LA AVENTURA DEL HOMBRE

Por Alfredo Bielma Villanueva



La rectoría del Instituto Veracruzano de Estudios Superiores invitó a quien esto suscribe a una plática con alumnos y docentes de esa casa de estudios. Salvo la mejor opinión de quien esto lea me pareció interesante compartir con los escuchas ese gran fenómeno social que estremeció a la humanidad en el transito de la Edad Media a la modernidad que, como lo expresa Kant, es “el movimiento del hombre al salir de la puerilidad mental de la que él mismo es culpable. Puerilidad es la incapacidad de usar la propia razón sin la guía de otra persona. Esta puerilidad es culpable cuando su causa no es la fata de inteligencia, sino la falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena…”.

Transcribo un fragmento de la breve plática: No se requiere de mucha capacidad imaginativa para dimensionar el enorme impacto que provocó entre los contemporáneos de los Siglos XV y XVI, conocer que el Geocentrismo imperante no guardaba ninguna relación con la realidad pues las investigaciones de Galileo demostraban que la tierra y otros cuerpos celestes eran los que giraban los que giraban en torno al Sol. Entonces, la teología dominaba el pensamiento del hombre. Fue Galileo Galilei quien replanteó la teoría heliocéntrica de Copérnico y, aunque fue obligado a desdecirse por la alta jerarquía clerical, en el reducido mundo científico de su tiempo provocó un verdadero revuelo.

Fue una época en la que no había imprenta, o al menos su uso era extremadamente rudimentario como para producir libros en cantidades aceptables que iluminaran el pensamiento de su tiempo, entonces Gutemberg inventó el sistema de tipos que vino a revolucionar la imprenta y produjo con ello la multiplicación de los libros; poco faltaba para que América fuera descubierta.

El insensible pero trascendental cambio transformó la concepción del mundo y del hombre, pues ya no todo se veía a través de la Biblia sino del entendimiento y de la razón, y se abandonaba paulatinamente el teocentrismo para seguir la orientación de un humanismo que situaba al hombre en el centro del progreso social.

Entonces también se estremeció la monolítica y cerrada unidad de la cristiandad por el surgimiento del movimiento protestante, ese que empezó por discutirle al Papa la venta de las indulgencias y con ello el Papa perdió dinero, y su autoridad sufrió mengua pues se le discutía expresamente su pretensión de ser el representante de Dios en la tierra.

El invento del Telescopio, la multiplicación de libros impresos, las primeras disecciones en cuerpos humanos, el descubrimiento del Nuevo Mundo, fueron cambiando el pensamiento de la Edad Media y dio paso al Renacimiento, un regreso a los Clásicos griegos que permitió hacer a un lado la escolástica como medio para conocer e interpretar al mundo, privilegiando el uso de la razón en el conocimiento de la sociedad y del hombre.

Fueron cambios de gran impacto porque, por ejemplo, descubrir de improviso que en otra parte del mundo desconocido había vida, animales nunca vistos, gente con la misma apariencia física, debió provocar un contundente impacto en la mentalidad del hombre, ¿cómo explicar su existencia con los métodos de la escolástica? ¿Por qué la Revelación no había previsto eso?

A la par, nacía una nueva clase de adinerados que vivían segregados en los Burgos, ajenos a la nobleza parasitaria e inconforme con su status social a pesar de ser el soporte de los lujos que aquella disfrutaba. ¿Qué decir de los súbditos, el pueblo bajo, cuya condición social se acercaba a la esclavitud?

Fue un largo proceso de maduración social en el que mucho tuvieron que ver los escritos y reflexiones de grandes pensadores, aquellos que sintetizaron su pensamiento en La Enciclopedia: Montesquieu, Voltaire, Diderot, D’Alembert, Buffon, Rousseau, etc. cuya influencia dio base ideológica a la convulsión social que irrumpiría en el siglo XVIII con el advenimiento de la guerra de independencia de las 13 colonias inglesas en el nuevo mundo (1776) y con la Revolución Francesa (1789).

De estos movimientos surgió un nuevo concepto, una figura que ni por asomo estaba contemplada en la estructura social y política del medioevo, en el que después de la nobleza y el alto clero solo existía el siervo y el habitante de los Burgos. Surgió el Ciudadano cuya condición social distaba en mucho de la del súbdito sumido en la ignorancia y la explotación, sin los derechos pero las muchas obligaciones que prevalecían durante el absolutismo monárquico.

Para ese entonces nació el Estado Moderno, Maquiavelo, Bodino, Hobbes, Locke, Montesquieu, Rousseau, habían tendido la base ideológica para la creación del Estado soberano. Entonces la preocupación fue instalar la democracia que solo era posible con la participación del ciudadano.

Con estos antecedentes la Nueva España se independizó de la Corona Española pero pleiteamos durante casi todo el siglo XIX, sufrimos una prolongada dictadura y un siglo más tarde, en 1910, iniciamos una Revolución que empezamos a consolidar hasta el fin de la segunda década del Siglo XX cuando emprendimos el camino de las instituciones nacionales.

De esta manera conseguimos estabilizar un gobierno nacional y fortalecer al Estado Mexicano, consolidamos la soberanía territorial y pasamos, no sin traumas, del Antiguo Régimen a uno nuevo en los términos fijados por nuestro Contrato Social de 1917.

Obligado por las circunstancias o por visión de estadista Plutarco Elías Calles orientó el cambio por el rumbo de las instituciones políticas y de gobierno. Así nació el Partido Nacional Revolucionario en 1929, al que Cárdenas transformó en 1938 en Partido de la Revolución Mexicana. El 4 de junio de 1945 la CTM de Fidel Velásquez destapó a Miguel Alemán Valdez como su candidato a la presidencia de la república por el PRM, en un acto en el que, arrobado por la emoción, Vicente Lombardo Toledano lo calificó como “Hijo de la Revolución”, “Cachorro de Lázaro Cárdenas y de Manuel Ávila Camacho”.

Pero fue con el lema de “Democracia y Justicia Social”, el 19 de enero de 1946, cuando bajo la presidencia del doctor Rafael Pascasio Gamboa, el nuevo Partido Revolucionario Institucional declaró como su candidato a la presidencia de la república al Lic. Miguel Alemán Valdez. El Partido Revolucionario Institucional, inició así una hegemonía que lo mantuvo en la presidencia de la república hasta el año 2000, cuando la perdió ante un candidato postulado por el Partido Acción Nacional.

Ahora estamos en plena alternancia y camino a una transición que no acaba por aparecer. La Reforma del Estado, las adecuaciones al modelo económico, se hacen necesarios para un país que requiere de un más acelerado y más justo desarrollo social. Ya abatimos la presidencia autoritaria, ahora debemos emprender la lucha contra la corrupción y la impunidad, sin perder de vista el camino hacia una democracia participativa.

alfredobielmav@hotmail.com
Enero 2011