LAS LECCIONES DEL PASADO Y EL PAN


“Quien controla el pasado controla el futuro; Quien controla el presente controla el pasado”. George Orwell.

Alfredo Bielma Villanueva




Siempre se ha afirmado que la institucionalización del movimiento armado de 1910 inició con la creación en 1929 del Partido Nacional Revolucionario, se consolidó como gobierno con el Partido de la Revolución Mexicana (1938) y se Institucionalizó con el Partido Revolucionario Institucional (1946). “Abuelo” y “Padre” tuvieron existencia efímera y sólo alcanzaron a postular para la presidencia a dos candidatos el primero y a uno el segundo: Pascual Ortiz Rubio y Lázaro Cárdenas el PNR y Manuel Ávila Camacho, el PRM. El PRI llevó a nueve de sus candidatos a la presidencia, hasta que el desaguisado del año 2000 interrumpió la secuencia.


Con el Partido Revolucionario Institucional ha convivido en confrontaciones políticas el Partido Acción Nacional (1939), apenas un año menor que aquél. Ha sido este último partido el que le ha rebatido al PRI su forma de gobernar y el que compitió en no pocas ocasiones con extremas condiciones de desventaja que lo llevaron a expresar públicas manifestaciones de inconformidad y de resistencia en reclamo de triunfos presuntamente obtenidos. Pero esto último sucedió algún tiempo después de su fundación; ya habían pasado los años del almazanismo (1940) y del enriquismo (1952), eventos electorales cubiertos con el manto del sospechoso fraude electoral maquinado desde un sistema de presidencialismo autoritario y de Partido Único cuya vocación le impedía reconocer otro triunfo que no fuera el suyo.


La historia registra que fue en Baja California, en tiempos de López Mateos, cuando Salvador Rosas Magallón obtuvo tal convocatoria en su proselitismo político panista para la gubernatura que hubo necesidad de encarcelarlo para evitar que hiciera más ola oposicionista. Que se recuerde fue la primera gran contienda del panismo en la provincia mexicana.


En 1957, el PAN postuló a Luís H. Álvarez como su candidato a la presidencia. Durante la campaña en la que contendía contra López Mateos del PRI, Álvarez proclamaba que su partido era “la única institución digna de regir las banderas de la revolución” porque-decía- el gobierno era incapaz de controlar la inflación pues se quería detener el alza de precios por decreto. Se quejaba el candidato panista de que durante su campaña con frecuencia se interrumpía el fluido eléctrico mientras él hablaba al público; o bien encontraba magna voces que a todo volumen impedían el desarrollo de los discursos. Frente a lo que consideraba un anticipado fraude electoral, acusó a la Comisión Federal Electoral de estar coludida con el PRI y como consecuencia el PAN decidió que su representante ante esta Comisión, Rafael Preciado Hernández, se retirara del órgano electoral.


El episodio coincidió con el intento de la Unión Cívica Potosina para ganar el gobierno de San Luís Potosí con el Dr. Salvador Nava como su candidato. Campaña que terminó, como suele ocurrir en las luchas por el poder, con violentas manifestaciones de protesta que no impidieron gobernar al PRI.


Poco a poco el Partido Acción Nacional fue tejiendo su futuro con participaciones en eventos electorales en los cuales con frecuencia no alcanzaba a derrotar a partidos más jóvenes, como el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana o el Partido Popular Socialista; tal y como sucedió en las elecciones municipales de 1976 en Coatzacoalcos, en donde el PARM triunfó arrollando al PRI y, por supuesto a los demás partidos contendientes, convirtiéndose, al menos por uno o dos años más en el Partido dominante en aquel municipio, hasta que la “negociación” timbró en los bolsillos de la dirigencia nacional de aquel membrete.


La historia de las contiendas en las que el PAN empezó a cosechar grandes triunfos en el estado de Veracruz, empieza realmente en 1994. En las elecciones de aquel año el PRI obtuvo 930 mil votos, el 52% de la votación; pero el PAN con el 16% de la votación total, sorprendió ganando el municipio de Veracruz, que era la joya de la corona y 18 municipios más: Córdoba, Orizaba, Perote, Naranjos, Zontecomatlan, Tlacojalpan, Chumatlán, Acatlán, Tlacotepec de Mejía, Tepetlán, Río Blanco, Fortín, Tlacotalpan, Zozocolco, Mecatlán, Gutiérrez Zamora, Fortín, Ixmatlahuacan y Rafael Delgado.


Ante estos extraordinarios triunfos, el dirigente estatal del Partido Acción Nacional, Cesar Leal Angulo, expresó que los resultados electorales en Veracruz “sorprendieron y conmocionaron a la Nación” y que el triunfo era considerado por la dirigencia nacional panista como mas importante que la Gubernatura de Guanajuato. Así empezó la historia moderna del PAN en Veracruz y para explicarla en una dimensión más precisa haría falta analizar los antecedentes y el contexto nacional y local en el que se dieron esos triunfos. Como aquel de Yucatán…


Fue en 1967, después que el 12 de julio el presidente Díaz Ordaz anunció la decisión de suspender las obras federales en aquel estado, en tanto no se cubrieran los gastos que originó la introducción del agua potable en la capital yucateca y otras poblaciones del estado, porque la ciudadanía se negaba a pagar por considerar elevadas las tarifas que se pretendían cobran.


Indignado por la medida, el Director de El Diario de Yucatán recogió el sentir ciudadano e inició una investigación que descubrió un enorme fraude por parte de las autoridades encargadas del programa de introducción del agua potable. El sector oficial prestó oídos sordos al reclamo y ni uno de los diputados locales hizo eco de él pues la legislatura local, estaba en ese entonces integrada únicamente por priístas.


Ojo a visor, el Partido Acción Nacional hizo suya la bandera de la inconformidad popular y encabezó la lucha contra el fraude y por la abolición de las altas tarifas impuestas para cubrir el elevado costo del agua, prometiendo desaparecerlas si su candidato a la alcaldía contaba con el apoyo popular.


Solidario, el Diario reportea la campaña del candidato panista a la alcaldía de Mérida, Víctor Manuel Correa Rachó quien, en noviembre de 1967, ganó la elección con margen de tres a uno respecto del PRI. Con el apoyo del Diario de Yucatán que difundió con profusión el triunfo panista fue difícil para el gobierno no reconocerlo e, históricamente, Correa Rachó se convirtió en el primer candidato de oposición que en el siglo XX ganó la alcaldía meridense.


En noviembre de 1968, ya convertido en candidato del PAN al gobierno de Yucatán, Correa Rachó, según el Diario de referencia, ganó con margen de cuatro a uno el proceso electoral, al que calificó de “gigantesco fraude electoral” porque no se reconoció la victoria panista.


Así se escribe la historia, con eventos aparentemente aislados, pero que vistos en un contexto global explican la razón que los produjo y, todavía más, esclarecen los hechos subsecuentes.


(A propósito, fue el problema de abastecimiento del agua para consumo humano el que sirvió al PAN para obtener el triunfo en el municipio de Aguascalientes, cuya población excede el 50% del padrón electoral de aquel Estado por lo que, después de la alcaldía, la consecuencia lógica fue la gubernatura. La historia enseña).
Enero 2007