INFORME: DEL DISENSO A LA OPOSICIÓN

Por Alfredo Bielma Villanueva



La historia, en su apartado de curiosidades, pudiera registrarlo así: “El día 15 de noviembre, mientras en la capital del imperio moderno el llamado “Grupo de los 20”, integrado por los presidentes de los países con economías desarrolladas y en vías de desarrollo intentaban acordar las medidas necesarias para resolver la Gran Crisis Económica que afecta a miles de millones de personas, en algún lugar del planeta se desarrollaba un interesante ensayo democrático. Se trataba de la rendición de cuentas que en apego a sus leyes un gobernador debía entregar al Congreso local”.


“En la reunión imperial, los participantes, todos ellos de primera línea en sus respectivos países, buscaban atraer sobre sí la mirada del emperador, ocultando su íntima inconformidad por no estar a su lado o lo mas cerca posible en la mesa del desayuno que les ofreció previo al acto de inauguración. A la misma hora, lejos del frío de Washington D.C., en el paraíso tropical se escenificaba un episodio característico de las democracias: los diputados de la oposición hacían honor a su geometría política resolviendo no asistir al evento informativo del titular del ejecutivo local.


“Al termino de su reunión, los 20 de La Cumbre concluyeron que no y por ello se generó la crisis mundial que agobia a miles de millones de seres humanos, incluyendo a quienes habitan en Veracruz, que así se llama el lugar del evento informativo al que los diputados de oposición le hicieron el feo, dando lugar a una explosiva andanada de reproches en su contra como si hubieran incurrido en actos de lesa patria. Lo curioso es que el acuerdo discrecional de los opositores para no asistir situó en segundo término lo que por la naturaleza de la ceremonia legislativa debía ocupar el primer sitio de la atención ciudadana; tal cual es el informe de lo que se realizó con dinero público durante un año de ejercicio.


“Después del planteamiento de las causas que provocaron la Gran Crisis la Cumbre internacional se clausuró sin llegar a conclusiones definitivas y, tras hacer fila para despedirse del emperador, los jefes de estado regresaron a sus respectivos cotos de poder, no sin antes fijar para abril próximo una nueva reunión. El argumento con la explicación más lógica de no llegar a acuerdos definitivos es la de que el emperador anfitrión entregará el mando a su relevo en enero próximo.


Similarmente, en la villa tropical, después del despliegue mediático contra una oposición política que asumió una actitud precisamente opositora se llegó a la conclusión que el informe ya había sido entregado previamente por un enviado especial y que la ceremonia legislativa era solo para cubrir un formalismo ritual no exento de elogioso arropamiento para el gobernador.


“Entre los motivos que provocaron la inasistencia de los diputados de la oposición-explican ellos- se encuentra la actitud de soberbia que ha adoptado la presidenta del Congreso hacia ellos. Pero en el fondo también se trata del declive de un gobierno que, al igual que sucede con el emperador aquí referido, fatalmente se le cumplen los tiempos en el que los días de vino y rosas quedaron muy atrás y ya está a la vera la ruta critica de la estrategia sucesoria. Todo apunta que serán días de confrontación política entre las partes y que el escenario se colmará de improperios. En la trama, lo que menos importará es la solución a los problemas colectivos sino la búsqueda irrefrenable del poder o de su conservación; la sociedad civil quedará en medio de la pugna de la clase política. Pruebas: ¿en qué parte de este diferendo cabe la agenda del ciudadano? Ni se ve, ni se oye.


La desproporción del símil viene a cuento porque en Washington se reunieron presidentes y jefes de estado más para despedir a quien por dictados de la ley debe dejar su encargo que para definir las estrategias que enfrentarán la grave crisis económica planetaria, y porque además fue patético observar a aquellos detentadores del poder formarse, “hacer cola”, para despedirse de mano de quien pronto dejará de ser la referencia del poder mundial. Una actitud en la que sin duda la constante es la condición humana que se dobla fácilmente ante el poder y todo lo que este representa.


Acá en la aldea, por esos designios de la condición del hombre, también advertimos las señales de su comportamiento ante el poder y que los medios han registrado desde diferentes “ópticas”. En algunos se nota una exagerada reacción negativa por la inasistencia de las fracciones legislativas opositoras en el Congreso local el día del cuarto informe de gobierno; exagerando la nota se ha dado mayor relevancia a la postura opositora que al contenido del informe cuando lo que interesa a la ciudadanía es saber y conocer qué se ha hecho con el recurso público, si lo informado corresponde a la realidad y si efectivamente procura beneficios colectivos. La parafernalia en torno del evento debiera ser secundaria pues a los únicos que les importa es a los políticos, a la ciudadanía le interesa conocer la realidad en la que vive.


En toda divergencia democrática escucharemos siempre a la diversidad, desde un discurso como el de la presidenta del Congreso en el que utiliza la tribuna para hablar de que en Veracruz se respeta a los niños, en clara alusión al adversario político al que han hecho blanco de ese tema, hasta la declaración de Miguel Ángel Yunes Linares poniendo en entredicho las cifras sobre las 80 mil viviendas construidas que se citan en el informe: “ello equivaldría-dijo- prácticamente crecer un 50 por ciento en la zona, pues la gente sabe que eso no es cierto, ya que el Infonavit y Fovisste por ejemplo, financiaron no mas de 30 mil viviendas en todo el estado de Veracruz y son las dos instituciones que otorgan el financiamiento para más del 90 por ciento de las viviendas, así es que creo que hay que hacer una reflexión seria”. El eterno Ser o no Ser. Por su parte, Fidel Herrera dijo: el diferendo “es parte de la normalidad democrática,… …yo creo que la revisión de cuentas es una característica de la democracia y nada evalúa, nada mide mejor a los gobernantes que la revisión de las cuentas”.


Por cuanto a la conducta adoptada por las fracciones opositoras bueno es recordar que en toda democracia siempre habrá posturas diversas y que aspirar a la unanimidad va en sentido contrario al consenso general, que por naturaleza es pluriverso.


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