EL GOLPE AVISA

EL GOLPE AVISA

Por Alfredo Bielma Villanueva


Ruido, sólo fue un persistente y hasta grotesco bullicio que llenó las páginas de los diarios y revistas durante los últimos 15 días. Fue materia de comentaristas y analistas políticos y cubrió buena parte del tiempo de los leedores de noticias por televisión. Algunos diputados se permitieron colgar de este asunto para hacer campaña política; los gobernadores, entre ellos el de Veracruz, adoptaron un aire de comandantes en jefe mandando a sus gentes al campo de batalla para “defender” la economía popular. Ríos de tinta, retórica plagada de mentiras y de engaños. Una película vieja, ya muy vista por el espectador mexicano que, sin embargo, porque la esperanza muere al último aguardaba algún cambio en la trama; pero, iluso, olvidó que eso no es posible porque desde el cubículo de proyección todo lo tienen ya preestablecido.


Falto de memoria será quien no recuerde que los nuevos diputados priístas veracruzanos fueron lanzados al ruedo como un pelotón de infantería para hacer frente a los malos designios del ogro, previamente identificado como el gobierno federal. Era la batalla de los buenos contra el malo, habría que derrotarlo para bien de la mayoría indefensa. La fortaleza política de su gobernador les daba capacidad negociadora; nada menos que 20 diputados.


Obviamente todo era para consumo estatal, porque en el escenario de la batalla el número de diputados se reducía a sólo una cantidad de votos utilizables por los verdaderos estrategas de las operaciones.


Como se sabe, la Cámara de diputados federales está integrada por 500 individuos. El Partido Revolucionario Institucional tiene 237 legisladores, el PAN 143; el PRD 71; el PVEM 21; el PT 13; Nueva Alianza 9 y Convergencia 6; por estos números es fácil deducir que cualquier votación en ésta Cámara pasa ineludiblemente por el consenso de los priístas; en ésas circunstancias, ¿qué asunto podría aprobarse sin su anuencia?
Entonces, se puede observar con relativa facilidad que la votación para la aprobación de la Ley de Ingresos contó con la aquiescencia del Partido Revolucionario Institucional y que sus votos, sumados al de su ya antiguo socio en estas lides, el PAN, fueron más que suficientes para imponer los criterios legislativos.


Sólo que la enorme oleada de protestas que levantó la aprobación de la referida Ley ha hecho recapacitar al Partido Revolucionario Institucional, de tal manera de dar marcha atrás en algunos puntos de singular importancia, el IVA, por ejemplo. Los senadores deberán darle una barnizada al atroz engendro aprobado por los diputados, para no cargar con toda la culpa y el bochornoso descrédito de los diputados que en sus provincias se rasgaron las vestiduras prometiendo que no aceptarían mayores cargas fiscales.


Esta última actuación de los diputados ha dejado en evidencia que actúan más en función de intereses del partido que los postuló que en la atención a los intereses de las mayorías o de algún sector social en lo particular. Da grima pensar que si acaso dan marcha atrás en algunos artículos lo harán más por no verse como verdugos populares que por una auténtica vocación social. Para ellos, la importancia del voto de castigo está por encima de la dura carga impositiva sobre una población que ya se está cansando de los dislates de su clase política.


Con estas amargas experiencias queda demostrada la necesidad de reformas constitucionales que incluyan la reelección de diputados, para que éstos sean auténticos representantes del pueblo y para que respondan a los intereses de la mayoría o, de perdida, al sector del que procedan y no de los gobernadores o de la camarilla de dirigentes partidistas del momento.


La mentada reforma debe ir colateralmente acompañada de otras medidas que fortalezcan la viabilidad de una democracia participativa: referéndum, plebiscito, revocación de mandato, gobernación compartida y, de pilón, que se establezcan candados para evitar el trapecismo de políticos y políticas saltimbanquis y trepadores que sólo buscan el beneficio personal.


Como la verdad siempre sale a flote, se podrá sacar a conclusión lo que ya se había venido observando: que a los gobernadores lo único que les inquieta en este tinglado es cuánto van a obtener del incremento fiscal. Las penas populares poco les importan; el cuánto para las elecciones es el quid de su preocupación.


Mientras las élites pelean espacios políticos, económicos y financieros, al interior de la sociedad continúan formándose preocupantes signos de impotencia y desesperación. Más de 50 millones de pobres esperando salir de ésa condición conforman un elevado riesgo de desestabilización que, como van las cosas, pudiera estar a la vuelta de la esquina. Si ello ocurriera no habrá valla institucional que lo detenga. Así observarlo no es sedición, tampoco una visión pesimista de nuestra realidad, sino el reconocimiento de un campo fértil para la violencia que la clase política no puede ver porque sus vivencias inmediatas son la retórica, la simulación, la mentira y el engaño.


(A propósito de mentiras y engaños o medias verdades, en nuestro estado la noticia del momento que acompaña a la aprobación de la Ley de Ingresos es la metida de pata del Congreso local al anunciar la donación de un bien público, propiedad de los veracruzanos, a la empresa China Auman y Aumark, Foton IH, ensambladora de autos y maquinaria agrícola, que originalmente-noviembre de 2008- se había anunciado que se instalaría en Coatzacoalcos y que seguramente por lo bien planeado de nuestra economía ahora se quiere instalar en el famoso “Armadillo”. Un asunto que bien vale aclarar por parte de las autoridades veracruzanas que, una vez más, parecen confirmar su inclinación al ejercicio patrimonialista del poder). “No hagas cosas buenas que parezcan malas”.


alfredobielmav@hotmail.com

Octubre 2009