CLASES SOCIALES Y PLURALIDAD POLÍTICA



¿Cuál pudiera ser la relación que existe entre la pluralidad política con el pluriclasismo social? ¿Existe conexión entre la membresía de los partidos políticos y el estrato social de su extracción? ¿Acaso habrá en la arena política mexicana igual número de Partidos Políticos que Clases Sociales, o estas se entreveran al interior de aquellos? Partiendo de la base de que, en términos Weberianos, el concepto de clase implica un cierto antagonismo social, trasladaríamos ésa oposición a la línea de pensamiento y plan de acción que cada Partido guarda ante sus electores. Sin embargo, arriesgaríamos a situarnos en una hipótesis de marcados contrastes que no resistiría el más somero de los análisis.


Desde el punto de vista de Marx, el trabajador de oficina, de gobierno o privada, es tan proletario como el obrero azucarero, por ejemplo. Los une, en el concepto, el hecho de que ambos venden su trabajo por un salario a través de un contrato. Ahora bien, según Weber, “Un salario mayor no confiere automáticamente a un individuo de la clase trabajadora las actitudes, el lenguaje, el indumento ni la admisión como un igual por un grupo diferente de posición” Aún los salarios altos no modifican la situación de mercadeo de su trabajo, luego entonces, sigue siendo un desposeído aún en la prosperidad.


Conforme a esta lógica conceptual los trabajadores de cuello blanco, los campesinos y los obreros políticamente debieran afiliarse a Partidos cuyas declaraciones de principio encierren proposiciones que soporten a sus intereses. No obstante, en México, como en toda sociedad en desarrollo, existe movilidad social, capilaridad social por la que es posible que los individuos se entreveren clasistamente.


De acuerdo a este enfoque los encontraríamos militando en el PRI, el PRD, el PT o en Convergencia. Siguiendo esa línea de pensamiento, en el PAN estaría buena parte de la clase media alta impulsada por el apoyo monetario de las clases poderosas de la sociedad.


Las anteriores reflexiones nos remiten por ejemplo a los Estados Unidos, en donde el bipartidismo, reflejado en el Partido Demócrata y el Partido Republicano, es una tradición política que expresa meridianamente el contexto social de su población. Poca diferencia hay entre un gobierno emanado de cualquiera de estos dos Partidos, acaso la divergencia la marque la aplicación de un programa específico, pero en el fondo es exactamente igual.


En concomitancia, esto último nos remite a nuestro país, en donde la alternancia en el gobierno de dos Partidos Políticos aparentemente contrastantes ha demostrado que lo que define la tendencia ideológica de un gobierno es el modelo económico que aplica por lo que, en este caso, no ha habido cambio, ni lo habrá mientras el modelo económico aplicado por el PRI y por el PAN sea el del Neoliberalismo Económico.


Luego entonces, poca diferencia habrá entre un gobierno priísta y uno panista. Por otro lado, la coincidencia ideológica entre el PRD y el PT, con los que ha sumado fuerzas Convergencia, permite establecer ciertas diferencias, si tomamos en consideración los gobiernos emanados del PRD en el gobierno del Distrito Federal. La discrepancia en los enfoques en el tratamiento de la problemática social es manifiesta, a juzgar por las políticas públicas implementadas en esa entidad por los gobiernos del PRD. Su posición ante los problemas de las clases menesterosas y la forma de enfrentarlos implica contenidos que, al margen de calificativos, como el de “populistas” endilgados al apoyo a los ancianos y a los programas de salud, encuentra precedentes en las épocas en que se crearon el IMSS y el ISSSTE en nuestro país.


Por otro lado, la resistencia a seguir los postulados del neoliberalismo invita a pensar que la alternancia estaría más cerca de la transición con gobiernos de otro origen partidista que con los que han privilegiado el neoliberalismo económico.


No es incierta la distinción sociológica entre izquierdas y derechas traducidas en el arco iris político-ideológico como la lucha entre pobres y ricos. ¿Qué partidos en nuestro panorama nacional expresan esa dicotomía? Teóricamente, hubo un prolongado tiempo durante el cual el Partido Revolucionario Institucional representó los intereses de los más desprotegidos de México; la historia, su historia, cambió cuando desvió su camino porque su elite original fue sustituida por individuos componentes de la elite de la tecnoestructura y de la tecnoburocracia. Allí surgió la diferencia, allí incubaron de la Madrid, Salinas y Zedillo.


Como un clon posfechado surgió el PRD, cuyo primer impulso los llevó a alturas que prometían el encumbramiento de la izquierda en el poder. Pero los ancestrales problemas de su formación-sectarismo y dogmatismo- pronto asomaron y lo han convertido en una entelequia política que no encuentra el camino que originalmente, desde su formación estuvo bastante claro.


El Partido Acción Nacional ha permanecido desde su fundación en 1939 en una línea de congruencia que le ha dado firmeza de convicciones. Ni su inmediato correligionario, el Partido Sinarquista, ni la sucesoria de éste, el Partido Demócrata Mexicano, sobrevivieron el desarrollo político de México tal cual lo ha hecho Acción Nacional aunque claramente infiltrado por la derecha mas recalcitrante que fue, en última instancia, la que lo elevó al poder nacional.


Retomando la línea de pensamiento acerca del pluripartidismo y las clases sociales, habríamos que coincidir en que el Partido Acción Nacional se ha apropiado del centro de la derecha, desde donde irradia su influencia hacia la clase media baja aprovechando las penurias económicas por las que ésta atraviesa. A la vez, influye en buena parte de la clase media y alta. Se da el lujo, incluso, a través de su gobierno, de rebasar por la izquierda cuando las condiciones se lo permiten y le es dable para avanzar en su procuración de la aquiescencia popular. Un tema que posee muchos matices de interés sociopolítico y que bien vale la pena explorar para explicarnos la realidad y el devenir de nuestra situación política.


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Octubre 2007