Los Juegos
de nuestro tiempo
Por Alfredo Bielma
Villanueva
CAMALEÓN
A alguien muy inconforme por
cuanto ocurre en Veracruz se le ocurrió denominar como “Los Juegos del hambre” a la edición número XXII de los Juegos
Centroamericanos y del Caribe 2014, que se celebrarán en cinco ciudades de
nuestra entidad entre el 14 y el 30 del mes en curso. El calificativo es
exagerado y acaso fuera de lugar porque, si bien el gobierno estatal pena por
recursos económicos, buena parte de estos corresponde aportarlos a la
federación. No debe olvidarse que el país, México, es la sede nacional; aunque en
este tema cobra vigencia la interrogante sobre hasta qué punto el gobierno
federal se preocupó por mostrar la mejor de sus caras y confió plenamente lo
que debía hacerse al gobierno de Veracruz.
No fueron los actuales titulares
del gobierno federal ni de la entidad veracruzana quienes gestionaron para
traer la sede a Veracruz, pero tienen la encomienda institucional de cumplir el
compromiso que se consiguió el 25 de julio de 2008, durante la edición 41 de la
Asamblea General de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe
(Jamaica y Guatemala habían declinado y Veracruz ganó la opción). En julio de
2010, en Mayagüez, Puerto Rico, cuando Fidel Herrera Beltrán recibió la bandera
de la Organización Centroamericana y del Caribe, fue un acto simbólico por el
que México se comprometía a organizar en 2014 la edición XXII de esos Juegos,
testigos entre otros, el alcalde xalapeño, David Velasco Chedraui, la ya electa
para sucederlo Elizabeth Morales y Jon Rementería, alcalde de la ciudad de
Veracruz. Estos últimos fueron testigos del atractivo panorama diseñado para
ganar la sede, el escenario ponía a disposición de la ODECABE una
infraestructura deportiva que incluía la construcción de dos estadios sumados a
los ya existentes. Aunque significaba mucho dinero, pocos en Veracruz pusieron
en tela de duda esa posibilidad, los más dimos por descontado que así sería, obviamente
desconocíamos la profunda caverna en donde reposaba y se agigantaba una deuda
pública que la rutilante aunque vacía retórica había ocultado con mentiras y
engaños.
Sin embargo, el escamoteo de la
debacle económica del erario veracruzano no podía pasar inadvertida por mucho
tiempo, entonces se levantaron voces preguntando por los preparativos de los
Juegos a que el gobierno se había comprometido en el paquete sucesorio, era
diciembre de 2011 y solo había señales de un ya evidente desfase, hubo voces y críticas
que lo advertían, pero el gobernador Duarte de Ochoa se encargó de hacerles
frente argumentando que taparía la boca
a “todos aquellos agoreros del desastre que decían o dicen, que Veracruz
está quebrado”.
Mientras unos se retorcían los
dedos porque en 2012 no había señales de casi nada, otros espantaban nervios
formulando frases vacías: “seremos ejemplo a nivel nacional de organización de
los Juegos Centroamericanos”. Pero Proceso calificaba: “Veracruz: los juegos de
la incertidumbre”, y todos ahuyentaban malos pensamientos: “Veracruz no está en
peligro de perder la sede” se escuchó por todos lados. Era febrero de 2012 y el
velocista Alejandro Cárdenas insistía: “Tienen que definir lo de la alberca, la
pista, estadios, gimnasios, el World Trade Center, Veracruz tiene instalaciones
para no sólo hacer unos Centroamericanos, pero hay detalles que faltan
culminarlos y concretarlos”.
“¿Dónde vivirás después de ser
gobernador? Preguntó en entrevista, que ya forma parte del testimonio histórico
de estos Juegos, el jerarca de la Organización Editorial Mexicana, Mario
Vázquez Raña, a Fidel Herrera Beltrán a semanas de entregar el poder, en
2010: "He pensado en el puerto y en
Xalapa, mi despacho está ubicado en la calle Río Pánuco en la ciudad de México
como abogado y tengo un nombramiento que me entregaron hace tres meses como
presidente organizador de los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe
2014, hay 32 países que recorrer. Fui reconocido por el Comité Olímpico que
encabeza Mario Vázquez Raña; Felipe Muñoz, presidente de esa organización;
Bernardo González Garza, presidente de la Confederación Deportiva Mexicana, que
luego de asignar la titularidad a Veracruz, Xalapa, Orizaba y Córdoba, así que
por trabajo desde el 2 de diciembre no le voy a bajar, así que andaré de país
en país". Un proyecto personal que fue frustrado por el escándalo que
sobrevino al conocerse la enorme deuda que heredó sin existir constancias de
avances tangibles en la realidad veracruzana.
De cualquier manera, aún en la
hipótesis, pudiera presumirse que con Fidel Herrera Beltrán al frente de la
organización de esos Juegos la parafernalia organizativa hubiera sido diferente
a la que Harry Grappa nos puede presentar. Pero de los males el menor, porque
también podemos suponer el enorme costo económico con cargo a los veracruzanos
si la premisa original hubiese prevalecido.
Ha sido tal la vorágine que
avasalló al equipo responsable de llevar a cabo estos Juegos que no fue borrado
el cliché de los XXI Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Mayagüez,
pues hay fijación con aquello que Héctor Cardona, presidente de la ODECABE dijo
en julio de 2010: "Éstos han sido los mejores en la historia de los Juegos
Centroamericanos y del Caribe", cuando clausuró el evento en presencia del
alcalde de Mayagüez, José Guillermo Rodríguez; de Felipe Pérez Grajales,
presidente del comité organizador; de Jon Rementería, alcalde de Veracruz; de Elizabeth
Morales, alcaldesa electa de Xalapa y de David Velazco Chedraui, alcalde
saliente. Así, los Centroamericanos y del Caribe se enrumbaron en 2010 hacia
Veracruz, México, en donde se van a celebrar “Los mejores Juegos de la
Historia”.
Todo cuanto ha acontecido en
torno a la construcción, remodelación y pintura de los escenarios deportivos y
urbanos ya lo sabemos, porque ha sido tema casi cotidiano en las ciudades sedes
el evidente retraso de las obras, el traspié de las Villas deportivas,
aderezado con el tema de la inseguridad, cuya tenebrosa presencia es
insoslayable. Tampoco es posible ignorar el contraste entre el proyecto exhibido
para obtener la sede, con lo que finalmente presentamos (el estadio de
atletismo no se construyó); un ejercicio de elemental introspección nos
llevaría a suponer lo que por delicadeza de huésped no expresan quienes de
fuera vienen, pero los representantes de la ODECABE que conocieron el proyecto
original y las Delegaciones que la acompañan, sacarán sus propias conclusiones
respecto de lo que aquí observan.
En la inversión final de tres mil
millones de pesos (dos mil para obras, mil para la organización) se refleja la
diferencia entre lo que originalmente se había proyectado y lo que se presenta,
pues en el principio se hablaba de un presupuesto mayor a los 4 mil millones de
pesos porque incluía la construcción de estadios y un estacionamiento en la zona
Omega de Xalapa.
No hay plazo que no se cumpla.
Esta semana inicia la versión XXII de los Juegos Centroamericanos y del Caribe,
el presidente de la república no podrá asistir debido a que su agenda inscribe
un viaje a la república China. De cualquier manera, los boletos para la
inauguración han sido cuidadosamente distribuidos y esa precaución no está de
más porque al interior de la sociedad veracruzana se agita un sentimiento de
frustración y enojo que está presto a descargarse en la primera oportunidad que
encuentre desfogue. Que tal no suceda es deseo de todo veracruzano bien nacido;
aquí sí vale la expresión: “Veracruz es más grande que sus políticos”.
alfredobielmav@hotmail.com sociedadtrespuntocero.com
9-noviembre-2014.
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