todo eso se guarda la esperanza de que prive la madurez y se atiendan las lecciones de la historia, y la nuestra es espléndida en casos aleccionadores. Lázaro Cárdenas tuvo que actuar en consecuencia privilegiando al país y la atención a sus problemas sobre el afecto que indudablemente le guardaba a Plutarco Elías Calles, a quien no dudo en mandarlo al exilio. Miguel Alemán Valdez dio un diamantino ejemplo de madurez y patriotismo cuando las fuerzas contrarias a su sucesor, el presidente Ruiz Cortines, intentaron involucrarlo en sus luchas facciosas. Entonces, el ex presidente, apenas seis meses después de dejar el mando constitucional, decidió motu propio retirarse del país por algunos meses, de tal manera de desalentar los propósitos revanchistas del Henriquismo y todo lo que este representaba. Esa serena estrategia le permitió al alemanismo sobrevivir durante muchos años más como un auténtico poder fáctico, contemporizando con el otro gran ismo del siglo XX mexicano, el cardenismo.

No la tiene fácil Javier Duarte de Ochoa, por el bien de Veracruz los veracruzanos deseamos que en el reclutamiento de sus colaboradores se sopesen los mejores perfiles, Veracruz ya no aguanta para más.


alfredobielmav@hotmail.com
Noviembre 2010