LA CONTRALORIA ¿CONTROLA?

Alfredo Bielma Villanueva



El Control es una de las funciones de mayor importancia que cualquier tipo de organización administrativa debe implementar para conseguir con eficacia y eficiencia los objetivos y las metas que se hayan programado. Planeación, Organización, Dirección y Control son partes fundamentales de toda administración moderna. No hay control sin planes, la función de controlar es un plan en sí mismo. Controlar es evaluar para conocer si los planes se están cumpliendo y/o tomar en su caso las medidas correctivas. ¿Hasta qué grado se cumplen estas funciones en el desempeño del gobierno del Estado?

La visión y la misión de la Contraloría Estatal es la de “promover el uso óptimo, honesto y transparente de los recursos y elevar la calidad en la gestión y desempeño de los servidores públicos (…), lograr el reconocimiento y credibilidad de la sociedad (para) lograr un gobierno honesto y transparente que proporciona bienes y servicios con nivel de excelencia a la Población Veracruzana”.

Desde su creación el órgano de control recibió innumeras críticas por cuanto al razonamiento lógico de que va a “controlar” a quien paga y a quien corresponde por ley hacer el nombramiento de su titular. Si todo se quedara en la instancia de la evaluación no hubiera problema pero ¿cómo divorciar la subordinación respecto de la obligación de controlar y evitar desvíos? Este es a no dudarlo uno de los problemas a los que se ha enfrentado este órgano y sus titulares.

En la administración alemanista, por ejemplo, la contraloría social observó numerosos casos de presunta corrupción. Hubo incluso una denuncia pública en torno a ciertos bienes que en corto tiempo ya poseía el secretario particular del ejecutivo estatal pues, obviamente, no le salían las cuentas para contar con ese patrimonio, dado sus antecedentes de burócrata asalariado. En la respuesta no hubo transparencia alguna, y todo se quedó en la apreciación que la ciudadanía tuvo del presunto acto de corrupción por un muy evidente enriquecimiento, más que explicable. ¿Qué hizo entonces la contraloría? A parte de mutis o de una aparente investigación, que se sepa, nada.

En la actual administración los medios de comunicación y la contraloría social han señalado insistentemente el caso del AC20. En su comparecencia ante la Comisión correspondiente del Congreso local, Susana Torres informó que la auditoria practicada a la Junta Local de caminos, Maquinaria de Veracruz, Subsecretaría de Protección Civil y a la Sedesma encontró anomalías en el manejo del material AC-20 y aseguró que esperaría a que solventaran las observaciones, a más tardar el 30 de noviembre. Dijo que según las dependencias involucradas se habían recibido 69 mil 900 toneladas de aquel material, pero que PEMEX tenía registradas para Veracruz 98 mil 200 toneladas, con un valor de 300 millones de pesos. Informó que se detectó que se entregó AC-20 a 11 empresas particulares y 56 municipios.

Es evidente que, al menos en este caso, el requisito de transparencia no ha sido cumplido, pues a cuatro meses de iniciado el año aún no se sabe en qué quedó aquel asunto.

Hay otro expediente, entre varios más, que es la denuncia que se presentó en contra del Secretario de Gobierno ante la contraloría del Estado para que se le investigue al igual que al Director del Patronato del Museo de la Ciudad de Xalapa por hacer proselitismo político, el 11 de febrero en la Colonia Floresta. Como pruebas entregaron un Video, audio y versiones de los discursos de Escobar y de Velasco. La contralora ofreció que se estudiaría el caso. (Política 27-II) Sonriente, (¿o seguro de impunidad?) Escobar tomó a chunga la denuncia y dijo que lo acusan porque apoya al pueblo.

Dos meses después, la contralora del Estado ha dicho que ya está listo el resolutivo de la queja contra del Secretario de Gobierno. “Yo les dije que estaría lista esta semana, sé que está lista, pero lo que no les puedo decir es si ya fue notificada a los quejosos.” Respecto del sentido de la resolución dijo que no lo puede decir porque estaba en otros asuntos. (DX-14-IV)

Hay en la corta historia de este gobierno una serie de expedientes abiertos y pareciera que la intención es enfriar la nota y que el tiempo borre de la olvidadiza masa social estos asuntos. La dinámica social y de los acontecimientos ciertamente provoca que se atropellen unos a otros, solo que la contraloría social está cada vez mas despierta y atenta del acontecer político, pues están en juego recursos públicos que pareciera no están ejerciéndose con la eficiencia que se requiere.

Que se sepa, al menos aún no se ha informado por parte de la contraloría a qué se debió el desfase financiero de las obras del “distribuidor de las trancas”; 20 millones de diferencia en una construcción tan elemental son muchos millones. ¿O acaso no se ha hecho aún la evaluación acerca del porqué tanta diferencia entre lo proyectado y lo que finalmente costó esa obra?

Otro más es el retraso en las obras del paso a desnivel en Araucarias, que se encuentra con un considerable desfase en tiempo, lo que revela una pésima calidad en la gestión del área responsable. ¿Ha hecho algo la contraloría para conocer la realidad del retraso de dos meses, más los que se sumen? Porque eso es parte de su evaluación, y si la premisa es la transparencia, bueno sería que se le explicara a la población jalapeña los motivos del atraso.

Quedarse en la cómoda instancia de vigilar que a los lunes de puertas abiertas asistan los responsables de las distintas áreas resulta bastante caro a la población. En un régimen democrático la Contraloría Social debe mantenerse atenta de que quienes son servidores públicos cumplan con su obligación con eficiencia, responsabilidad y transparencia. Es un reto del ser y parecer contra la simulación.


alfredobielma@hotmail.com
Abril 2007