LAS HIPERBÓLICAS CIFRAS DE TURISMO
alfredobielma@hotmail.com


Ha concluido el periodo vacacional de Semana Santa caracterizada por una extraordinaria afluencia de visitantes a nuestro Estado; de entre ellos habrá que distinguir a paisanos que llegan de visita a sus lugares de origen y a paseantes originarios de otros Estados de la república; de cualquier manera es obvio que esta presencia adicional genera una benéfica derrama económica entre los prestadores de servicios turísticos, restauranteros y hoteleros, principalmente.


La versatilidad de nuestros atractivos naturales y personalidad cultural atrae sin duda a una diversidad de visitantes, sobretodo el playero y el cultural. Desde luego, la zona conurbada Veracruz – Boca del Río es la de mayor atractivo en nuestro Estado porque desde tiempo atrás es la más promovida y a la que diferentes gobiernos estatales han venido dotando de infraestructura urbana para su desarrollo turístico. Otros sitios están despuntando, a la bellísima Región de los Tuxtlas y a la Zona Esmeralda habrá que agregar dentro de muy poco la prodigiosa región de Cabo Rojo, llamada a ser, por su ubicación y atractivos naturales, uno de los desarrollos turísticos más explosivos de Veracruz. La Cumbre Tajín se ha venido consolidando a partir de las festividades que inició el gobierno de Miguel Alemán Velasco y el gobernador Herrera Beltrán ha proseguido su impulso. Pueblos de atractivo cultural y gastronómicos los tenemos en demasía, ciertamente somos un prodigioso destino turístico.


Tal vez aquí es donde debemos encontrar la explicación de que, como lo anunció el Centro de Estudios Superiores de Turismo, Veracruz se esté convirtiendo en el segundo destino nacional de playa, mientras que la capital del Estado, Xalapa, subió al quinto lugar como destino de ciudad. Por supuesto que la promoción cuenta, es buena señal y esperamos que así se mantenga el impulso, pero que éste sea serio, lejos de las frivolidades que con frecuencia se emplean para parecer lo que todavía no somos. Se requiere mesura en las palabras para evitar las declaraciones-insulsas, las más proferidas por los funcionarios encargados del ramo turístico en el gobierno del Estado.


Por ejemplo, al iniciar el periodo vacacional de verano de 2007 el entonces Secretario de Turismo, Everardo Souza, informó que vendrían al Estado de Veracruz 2 millones de visitantes y que dejarían una derrama económica de 450 millones de pesos. Pasado el evento declaró que se habían superado las expectativas puesto que nos visitaron más de 2 millones de personas y además que se superó la meta de los 450 millones de derrama económica.


A su tiempo, el nuevo Secretario de Turismo, Iván Hilman, declaró en enero pasado que la ocupación hotelera en las fiestas de navidad y de fin de año había sido del 100%, por lo que estimaba que un millón 200 mil turistas habían estado en Veracruz Para el Carnaval, el mismo Hilman declaró que estas fiestas habían dejado una derrama económica de casi 550 millones de pesos, con una afluencia cercana a 3 millones y medio de personas.


En ésa frívola verborrea anunció que para esta Semana Santa había una ocupación hotelera en la conurbación Veracruz- Boca del Río y demás destinos playeros del 100% y de 85% en los otros destinos turísticos de la entidad, ya entrado en gastos dijo que nos visitaban turistas nacionales e internacionales, de países como Japón, Suiza, Estados Unidos, Canadá y Francia y que se esperaba una derrama económica de 103 a 106 millones de pesos así como una afluencia de 3 millones de turistas y visitantes.


Para cualquier mediano observador el rejuego de las cifras parecería un auténtico galimatías que a los propios declarantes provocaría embarazosas respuestas si se les cuestionara sobre el particular. Da la impresión que se juega al hablar por hablar, sin sustento de ninguna clase porque, para empezar, no existe en todo el Estado de Veracruz la capacidad de hospedaje y restaurantera para recibir y alimentar a tal número de visitantes en tan poco espacio de tiempo. Y si en los días de vacaciones de verano, un mes por lo menos, vinieron 2 millones de visitantes que gastaron 450 millones de pesos ¿cómo explicar que en los breves días del carnaval jarocho hayan llegado 3 millones de personas y se gastaron 550 millones de pesos?


En cambio, para ésta Semana Santa, según el decir de Iván Hilman, llegaron 3 millones de visitantes, que se gastaron de 103 a 106 millones de pesos. Las comparaciones desnudan la falta de seriedad y la ligereza con la que se trata un asunto que debiera ser tomado con seriedad y respeto, tanto para la ciudadanía a la que se informa como para trabajar con datos duros, de otra manera ¿sobre qué bases se diagnosticará nuestra realidad turística? En vez de adelantarse a expresar cifras hiperbólicas, debieran preocuparse por promocionar y fomentar nuestros recursos turísticos entre sectores de población con mayor capacidad de pago, en vez del turismo-dicho sea con todo respeto- de horchata, tortas y jícamas y que abarrotan el Hotel Camarena y se aglomeran en lo albergues de los que habló el Secretario de Protección Civil.


Pero esas cifras corresponden solo a la primera semana, ya se adelantó que la evaluación final se hará el domingo 20 de marzo, cuando haya concluido completamente el periodo de asueto. En aras de la congruencia y seriedad, sería conveniente que junto con las cifras también se dijera el procedimiento utilizado para llegar a conocer cuantos visitantes tuvimos y de cuanto fue la derrama económica. Todo esto porque, si a un mes de concluido, aun se espera conocer bien a bien las cifras confiables del carnaval jarocho con documentación fehaciente en cuanto a ganancias o pérdidas, y las cuentas de la Cumbre Tajín aún se están preparando ¿cómo será posible tener primero el calculo de visitantes de todo el Estado de Veracruz?


No es pecar de quisquillosos, simplemente un asunto de elemental lógica y de reclamar respeto hacia la inteligencia ajena.


alfredobielma@hotmail.com


Marzo 2008