CLAROSCUROS

Por Alfredo Bielma Villanueva

No han sido buenas las noticias de las últimas semanas para el Estado de Veracruz (en todo caso, las malas son en mayor número que las buenas), en realidad desde que se conoció la enorme deuda pública que carga la población veracruzana casi todo se ha venido encadenando en consecuencia de ese embrollo financiero. Por si fuera poco, el Consejo Nacional de Evaluación de las Política de Desarrollo Social nos acaba de enterar que entre 2008 y 2010 Veracruz es una de las entidades que aportó el mayor número de pobres a las estadísticas nacionales, ya que su número creció de 3.9 a 4.5 millones de personas, es decir, en dos años 600 mil veracruzanos pasaron a engrosar las filas de la pobreza. Veracruz tiene casi el 48% de sus habitantes viviendo con menos de 2,114 pesos al mes (180 dólares) en sus zonas urbanas y con menos de 1,329 pesos (114 dólares) en zonas rurales.

Otra noticia nada alentadora es la de que somos una de las entidades más endeudadas de la federación y que el gobierno del Estado ha sido autorizado por el Congreso local a contratar un préstamo adicional, ahora por 17 mil millones de pesos, lo que hará aún más pesada la carga financiera que tiene que cubrirse mensualmente. Excelsior publicó una lista de los Estados más endeudados del país y Veracruz figura destacadamente, pues su deuda ha crecido exponencialmente y se convierte en la quinta entidad más endeudada con 22 mil 607 millones de pesos. Pero esta no es sino la deuda con los bancos porque habrá que agregar la que corresponde a la bursatilización, más los 17 mil millones de nueva deuda.

Lo dramático es que se deja como garantía la entrega de las partidas presupuestales federales, lo que significa que el gobierno tendrá menos dinero de su presupuesto durante los próximos cinco años de esta administración y de varios de los que le sigan. Es decir estamos hipotecando el futuro de las generaciones venideras.

Cómo no ser pesimista si nos enteramos que la Federación suspendió la entrega de la segunda partida del Subsidio para la Seguridad Pública Municipal (Subsemun) a 14 municipios del estado de Veracruz, por incumplimiento de las disposiciones que se tienen establecidas. El hecho expresa sin duda carencia de cuidado o incompetencia  con la que se conducen esos ayuntamientos al no cumplir con la normatividad establecida para recibir el subsidio. Los municipios que, eventualmente, no contarán con dichos recursos son Álamo, Córdoba, Martínez de la Torre, Poza Rica, Tuxpan, Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán, Pánuco, Papantla, Acayucan, Boca del Río, Cosoleacaque y Veracruz.

Información desalentadora es la que nos da el INEGI haciendo de nuestro conocimiento que Veracruz, Yucatán y Oaxaca son los Estados con mayor porcentaje de indígenas que han migrado de sus pueblos de origen “hacia lugares donde, en general, buscan mejorar sus oportunidades de vida”.

Otra más: Recientemente se publicaron las declaraciones del presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Veracruz A.C., Octavio Nájera, quien afirmó que el campo veracruzano está cada vez peor, “pues un 80 por ciento de los programas de apoyo a este sector sólo llega a los productores amigos y compadres de los funcionarios de la Sedarpa o Sagarpa o aquellos que tienen grandes ranchos o restauranteros, el resto va llegando a cuenta gotas a los que menos tienen”. Así se entiende el porqué no hemos podido salir de la barranca, a pesar de tanto dinero presupuestado pare desarrollar nuestro campo.

El turismo no creció y acaso bajó en esta temporada, ocasionando un agrio y ríspido desencuentro entre la secretaria de turismo y los prestadores de servicio de la conurbación Veracruz- Boca del Río, quienes pagan parte de sus elevados emolumentos. Los prestadores de servicios turísticos no consienten las cifras alegres que desde el sector oficial se publican pues ellos no las ven reflejadas en su contabilidad, como excusa la titular del ramo atribuyó el descenso a un mal servicio, lo que se asemeja a un bumerang lanzado por quien tiene la responsabilidad de promover y fomentar el turismo en Veracruz.

Por si fuera poco, circulan encuestas de muy dudoso crédito que señalan una supuesta delantera de Fidel Herrera Beltrán de entre quienes desean ser candidatos al senado por el estado de Veracruz. Si bien somos un país en donde nunca pasa nada, y cuando acontece no pasa nada, y por lo mismo cualquier cosa pudiera ocurrir, hasta que el PRI cometiera ese despropósito con los veracruzanos; bien haríamos en acudir a Ripley, que estaría encantado por registrar semejante atentado lesa ciudadanía. “Éramos muchos y parió la abuela”, cantan en el llano.

En medio de este paquete colmado de pesimismo recibimos aire fresco al escuchar del gobernador Duarte de Ochoa que el reemplazamiento y el chip serán gratuitos y que el gobierno del estado de Veracruz tiene un plan para enfrentar la desaceleración económica en Estados Unidos. Alientan las noticias que trajo de Brasil y ojala así sea y tenga éxito, porque la planta productiva de Veracruz debe acelerar su crecimiento incentivando el mercado interno ¿cómo?: a través de la inversión pública y privada orientada a generar empleos productivos, pero efectivos, no de discursos.

Para que se resuelva un problema el mejor comienzo es reconocer que existe. Por ello es positivo el que ante las apremiantes circunstancias de inseguridad que vivimos, el gobernante lo reconozca y salga al paso para asegurarnos que en Veracruz no “hay ni habrá espacio para la impunidad” y que se aplicará la ley “a todo servidor público, empresario o periodista coludido con la delincuencia y que traicionen a Veracruz”. Reconocer que un problema existe sirve al diagnóstico. Lo de terminar con la impunidad si va en serio pudiera presagiar malas noticias para quienes hayan abusado del erario; porque robar dinero público es traición a la ciudadanía que confió en sus mandatarios (los que obedecen). También avisaría que habrá mayor sinergia entre el gobierno estatal y el federal para fortalecer la lucha contra quienes “atemoricen a los empresarios o inversionistas con extorsiones, que amenacen a nuestras gentes con sus secuestros, que recluten a nuestros jóvenes para engrosar sus filas criminales”.

En este escenario, otro protagonista, la Iglesia, ya expresó sin tapujos su preocupación en su anterior comunicado dominical al opinar que los datos duros sobre la deuda y la pobreza en Veracruz no parecen haber calado en las autoridades ni en la clase política porque parecen más concentrados en la estrategia electoral del próximo año. “La atención a la pobreza, dice, no puede esperar a que concluya el proceso electoral; de allí que se requieran políticos con vocación de servicios y no solo dedicados a procurar riqueza y prestigio personal”. Ni mandado a hacer. Razones para así pensarlo no le faltan ¿no cree usted?

Agosto 2011