CAMALEÓN
Por
Alfredo Bielma Villanueva
75
años del PAN
Cuando Manuel Gómez
Morín concibe la idea de fundar un partido político en 1928 las condiciones por
las que atravesaba el país eran muy diferentes a 1939, año en que concretó su
propósito. El integrante del grupo de “Los siete sabios” de la generación de
1915, se percibía decepcionado de su primera incursión política, tal como lo
reconoce en carta a Vasconcelos del 3 de noviembre de 1928, en la que expone
las dificultades que enfrenta la creación de un nuevo partido “…Hay tantas
trabas y tantas dificultades y tantos intereses que se oponen a una acción de
esta naturaleza, y que yo ni siquiera sospechaba, que con toda sinceridad tengo
que decirle que el resultado de esta primera excursión de mi parte en el
terreno político es una profunda desilusión de muchas gentes, y sobre todo, de
mí mismo. Ahora sé que no valen ni la buena fe ni el alto propósito ni el
grande entusiasmo para trabajar políticamente. Para ello es preciso, en primer
término, ser político; tener los hábitos y los procedimientos de los políticos,
y reunir una multitud de cualidades que no son las que ordinariamente sirven
para que un hombre pueda solamente pensar las cosas con claridad y ejecutarlas
con desinterés y con precisión técnica”.
Transcurrieron diez
años, se sucedieron cuatro presidentes de la república (Portes Gil, Ortiz
Rubio, Abelardo Rodríguez, Lázaro Cárdenas), se crearon el Partido Nacional
Revolucionario (PNR), el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), la CTM, la
CNC, la FETSE; se llevó a cabo la expropiación petrolera, se intensificó el
reparto agrario, para que Gómez Morín considerara maduras las circunstancias y
crear su partido político; así, el 16 de septiembre de 1939 en el Frontón
México nació el Partido Acción Nacional, una organización impulsada por la
burguesía mexicana, a cuyo frente estuvo el prestigioso abogado de destacadas
luces intelectuales. El PAN nació para enfrentar los actos de Cárdenas que,
según sus creadores, llevaba al país hacia el comunismo.
El Partido Acción
Nacional tiene siete años más de antigüedad que el PRI (1946), la diferencia
entre ambos estriba en que el tricolor es obra de la cúpula política y se
incubó en pañales de seda, nació poderoso pues su “abuelo” y su “padre” ya
habían estado en la presidencia de la república: el Partido Nacional
Revolucionario (PNR-1929) elevó a Pascual Ortiz Rubio y a Cárdenas; el Partido
de la Revolución Mexicana (PRM-1938), a Ávila Camacho (1940). El PRI surgió al
firmamento político mexicano, con el lema de “Democracia y Justicia Social”, el
19 de enero de 1946 y postuló a Miguel Alemán Valdés. Sin embargo, a pesar de su
novatez, el PAN ganó en 1946 sus primeros cuatro diputados al Congreso de la
Unión, y en 1944 había conseguido su primera diputación local en Zamora,
Michoacán, así como la alcaldía de Quiroga.
De “Humanismo Político”
calificó la ideología del PAN Efraín González Luna, quien en la Convención de
su partido, en 1952, expresó: “…Unánimemente repudiado, el PRI, convertido en
apéndice electoral del gobierno, amparado y protegido en sus fraudes y
atropellos, gozando de la impunidad que proporcionan la complicidad y el
compadrazgo, realiza intolerables imposiciones de autoridades de todas las
categorías”.
En 1958, el candidato
presidencial del PAN fue Luis H. Álvarez quien, orgulloso, decía de su partido
que era “la única institución digna de regir las banderas de la revolución”; no
pudo con el ímpetu de López Mateos, quien obtuvo seis millones 769 mil votos y
Álvarez, del PAN, 705 mil votos. Inconforme con el resultado, el PAN decidió no
convalidar “un régimen que es ilegítimo de origen” y ordenó a sus ocho candidatos
ganadores de una diputación que no la aceptaran, cuatro de ellos eligieron la
Cámara, otros cuatro obedecieron a su Comité, Felipe Gómez Mont, uno de ellos.
El PAN ya sabe de lo
productivo de las alianzas, así lo experimentó cuando formó Coalición
Tripartita en noviembre de 1958 para derrotar al PRI en San Luis Potosí en la
elección de alcaldes del 7 de diciembre. La alianza aglutinaba a panistas,
comunistas y sinarquistas, se denominó Unión Cívica Potosina y postuló al Dr.
Salvador Nava Martínez, quien resultó ganador con 26 319 votos contra 1 683 del
candidato priísta, que era la expresión del cacique Gonzalo N. Santos.
El signo ideológico del
PAN era de derecha y calificaba de comunista todo aquello que diera visos de
“izquierdista”, como cuando en 1960 el presidente López Mateos declaró que su
gobierno era de “extrema izquierda dentro de la Constitución” , el PAN lo
calificó como un comunismo con disfraz. Signos de los tiempos porque el
Congreso federal tuvo que aclarar que el gobierno era de “atinada izquierda”.
Entonces, el PAN insistió en su XV Convención anual: “Ni comunismo ateo, ni
capitalismo liberal.”
En las elecciones
intermedias de 1967 el PAN presentó candidatos a diputados federales en el 99
por ciento de los Distritos, una señal de cuánto había avanzado pues logró una
diputación de mayoría y 19 diputaciones de partido. Además ganó elecciones
municipales en Hermosillo, Cumpas, San Miguel Horcasitas, Cucurpe, San Pedro de
la Cueva, Bacoachi, Santa Ana y Opodec. Enseguida vino Mérida (1967) con Víctor
Manuel Correa Rachó. Reclamó en 1968 victorias en Mexicali y Tijuana, pero no
se los reconocieron, al igual que en seis de ocho distritos electorales, que
corrieron igual suerte. (Después de la elección del 67, el PAN no volvió a
ganar en Sonora sino hasta 1979: cuando se agenció cuatro alcaldías, dos
diputaciones locales y una federal).
Como toda organización
humana el PAN no ha escapado a crisis internas, una de ellas la sufrió en 1976
porque dos fracciones se peleaban el control del partido: Pablo Emilio Madero y
Rosas Magallón, no lograron conciliar sus diferencias y optaron por quedarse al
margen de la contienda presidencial, y López Portillo hizo campaña en 1976
contra molinos de viento porque los demás partidos “de oposición” se sumaron a
su campaña.
Luego vinieron las
elecciones en Nuevo León, con resultados discutibles para el PRI; después en
Chihuahua y Ciudad Juárez cuando ambos municipios estuvieron en poder del PAN y
este partido postuló en 1986 a Francisco Barrio Terraza, contando con el apoyo
abierto, decidido, de la iglesia católica (los obispos de Chihuahua, Torreón,
Tarahumara y Nuevo Casas Grande publicaron el exhorto “Coherencia Cristiana en
la política” en abierto apoyo al PAN). La clase empresarial también se definió
por Barrio, pero ni la huelga de hambre del alcalde de Chihuahua, Luis H.
Álvarez, ni las protestas internacionales impidieron el triunfo del PRI en
todas las diputaciones, y en alcaldías solo Casas grande la ganó el PAN, porque
el resultado final fue: PAN: 227,856; PRI: 395,221; PPS: 2, 567; PDM: 578;
PSUM: 4, 583; PST: 1,900; PRT: 13, 379 y PARM: 1, 886 votos.
Más cerca está las
elección presidencial de 1988, cuando el PAN candidateó a Manuel Clouthier con
aquel ruidoso “Barbas sí, orejas no”, “arriba Maquio, abajo Topo Gigio”,
después de esa conflictiva elección surgieron las llamadas concertaciones a
través de las cuales el PAN aprovechó la coyuntura y se metió hasta la cocina,
de tal manera que, junto con la Iglesia, consiguieron en 1992 las reformas constitucionales
largamente esperadas desde la cristiada: Reforma a los artículos 3°, sobre la
educación pública y privada en México; 5°, libertad para elegir ocupación
lícita; 24, libertad de culto; 27 sobre el campo y propiedad de la tierra y el
130 sobre las relaciones Estado-Iglesias. (Esas reformas fueron publicadas en
el Diario Oficial el 28 de enero de 1992). En esa inercia prosiguió la reforma
al artículo 82 de la Constitución General, esa que le abrió a Fox la puerta
para poder ser candidato un viable.
En la vorágine
reformista, se creó el IFE, se sacó al gobierno de la organización de las
elecciones, el PRI perdió la mayoría en la Cámara federal de diputados en 1997
y, al fin, el PAN llegó a la presidencia de la república en el año 2000.
Tras la larga lista de
confrontaciones electorales entre el PRI y el PAN, queda un gran “pero”, que
vale explicarlo con la reflexión del actual presidente del PAN, Gustavo Madero,
en el 75 aniversario del PAN: “cuando Francisco I. Madero logró derrocar un régimen
autoritario, el de Porfirio Díaz, y tomó protesta como el primer Presidente
democrático de México. Sin embargo, dijo, “cometió un gravísimo error: no
desmantelar el anterior sistema porfirista, es el sistema que combatió, por el
contrario, no sólo no lo desmanteló sino que enlisto a sus tropas, 15 meses
después el sistema lo devora”. Madero reconoció que su partido tuvo el mismo
error cuando llegó a la Presidencia en el 2000 con Vicente Fox Quesada. “No se
desmanteló en estos 12 años el antiguo régimen priista que combatimos. Ni la
cultura, ni el funcionamiento del sistema y del poder político y no fueron 15
meses después, sino 12 años después. Ese sistema nos devoró electoralmente en
julio de 2012″. Ni más, ni menos.
alfredobielmav@hotmail.com
sociedadtrespuntocero.com
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