SALVEMOS EL AGUA



El jueves 6 de septiembre la Fundación Salvemos el Agua presentó su programa de conferencias sobre el trascendental tema que a todos interesa por igual; al menos así debería ser. El programa se está implementando y consiste en conferencias y pláticas impartidas en escuelas primarias y para educandos de los niveles medios y superior. En el evento de referencia se proyectó un video en el que por espacio de 15 minutos pudimos apreciar el gran daño que le hemos provocado al planeta tierra. Observar una minúscula porción de ese daño nos aterró porque refleja el grado del peligro en que vivimos; no por cierto unos cuantos sino la humanidad entera.


Mucho de lo que a la naturaleza ocupó miles de años en desarrollar, el hombre, ese gran depredador de su propia existencia, lo ha echado a perder. En poco menos de cien años ha ensuciado el aire, los ríos y los mares de tal manera que, si se midiera en términos de perfección el daño ocasionado, nada de perfectible quedaría.


La quema de petróleo, utilizado como mecanismo de propulsión es el uso más rústico que puede dársele a este recurso no renovable, es una de las principales causas de la polución ambiental y a pesar que la petroquímica ha descubierto otros inmejorables usos, por intereses económicos no es posible aplicarlos. Pero es un incontrovertible hecho el que ya existe la tecnología para impulsar a los automotores con otro combustible diferente a la gasolina y al diesel, sólo que la economía de guerra estadunidense no lo permite; las “siete hermanas” que forman parte del poder mundial y son las que realmente gobiernan al imperio, no se dejarán vencer.


El deshielo generado por el sobrecalentamiento terrestre es una seria amenaza a las costas del planeta. Ahora mismo estamos observando cómo se multiplica el número de tormentas tropicales y ciclones que azotan nuestras costas, ello es debido al calentamiento de las aguas del pacífico sur que es donde se generan estos fenómenos y la corriente del golfo los trae a nuestras costas; su capacidad para dañar se ha incrementado sustancialmente y todo indica que serán aún más destructivos. De los intensos y largos periodos de sequía pasaremos casi abruptamente al de las torrenciales lluvias que inundarán con violenta capacidad destructiva cualquier poblado próximo a los ríos y arroyos del país. Como el daño a la atmósfera es irreversible al menos en una generación, por el deshielo, las zonas costeras están destinadas a convertirse en áreas de desastre. ¿Catastrofista? Léase el protocolo de Kyoto para disipar dudas.


Lo grave, vergonzoso y patético de esta realidad es que éste es el planeta que heredamos a nuestros hijos y nietos, pues somos directamente responsables de lo que ocurre en la tierra. ¿Quién en México ha levantado la voz de alerta? Sin duda ha habido heroicas demostraciones, pero la periodicidad intermitente o no continuada de ese esfuerzo las ha hecho parecer como proclamas en el desierto, ante oídos sordos y disimulados, que esperaron, como nosotros, que el que viene resolviera el problema que fatalmente ya padecemos.


En tan solo 50 años en México se han perdido millones de hectáreas boscosas, producto de la tala inmoderada y de las medidas desacertadas de gobiernos como el de Luís Echeverría al disponer la colonización de la selva del Uxpanapa, dizque para convertirla en el granero mexicano. A cambio del ecocidio, que implicó la deforestación de ese importantísimo espacio terrestre, se obtuvo la necesidad de llevar a costos onerosos los servicios públicos que toda congregación humana requiere. Con la errónea disposición se crearon comunidades paupérrimas y en pavorosa desproporción la humanidad perdió un pulmón del continente americano.


Refresca el entusiasmo el que en el evento de Salvemos el Agua se haya contado con la destacada presencia de la Lic. María Elena Herrejón, apasionada y eficiente defensora del medio ambiente, lo que es una garantía de que esta Fundación se aplica con seriedad a sus propósitos de concienciar a la ciudadanía veracruzana para que tratemos mejor al nada renovable recurso que es el agua. Se recuerda a la Lic. Herrejón como impulsora y organizadora en 2004 de la Marcha por la Seguridad en el Distrito Federal, un inédito movimiento cuya convocatoria despertó la conciencia ciudadana, y obligó, así fuera eventualmente, al gobierno de Vicente Fox, de escaso compromiso social, a tomar cartas en el asunto.


La asistencia de la Lic. María Elena Herrejón al acto de la Fundación Salvemos el Agua es alentadora, de igual manera entusiasma la presencia de representantes de los gobiernos del Estado, DIF y Desarrollo Social, y Sedesol de la Federación pues sólo conjugando los esfuerzos de la ciudadanía con los de un sector público comprometido será posible obtener resultados tangibles. Lo importante ya está en marcha porque no es fácil encontrar ciudadanos comprometidos con la defensa del medio ambiente tal como lo demostró la Lic. Herrejón en la Ciudad de México al iniciar un movimiento para hacer conciencia de que las mascotas, perros principalmente, no defequen en vía pública y si lo hacen el propietario se encargue de recoger las heces. Un problema de conducta citadina que se vive por doquier, y que a todos corresponde aportar su grano de arena si queremos una mejor calidad de ambiente. Por lo pronto, Salvemos el Agua.


alfredobielma@hotmail.com
Septiembre 2007